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Esta piscina tiene las mejores vistas de la costa Amalfitana y te hará sentir como en The White Lotus
Relajarse ya no es lo que era: La Piscina, el nuevo club privado del Caruso, A Belmond Hotel, convierte el descanso en una experiencia sensorial entre historia, gastronomía y mar en la Costa Amalfitana.
Hay cosas que Italia hace mejor que nadie: el espresso, los gestos con las manos… y el arte de no hacer nada con estilo. Pero no hablamos de tumbarse en cualquier playa. En Ravello, una joya encaramada a 350 metros sobre el mar Tirreno, Belmond ha decidido llevar el concepto de descanso a otro nivel. Literalmente. Bienvenidos a La Piscina, A Caruso Pool Club, el primer club privado de piscinas de lujo en la Costa Amalfitana, inaugurado dentro del legendario Caruso, A Belmond Hotel.
Aquí el tiempo se saborea. Y no con prisas. La Piscina ha adoptado el espíritu de la villeggiatura italiana —esa pausa hedonista que parece suspendida en agosto eterno— y lo ha reinterpretado con un giro contemporáneo. En el centro de todo: una piscina infinita recién remodelada, suspendida entre el mar y el cielo, que parece fundirse con el horizonte. ¿El resultado? Un santuario con vistas infinitas, cócteles con carácter, actividades que mezclan creatividad y bienestar, y diseño que se mueve entre lo palaciego y lo moderno sin despeinarse.
El club donde el tiempo flota
Olvídate de las tumbonas con toalla arrugada y la música machacona. La Piscina ha sido diseñada como un lugar donde el mar y el cielo se confunden y el lujo es la clave. Las nuevas cabañas privadas, dos por ahora, ofrecen intimidad con vistas panorámicas, servicio de mayordomo, tratamientos de spa rodeados de limoneros y una copa de vino espumoso para empezar el día con la actitud correcta.
El programa diario gira en torno al llamado ozio creativo, una idea tan italiana como la pizza al taglio. Es la filosofía que defiende que relajarse puede ser una forma de inspiración. Así, las mañanas pueden comenzar con yoga al amanecer o sight-jogging por Ravello con un entrenador personal. Más tarde, puedes pintar, cocinar pasta fresca o pasear por los jardines del hotel, cargados de historia y jazmines. O también recorrer en Vespa los caminos de la zona.
Por la tarde, el sol cae sobre el mar mientras te sirven un cóctel con limón de Amalfi. No hay prisa. Puedes quedarte en la tumbona o apuntarte a una excursión en barco a las calas escondidas de la costa. Y cuando cae la noche, llega el momento de las estrellas, literalmente: sesiones de observación astronómica, cine al aire libre en el punto más alto de Ravello o incluso un baño nocturno bajo la luna.
Diseño con ADN mediterráneo
En La Piscina, el diseño es una prolongación del entorno. Se ha confiado en artesanos locales, como el estudio de Livio de Simone, para decorar con cerámicas y textiles pintados a mano. El resultado es un homenaje a la estética mediterránea de los años 60: cojines con estampados únicos, sombrillas que juegan con tonos tierra, y detalles que parecen haber estado siempre ahí.
Esta reinterpretación de lo tradicional también se nota en los pequeños gestos. Al llegar, cada huésped recibe un kit de bienvenida: agua con limón, crema solar de calidad, revistas, y algún que otro capricho gastronómico. Para los que prefieren entretenerse sin moverse de la tumbona, hay una edición especial de Monopoly versión Belmond o una partida clásica de backgammon. Porque no todo el lujo es silencioso.
Comer como se debe
Sería un delito estar en Italia y no hablar de comida. En La Piscina, y también en el cercano Caruso Grill, la Dieta Mediterránea no es solo un menú, es la base. Platos con ingredientes locales de temporada, muchos venidos del Cilento, clases para aprender a hacer pizza, pasta o limoncello, y noches temáticas como las veladas Ditirambo, con música en vivo y baile.
Estas noches, que tendrán lugar el 11 de junio, el 2 de julio y el 9 de agosto, rinden homenaje a tradiciones griegas y mediterráneas, y recuerdan que la cocina es también cultura. Las noches de coctelería y spaghettata familiar a medianoche no requieren ningún conocimiento previo. Solo hambre y ganas de compartir mesa con desconocidos simpáticos.
Lo que debes saber
El acceso a La Piscina está disponible diariamente desde el 27 de marzo hasta el 26 de octubre. Para los huéspedes del hotel Caruso, el acceso está incluido. Los visitantes pueden reservar por 330 euros al día, que incluyen tumbonas, sombrilla, servicios, WiFi y sorpresas gourmet. Las cabañas privadas para dos personas tienen un precio desde 880 euros e incluyen un ritual de spa, vino espumoso y servicio personalizado.
La Piscina no es un simple “day club”. Es un experimento bien ejecutado de cómo debería sentirse el descanso en 2025: pausado, exquisito, sin pretensiones. Es el tipo de lugar donde podrías dejar el móvil sin miedo a perderte nada…
TURIUM TIPS
Maravíllate en Villa Rufolo: pasea por sus jardines moriscos colgados sobre el mar y asómate a la logia.
Villa Cimbrone y su Terraza del Infinito: una caminata breve desde el centro de Ravello te lleva a esta villa señorial con una de las vistas más espectaculares de toda la Costa Amalfitana.
Ruta a pie Ravello–Atrani: un sendero escénico desciende entre olivares y escaleras hasta Atrani, uno de los pueblos más pequeños y auténticos de Italia.
Comer en lo alto en Palazzo Avino: para una experiencia gastronómica distinta, sube a la terraza del Rossellinis y cena con vistas al mar mientras cae el sol.
