Es uno de los pueblos más bonitos de España: está a una hora de Madrid y es perfecto para una escapada de fin de semana
Hita, en la provincia de Guadalajara, es una joya medieval anclada en el tiempo. Su belleza ha hecho que la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España lo incluya entre los más encantadores del país.
Pequeño y a muy poca distancia de Madrid, Hita es el lugar ideal para desconectar. Se trata de un diminuto municipio de la provincia de Guadalajara, que en los últimos años ha ganado cierta popularidad por encontrarse entre Los Pueblos Más Bonitos de España. Pasear por las calles de la localidad es sumergirse de lleno en su trazado medieval y permite que, durante al menos unas horas, el tiempo se detenga a darnos un respiro.
Apenas tiene 300 habitantes, por lo que la vida allí se vive en otros ritmos. Porque, aunque se encuentra muy cerca de la capital, en realidad está muy lejos de su bullicio. Aquí no hay filas interminables de coches, ni nubes de humo negro oscureciendo el horizonte. Solo la tranquilidad de la vida rural y un patrimonio inmenso esperando ser descubierto en una de las mejores escapadas desde Madrid.
Hita, un pueblo ligado a la literatura
Nada más escuchar el nombre del municipio se nos viene a la mente el arcipreste de Hita, autor del Libro del buen amor. El clérigo se llamaba en realidad Juan Ruiz y, aunque los historiadores creen que nació en la madrileña localidad de Alcalá de Henares, la historia lo recuerda por su posición dentro de la iglesia católica y por el lugar donde la ejerció.
Han pasado ocho siglos desde su nacimiento, pero la localidad en la que trabajó (y quizás incluso en la que estudió) aún lo recuerda con fervor. Y eso que se conoce muy poco de su vida. Pero no todos los pueblos pueden presumir de estar relacionados con una de las obras más importantes de la literatura medieval española. Hita sí.
Por supuesto, lo lleva con orgullo. Por eso el primer sábado de julio se celebra el Festival de Teatro Medieval de la localidad. Se hace junto a las ruinas de la iglesia de San Pedro y debido a su antigüedad (sus orígenes se remontan a 1961) puede presumir de ser el más antiguo de España. Como no podía ser de otra manera, todos los años se representa, en esta Fiesta de Interés Turístico Nacional, el Libro del Buen Amor.

Durante el resto del año, la emblemática narración sigue siendo recordada. Al fin y al cabo, aquí se encuentra la Casa-Museo del Arcipreste de Hita, donde se pueden ver reproducciones de las hojas de los manuscritos medievales, así como ediciones de todo tipo: desde extranjeras hasta ilustradas. Y también una sala dedicada a Manuel Criado del Val, creador del Festival Medieval de Hita y director del mismo durante más de 50 años.
Este es uno de los pueblos con encanto de Guadalajara
Pero si te preguntas qué ver en Hita, más allá de lo relacionado con el libro que la puso en el mapa, debes saber que hay mucho por descubrir. Su casco antiguo conserva el trazado medieval, que aún nos habla de los tiempos en los que esta tierra florecía por el esplendor económico. Aunque mucho antes de eso (antes de la construcción de la fortaleza y de la muralla), ya habían pasado por allí romanos y musulmanes.
Fueron los mudéjares, que permanecieron viviendo en la península incluso después de la Reconquista, quienes construyeron la iglesia de San Juan Bautista allá por el siglo XIII. Más tarde se añadiría la torre de estilo herreriano, que desde el siglo XVI despunta en el horizonte del municipio. Basta una visita al anterior para maravillarse con el artesonado de casetones con forma de octógono, la cubierta de madera del presbiterio o las pilas bautismales de la época medieval.
De la otra iglesia de la localidad, la de San Pedro, tan solo queda algunos restos. El templo, de origen románico, pasó por una remodelación en estilo mudéjar. Durante varios siglos fue la iglesia principal del lugar, pero los estragos de la guerra civil acabarían por destruirla. Hoy, apenas quedan en pie algunos muros y un arco de medio punto, aunque el terreno se utiliza para celebrar eventos y representar obras teatrales.

Pero quizás lo más singular del pueblo sea la muralla medieval, que antaño rodeaba por completo el casco histórico y de la que hoy se conserva tan solo un kilómetro. En los diversos tramos que componen sus restos destaca la Puerta de Santa María, un ejemplo de la arquitectura militar gótica que a día de hoy es uno de los símbolos de la Villa.
Por supuesto, es necesario mencionar el castillo, que solía vigilar el poblado desde lo más alto del cerro, y del que no quedan más que unas pocas ruinas. Y también la Plaza Mayor, o plaza del Arcipreste, lugar del antiguo mercado medieval y ejemplo excepcional de la arquitectura de aquella época.
El barrio de los Bodegos, el más curioso de Hita
Al igual que ocurre con las bodegas, los bodegos de Hita se encuentran bajo tierra. Pero en este caso no se trata de locales subterráneos donde se almacena el vino, sino de casas-cueva que ya existían en el siglo XV y que estuvieron habitadas hasta los años 60 del siglo pasado.
A día de hoy, los bodegos forman parte de la historia del pueblo y se pueden visitar. Para ver este laberinto que serpentea por debajo del cerro, basta con acercarse a la Oficina de Turismo. Los que se pueden visitar son el Bodego del Barrio Alto y el Bodego del Tío Diego, junto con otros puntos de interés del Conjunto Histórico. El precio por la visita son 5 € por persona, y es necesario que los grupos sean de cuatro personas o más.