En Viena el arte está presente en cada calle. Foto: iStock

Guía de Viena: qué ver y hacer en la ciudad de la música

Viena, capital de Austria, se extiende a orillas del río Danubio entre palacios barrocos, cafeterías llenas de historia y melodías de música clásica.

Lucía Lorenzo | 2 Feb 2025

La llaman la ciudad de la música porque aquí interpretaron sus obras artistas como Mozart o Beethoven, pero Viena es mucho más que su preciosa ópera y sus personajes ilustres. Entre los Alpes y el Danubio, la capital de Austria puede presumir de ser una de las ciudades más pobladas y llenas de vida de Europa. Cultura, arte e historia se dan cita en este destino, que tiene más de un motivo para ser uno de los más visitados del continente europeo. ¿Todavía quieres saber más? Te contamos todo lo que tienes que ver en Viena.

Estos son los monumentos que tienes que ver en Viena

La que fuera capital de buena parte de Europa en los años del Imperio Austrohúngaro se ha convertido hoy en una de las ciudades más agradables del mundo. Es fácil recorrerla a pie, pero también es posible moverse de punta a punta usando el transporte público, que te facilitará visitar los lugares que la han convertido en una parada imprescindible para los amantes de la música y el arte.

Palacio de Schönbrunn

Aunque está situado a las afueras de la ciudad, el Palacio de Schönbrunn es uno de los lugares que tienes que ver en Viena. Se trata de una construcción de estilo barroco que fue erigida en el siglo XVI por orden de la mujer del emperador Fernando II. El monumental edificio, rodeado de exuberantes jardines, sirvió de residencia de verano para la dinastía de los Habsburgo.

En 1996 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y a día de hoy es posible visitar tanto los jardines como 45 de sus 1441 estancias. Aunque los tours solo abarquen una pequeña parte de la monumental finca, merece la pena recorrer sus salas y admirar las pinturas al fresco de sus techos. Caminando entre sus altos techos, sus decoraciones doradas y sus enormes lámparas de araña nos embarcamos en un recorrido por la historia, que muestra de forma certera y amena la evolución de los gustos de la monarquía con el paso de los siglos.

El horario de apertura es de lunes a domingo entre las 8:30 y las 17:00, y el precio por visitar el interior de la antigua residencia real oscila entre los 22 y los 50 €, aproximadamente.

Catedral de San Esteban

Si lo tuyo son las iglesias, la Catedral de San Esteban no te dejará indiferente. Se trata del templo más importante de Viena y, probablemente, de todo Austria: una maravilla gótica que deslumbra por su impresionante torre, desde la que se puede vigilar todo el centro de la ciudad.

El edificio que ha llegado hasta nuestros días es una mezcla de estilos, que descansa sobre la estructura de dos iglesias románicas de los siglos XII y XIII de las que aún se conserva el pórtico de una de ellas y la fachada orientada a poniente de la otra. Un siglo después se amplió la catedral, esta vez sumándole elementos de estilo gótico, como la distinguida torre sur y la bóveda de la nave central. Testigo mudo del paso de los siglos y del cambio de los tiempos, la catedral siguió incorporando componentes barrocos y neogóticos que han hecho de este el monumento que podemos visitar hoy.

La entrada a la iglesia es gratuita, aunque para subir los 343 escalones de la torre sur y contemplar Viena a 136 metros del suelo es necesario pagar 4,50 €. El templo abre de 6:00 a 22:00 de lunes a sábado y de 7:00 a 22:00 los domingos y festivos.

Ópera Estatal de Viena

No es posible recorrer los edificios más importantes de Viena sin pasar por la Ópera: el edificio más importante de la escena musical vienesa.

Desde su inauguración a finales del siglo XIX, entre aplausos y obras de Mozart, este edificio ha llevado hasta la avenida de Ringstrasse las mejores piezas de música clásica de todos los tiempos. No obstante, no siempre fue el símbolo que es hoy día y su historia tiene un comienzo trágico: en un principio, los vecinos quedaron tan desencantados con el aspecto del edificio que su arquitecto recurrió al suicidio. Un siglo después, la ópera fue el blanco de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

Aunque merece la pena detenerse ante el edificio, de estilo renacentista, y admirar todos y cada uno de los detalles del exterior, desde el tejado verde hasta las estatuas ecuestres que coronan la fachada, no puedes quedarte sin visitar su interior. Las visitas guiadas duran 40 minutos y tienen un precio de 15 € para adultos y 9 € para niños. No obstante, nuestra recomendación es que te hagas con una entrada para la ópera: si bien los mejores asientos no son económicos, puedes ver las obras por menos de 20 € en lugares algo peor situados.

El horario de visitas se extiende desde las 10:00 a las 16:00, pero las diferentes obras suelen comenzar entre las 18:00 y las 20:00.

El Palacio de Schönbrunn, el exterior y el interior de la Catedral de San Esteban, y la Ópera Estatal de Viena. Fotos: Pixabay.

Museo de Historia del Arte

Muy cerca de la avenida de Ringstrasse, en la plaza de Maria Theresien Platz, se encuentra el Museo de Historia del Arte. En el interior del museo, entre preciosas columnas de mármol negro y ricas decoraciones, la pinacoteca ha salvaguardado desde finales del siglo XIX la colección de arte de los Habsburgo, así como objetos de gran valor de antiguas civilizaciones.

Tras los muros blancos del museo encontramos obras de gran importancia para la historia del arte. Desde cuadros de Velázquez, como La infanta Margarita, hasta La fiesta de Venus, pintada por Rubens, pasando por obras de Durero, Bellini, Luca Giordano, el Bosco y van Eyck, entre otros.

Puedes visitarlo de martes a domingo entre las 10:00 y las 18:00, excepto los jueves, cuando el museo permanece abierto hasta las 21:00. El precio de la entrada es de tan solo 21 €.

Prater o Wurstelprater

Viena no es solo arte, música y cultura, y muestra de ello es que entre los lugares más importantes de la ciudad se encuentra el parque de atracciones más antiguo del mundo, el Prater o Wurstelprater.

Este espacio recreativo abrió sus puertas al público en 1897 y a día de hoy algunas de sus atracciones aún se mantienen en funcionamiento. Es el caso de la Noria Gigante, que aparece en multitud de postales de Viena y que se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Aunque sus dos siglos de historia puedan hacerte desconfiar, no te quedes sin subirte a la enorme atracción. Desde la parte más alta, a 60 metros sobre el suelo, las vistas de la ciudad son impresionantes.

La entrada al parque es gratuita y puedes visitarlo siempre que quieras, las 24 horas del día. No obstante, las atracciones permanecen abiertas entre las 10:00 y la 1:00 y, dependiendo de cuál elijas, puedes pagar entre 3,50 y 15 € por subir.

Palacio Hofburg

Si hay un edificio reconocible en Viena, más allá de la Ópera y de la catedral, se trata sin duda del inmenso Palacio Hofburg. El conjunto, que fue residencia real de los Habsburgo desde el siglo XIV hasta el siglo XX, cuenta con museos, iglesia, platerías y hasta una escuela de equitación.

En su interior puedes visitar los Apartamentos Imperiales, que incluyen tanto salas oficiales como los aposentos privados de la familia real; la Platería de la Corte, llena de objetos de porcelana, cristal y plata; la Cámara del Tesoro, donde se encuentran la Corona del Sacro Imperio Romano Germánico y la Corona Imperial Austriaca, y el Museo de Sisi, donde podrás conocer la apasionante vida de la emperatriz.

El palacio abre de lunes a domingo entre las 8:00 y las 18:00 y el precio de las entradas oscila entre los 16 € y los 50 €, pues se pueden realizar varios tipos de visitas por su interior.

La Biblioteca Nacional Austriaca

Aunque se encuentra entre las construcciones que forman parte del Palacio Hofburg, la Biblioteca Nacional de Austria merece una mención especial, pues es una de las más impresionantes del mundo.

Este edificio, de estilo barroco, alberga en su interior miles de libros, mapas y pergaminos. Gruesos volúmenes de todas las temáticas imaginables empapelan las paredes de la enorme Sala Imperial, que parece esconder entre sus estanterías todo el conocimiento del Universo.

La biblioteca abre todos los días de 10:00 a 18:00, a excepción de los jueves, cuando el horario es de 10:00 a 21:00, y el precio de la entrada es de tan solo 8 €.

El Museo de Historia del Arte de Viena, la noria del Prater, el Palacio de Hofburg y la Sala Imperial de la Biblioteca Nacional Austriaca. Fotos: Pixabay.

Cómo llegar a Viena desde España

Tienes varias opciones para viajar a Viena desde España, aunque sin duda la más rápida es hacerlo por aire. A día de hoy, tienes multitud de vuelos a precios muy económicos y puedes viajar en un vuelo directo desde ciudades como Madrid, Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Málaga o Palma de Mallorca.

Aunque el Aeropuerto Internacional de Viena está a 19 kilómetros del centro de la ciudad, puedes llegar rápidamente tomando el City Airport Train: un tren que pasa cada 30 minutos y que por solo 10 € te dejará en 15 minutos en la estación de Viena Mitte.

También puedes viajar en tren desde otras ciudades Europeas, como Praga, Budapest, Bratislava o París. Esta es una opción perfecta para los viajeros más ambiciosos, que quieren visitar más de una ciudad en un mismo viaje.

Las tarjetas turísticas que incluyen todo lo que debes ver en Viena

Al tratarse de una ciudad repleta de monumentos, la mejor opción para ver Viena es hacerse con una tarjeta turística que te permitirá recorrer los lugares más importantes de la ciudad a un precio reducido.

Una de estas tarjetas es Vienna Pass: un bono que incluye la entrada a casi un centenar de monumentos y que te permite viajar entre ellos a bordo de un bus turístico. Incluye atracciones como el Palacio Hofburg, el Palacio Belvedere, el Palacio de Schönbrunn, la Casa de Beethoven, la Casa de la Música o la Ópera de Viena, entre otras. El precio del vale es de 89 € por un día, 125 € por dos días, 148 € por tres días o 179 por 6 días.

texto alternativo
Los palacios están entre los mejores lugares que ver en Viena. Foto: Pixabay.

Otra opción es Vienna City Card: una tarjeta de transporte que te permitirá moverte libremente por la ciudad mientras disfrutas de descuentos en multitud de hoteles, así como en los principales lugares de interés de la ciudad. El precio por utilizar esta tarjeta durante 24 horas es de 16 €, mientras que si la quieres usar 48 o 72 horas pagarás 25 o 29 €, respectivamente. Además, también puedes reservar la tarjeta que incluye transporte gratuito al aeropuerto y autobús turístico Hop-On/Hop-Off desde solo 70 €.

Si no tienes pensado pasar tu tiempo en Viena yendo de un museo a otro, entonces Vienna Flexi Pass puede ser la mejor opción, pues te permite visitar entre 2 y 5 de las principales atracciones turísticas desde 55 €. Entre las opciones incluidas están el Museo Albertina, el Palacio Belvedere, el Museo de Sissi y la Casa de Mozart, entre muchos otros.

Las mejores rutas y excursiones desde Viena

Para conocer los secretos que esconde la ciudad de la ópera y la tarta Sacher, te recomendamos embarcarte en alguna de las siguientes excursiones y visitas guiadas:

Paseo en barco por el Danubio

El río Danubio es uno de los más importantes de Europa pues, a lo largo de sus casi 3.000 kilómetros de longitud cruza países como Alemania, Austria, Hungría o Bulgaria, entre muchos otros. A su paso por Viena, el Danubio se rodea de jardines y de terrazas, y se llena de barcos que surcan sus aguas, cargados de viajeros.

El crucero por el Danubio es una de las visitas más económicas y recomendables que puedes realizar en Viena: el precio parte de los 17 € y dura alrededor de hora y media, aunque algunas opciones algo más caras incluyen incluso excursiones hasta lugares como Wachau o Bratislava.

texto alternativo
El Danubio a su paso por Viena. Foto: Pixabay.

Tour de viñedos de Wachau

Si eres un apasionado del vino, entonces uno de los lugares imprescindibles que ver en Viena son los viñedos de Wachau. Aquí, a tan solo una hora de distancia de la capital, se elaboran los vinos más famosos de Austria, que puedes probar si decides visitar una de sus bodegas.

El paisaje, rodeado de naturaleza y castillos espectaculares, también merece la pena. Algunos de los tours más codiciados recorren te permiten disfrutar de este pintoresco rincón de la Baja Austria en coche, en bicicleta y hasta en carruaje.

Excursión a Salzburgo

La ciudad con los mejores amaneceres de Europa se encuentra a unas tres horas de Viena en coche y oculta lugares que merece la pena visitar, como la casa donde nació Mozart, convertida hoy en museo, o el Museo de Arte Moderno de Salzburgo.

La excursión incluye, por supuesto, el trayecto hasta la ciudad y un tour guiado por los monumentos más relevantes. Además, el tour pasa por la región de los lagos: un paraíso natural entre las dos ciudades donde podrás disfrutar de preciosos paisajes dignos de postal.

Las mejores zonas para hospedarse en Viena

La mayoría de los viajeros que se acercan a ver Viena deciden quedarse en el centro histórico, a un tiro de piedra de los principales monumentos, rodeado del frenético ambiente cultural de la capital austriaca.

No obstante, al tratarse de una ciudad que puede recorrerse fácilmente a pie o en transporte público, hay otras alternativas que merece la pena considerar: en la otra orilla del Danubio se encuentra el Leopoldstadt, un barrio en el que el ambiente moderno y vanguardista le ha hecho ganarse el nombre del Soho de Viena. Además, aquí se encuentra el Prater, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.

Pero si lo tuyo son los museos, entonces tu lugar es Neubau, un barrio conectado mediante el metro con el centro de la ciudad donde se encuentran algunos de los museos más importantes de Viena. Se trata del barrio bohemio por excelencia, lleno de estudiantes y artistas que pasan el tiempo entre cafeterías y galerías de arte. Entre sus principales atractivos se encuentran el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte.

#TipTurium

Si eres un apasionado del arte, el Neubau podrás visitar multitud de museos y galerías donde podrás disfrutar de todo tipo de expresiones artísticas.

Los mejores hoteles de Viena

A continuación, te mostramos algunos de los mejores hoteles donde alojarse en la ciudad de la música:

Grand Hotel Wien: si lo que quieres es disfrutar de la estética vienesa más auténtica, este hotel de cinco estrellas es perfecto para ti. Se encuentra situado a tan solo tres minutos de Kärntner Straße, la calle comercial más importante de la ciudad, y su decoración de estilo clásico te hará sentir como en un palacete barroco. Además, cuenta con spa, azotea con vistas al centro histórico y cinco restaurantes en su interior.

Hotel Imperial: otro hotel de cinco estrellas, ubicado en la calle Ringstraße, muy cerca de la Ópera Estatal y de las principales cosas que tienes que ver en Viena. Si te impresiona su imponente exterior blanco te quedarás boquiabierto con su interior, recubierto de ricas alfombras y tapices, e iluminado por lámparas de araña. Este es el lugar perfecto para los amantes de la música, pues justo detrás del hotel se encuentra la sala Musikverein, donde tiene lugar el concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena.

Hotel Sacher Wien: por último, te recomendamos alojarte en el histórico hotel donde se prepara la tarta Sacher original. Este alojamiento, con vistas a la Ópera de Viena, se encuentra a pocos minutos de la estación de Karlsplatz, que comunica con el resto de zonas de la ciudad. Aquí podrás degustar la mejor gastronomía y probar masajes y tratamientos de belleza mientras disfrutas del tranquilo ambiente de un cinco estrellas con casi 150 años de historia.

Los platos típicos que debes probar en Viena

Más allá de la tarta Sacher y el café vienés, la cocina vienesa está llena de platos que merece la pena probar. Ejemplo de ello es el Wiener Schnitzel, un escalope de ternera que encontrarás en la mayor parte de los restaurantes de comida austriaca y que encanta por su sencillez y su delicioso sabor. La forma de prepararlo, ablandando la ternera con un mazo, le aporta un extra de ternura al filete.

Otro plato muy típico es el Tafelspitz, un filete de ternera que se cuece usando caldo de verduras y que suele servirse acompañado de rábano picante rallado, manzanas agrias ralladas, puré de patatas y judías verdes o espinacas.

Para los amantes del dulce, la cocina tradicional de Viena les trae el Apfelstrudel, un postre típico de la cocina austriaca que puede estar hecho con masa o con hojaldre y que se rellena de compota de manzana con canela, azúcar, pasas y pan rallado. Al morderlo, el exterior crujiente explota en un mar de jugosidad, haciendo que la primera vez que lo pruebas se quede grabada en tu memoria para siempre.

texto alternativo
El Schnitzel es uno de los platos típicos de Viena. Foto: Pixabay.

Los mejores restaurantes de Viena

¿Tienes ganas de probar los platos más emblemáticos de la cocina vienesa? Entonces tienes que hacer una parada en los siguientes locales:

Figlmüller, la casa del Wiener Schnitzel

Si quieres probar el plato más típico de Viena, los locales aseguran que este es el sitio para hacerlo. Este restaurante, situado junto a la Catedral de San Esteban, lleva sirviendo este plato desde 1905, lo que le ha llevado a que los locales lo consideren el rey vienés del Schnitzel.

Aquí se preparan los escalopes más grandes de la ciudad: miden 30 centímetros de diámetro y pesan un cuarto de kilo. Su tamaño es tal que la pieza de carne se sale del plato, pero te aseguramos que tendrás ganas de terminártelo.

Bitzinger, comida callejera de la mejor calidad

Aunque pueda parecer una recomendación extraña, si quieres probar la Käsekrainer, una salchicha escaldada típica de Viena, el mejor sitio para hacerlo es Bitzinger, un puesto de comida rápida situada en la parte de atrás de la Ópera de Viena.

Te recomendamos no acercarte por la noche, pues su fama es tal que a la hora de la cena puedes tener que esperar hasta media hora de cola. No te olvides de llevar efectivo, pues no aceptan pagos con tarjeta.

Steirereck, un restaurante Estrella Michelin

Si prefieres la alta cocina, este restaurante con tres Estrellas Michelin es el lugar ideal para disfrutar de la comida austríaca más contemporánea. Situado junto al Danubio, el restaurante Steirereck ofrece unas vistas espectaculares como el mejor maridaje para sus platos.

En la carta de Steirereck tradición y vanguardia se unen para dar una vuelta de tuerca a las preparaciones tradicionales de la ciudad, que se cocinan con ingredientes de la mejor calidad y se sirven de la manera más original. Merece la pena probar el menú degustación de siete platos y, por supuesto, probar el pan y los quesos, de una calidad verdaderamente excepcional.

TURIUM TIPS

1

Utilizar el transporte público es la mejor forma para recorrer Viena. Los bonos semanales cuestan tan solo 17 € e incluyen tranvía, metro y autobús.

2

El mejor lugar para probar la tarta Sacher es el lugar donde se originó la receta, el Café Sacher. El precio de la tarta es de 9,90 €, pero merece la pena probar esta explosión de chocolate en una de las cafeterías más bonitas de la ciudad, con vistas a la ópera.

3

Si no te gusta el chocolate y prefieres el Apfelstrudel, entonces acércate al Café Landtmann: otra cafetería histórica, abierta desde 1873, donde los vieneses aseguran que está el mejor postre de la ciudad.

Otras guías de viajes