NO TE PIERDAS
Así es el castillo español donde vivió Eugenia de Montijo, la última Emperatriz de Francia

Así es el castillo español donde vivió Eugenia de Montijo, la última Emperatriz de Francia
El castillo de Belmonte, en la provincia de Cuenca, es una joya medieval ligada para siempre a la historia de nuestro país vecino. Allí vivió Eugenia de Montijo, la última Emperatriz de Francia, y hoy se puede recorrer casi como ella lo hizo hace más de un siglo.
En lo alto de una colina, vigilante sobre los campos de cereal que se extienden por las anchuras de Castilla-La Mancha, se alza el castillo de Belmonte. Es monumental, precioso y medieval. Una joya arquitectónica de estilo gótico que destila poder por los cuatro costados. Así deseó que fuera Don Juan Pacheco, primer marqués de Villena, que lo mandó construir. Así lo mantuvo Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III y última Emperatriz de Francia.
Es impresionante, como el Palacio de Caserta. Y además, da la sensación de que no ha pasado el tiempo desde que lo erigieron, allá entre 1456 y 1468, pues el fuerte se mantiene prácticamente intacto a las afueras del municipio de Belmonte. Lo único que ha cambiado es su uso, pues a día de hoy la fortaleza se ha convertido en un museo que narra su propia historia y la de sus habitantes.
El castillo donde vivió la Emperatriz de Francia
Más de cinco siglos han pasado desde que el primer marqués de Villena viese por fin terminada aquella fortaleza-palacio con la que un día soñó. Han sido más de quinientos años, aunque al mirarla de la impresión de que el paso del tiempo ha esquivado sus muros y sus torres, que permanecen intactos, contra todo pronóstico.
Pero no siempre fue así; hubo un tiempo en el que este Bien de Interés Cultural, que forma parte del Patrimonio histórico de España, sufrió los estragos de la guerra de Independencia Española y en sus pórticos quedaron grabadas las manchas de sangre de los guerrilleros que trataban de proteger el territorio.

Sin embargo, la última Emperatriz de Francia y heredera de la casa de Villena supo ver el potencial de una construcción de porte impresionante. Ella, que había nacido en España, pese a haber residido desde hacía años en París, se fijó en el castillo de Belmonte y en 1857 dio comienzo a las labores de restauración que hicieron que su palacio volviera a brillar.
El castillo de Belmonte, uno de los más bonitos de La Mancha
Tal vez sea por su planta con forma de estrella de seis puntas, tan poco común en las fortalezas que ocupan nuestro territorio, o tal vez por la muralla pentagonal que lo rodea, que el castillo de la emperatriz Eugenia de Montijo llama la atención desde bien lejos. Ni siquiera es necesario entrar para dejarse maravillar por sus formas, aunque es cierto que la visita merece la pena.
Es precisamente en el interior donde mejor se ve la singularidad de una construcción que tuvo que servir de fortaleza defensiva, pero que nunca quiso renunciar al lujo propio de una residencia aristocrática. Por eso, tras la barrera de artillería que servía para disparar a los enemigos, encontramos artesonados de estilo mudéjar que recuerdan a los de la Alhambra de Granada y ricos tapices que decoran las estancias.
De residencia imperial a museo
Por donde antes paseaban marqueses y emperatrices, hoy resuena el eco de sus pasos. Es posible que, si volviese a la vida y le diese por recorrer la que un día fue su residencia, Eugenia de Montijo no notase la diferencia con los aposentos que un día habitó. Sin embargo, este antiguo palacio es hoy un museo.
De este modo, podemos visitar el dormitorio de la Emperatriz, la sala de armaduras, el patio de armas, la torre del homenaje y el calabozo. También el camino que recorre lo más alto de la muralla defensiva y que nos lleva, entre almenas y torres, hasta el torreón norte, desde donde se tienen unas vistas espectaculares del pueblo de Belmonte. Es fácil imaginar a Eugenia de Montijo apostada aquí, contemplando los atardeceres manchegos. Hoy, cualquiera puede hacerlo desde el mismo lugar.

Si al recorrerlo te da la impresión de que ya has estado antes allí, no te asustes. No es ningún hechizo. Se debe a que el castillo de Belmonte ha sido escenario de diversas películas: desde El Cid, protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren en 1961, hasta el Señor de los Anillos (aunque la versión dirigida por Ralph Bakshi, no la archiconocida trilogía de Peter Jackson) donde el fuerte se convirtió en la fortaleza de Helm.
No lo dudes. Si eres un apasionado de la historia, el cine o los paisajes de Castilla-La Mancha, el castillo de Belmonte es una visita imprescindible para ti.