
Qué es el sleep tourism y por qué cada vez más gente se va de vacaciones para descansar
Dormir bien ya no es solo un lujo, es el plan perfecto. La tendencia del sleep tourism convierte el descanso en destino, y cada vez más hoteles lo entienden como parte clave de la experiencia.
Si hoy en día la gente se pone despertador para meditar y se cronometra las siestas con apps, no es de extrañar que dormir se haya convertido en tendencia turística. Lo que sí sorprende es que ahora haya personas que deciden viajar para dormir mejor. No para ver monumentos ni probar cocina local: para dormir. Bien. Profundo. Con blackout total, silencio absoluto y, a poder ser, con una carta de almohadas más larga que la de vinos.
Esta moda tiene nombre: sleep tourism. Suena a invento de millennial, pero lo cierto es que está despegando con fuerza entre viajeros de todo tipo. Porque tras años de glorificar la productividad y romantizar el “ya dormiré cuando muera”, la gente ha decidido que dormir, en realidad, está bastante bien. Y que hacerlo en un entorno diseñado para ello es todavía mejor. Te contamos todo para que en tu próximo viaje duermas a cuerpo de rey.
Dormir es el nuevo spa
Durante años, el turismo de bienestar giró en torno a spas, detox y retiros de yoga. Hoy, una nueva categoría se impone: el descanso real. Los hoteles lo saben, y muchos están reorientando su propuesta hacia el sueño como experiencia. No se trata solo de tener una cama cómoda, sino de ofrecer un entorno donde todo —luces, ruidos, temperatura, colchones, incluso la arquitectura— está pensado para que duermas como en ninguna otra parte.
Algunos establecimientos han dado un paso más: programas personalizados que incluyen desde consultas con expertos en sueño hasta tratamientos con melatonina, aromaterapia, baños de sonido y rutinas para desconectar del móvil antes de acostarte. Incluso los hay que ofrecen análisis del sueño con tecnología puntera.
La idea es clara: si ya te vas a gastar una buena cantidad en un hotel, ¿por qué no aprovechar para resetear el cuerpo y volver a casa durmiendo como un koala?

¿Turismo o tratamiento?
Hay quien acude al sleep tourism por puro capricho (qué placer eso de dormir sin despertador, ni niños, ni reuniones a las 9:00). Pero también hay quienes lo ven como una necesidad. Personas con insomnio crónico, jet lag constante, estrés laboral o simplemente agotamiento acumulado que ya no se soluciona con un finde en la playa.
Al igual que hay destinos para hacer ayuno intermitente o cuidar la flora intestinal, ahora hay hoteles pensados para restaurar tus ritmos circadianos.
Y aunque pueda sonar excéntrico, hay ciencia detrás. Dormir bien mejora el sistema inmunológico, la memoria, el estado de ánimo, la piel y hasta la forma en la que tomamos decisiones. Así que quizás no sea tan raro que nos apetezca meter el sueño en la maleta.

Los mejores hoteles para practicas sleep tourism
Aquí van algunos hoteles que están marcando tendencia:
Six Senses, Ibiza: este resort de lujo no solo tiene vistas, sino también un Sleep Program que incluye estudios del sueño, consultas con terapeutas, cenas ligeras diseñadas para no alterar el descanso y habitaciones con sistemas de control ambiental.
Park Hyatt, Nueva York: en colaboración con Bryte, empresa especializada en tecnología del sueño, ofrecen camas inteligentes que se adaptan a tu cuerpo y a tus patrones de descanso. Además, tienen menús nocturnos diseñados para inducir el sueño y sesiones de meditación guiada.
Zedwell Hotel, Londres: este hotel se vende directamente como un templo del descanso. Habitaciones sin ventanas, con aislamiento acústico extremo y sin distracciones tecnológicas. Aquí no hay tele, ni minibar, ni lámparas de diseño. Solo tú, tu cama y el silencio más denso que vas a encontrar en pleno Soho.
Lanserhof Tegernsee, Alemania: un resort médico donde el sueño se trata casi como si fuera una enfermedad. Pruebas de diagnóstico, rutinas personalizadas, fisioterapia y habitaciones pensadas para corregir hasta la más mínima alteración del descanso. No es barato, pero tampoco lo es ir por la vida como un zombi.
