“El arte es lo único que, civilización tras civilización, perdura”
Felipao, con una de sus célebres Meninas. FOTO : D.R.

Felipao Artista

“El arte es lo único que, civilización tras civilización, perdura”

Dejó la oficina en una multinacional farmacéutica para entregarse a crear en un estudio y acabó convertido en un icono pop cuyos diseños y esculturas son bombas en las que se funden color, riesgo, talento y ganas de sembrar optimismo. Hablamos con Felipao de sus Meninas, el momento cultural que vive Madrid y los viajes como fuente de inspiración.

Gonzalo Varela | Julio 8, 2025

En el arte contemporáneo hay nombres que van más allá de las corrientes y las etiquetas. Es lo que le ocurre a Felipao –seudónimo de Felipe García-Bañón–, un trotamundos que en 2009 decidió dejar su carrera en los despachos para encerrarse a crear en un estudio. Se lo ve orgulloso de haber puesto su vida patas arriba, de haber encontrado la manera de contar historias y de compartir un mundo interior inquieto, en expansión permanente. Esa curiosidad, sumada al talento, lo ha convertido en un prolífico icono pop, célebre por su interpretación de las Meninas en clave poliédrica y por sus características explosiones de color. 

Felipao ha atravesado las culturas de los países en los que ha residido (Emiratos Árabes Unidos, Francia, Kenia, Nicaragua y Pakistán). Es un hombre generoso y con sentido del humor, carismático, abierto, futbolero y provocador. Transmite cercanía y paz mental, como si el éxito y la carga de trabajo no le hiciesen mella. Sus obras (gallos, tortugas, bulldogs, corazones, calaveras…), talladas en fibra de vidrio, resina, metal o ecocemento, forman parte de las colecciones privadas Philippe Starck, César Gaviria, March, Várez y Koplowitz, entre otras. 

También ha plasmado su genialidad en proyectos de colaboración con marcas e instituciones. De hecho, es el autor del Connecting Excellence Award 2025, una aflamencada Menina en rojo y blanco con la que Turium rindió homenaje a la bailaora y coreógrafa Sara Baras, en la quinta edición de su Foro Internacional de turismo de excelencia. 

Hace más de 15 años diste el salto de la oficina, en una multinacional, al estudio creativo. ¿El cuerpo te pedía dedicación al arte en exclusiva?

(Se ríe). Sobre todo, me pedía libertad. Y, cuando te entregas a lo que verdaderamente te gusta, sin mirar el reloj ni estar pendiente del dinero, la encuentras. En mi caso, además, ha sido un proceso autodidacta, dentro de un territorio que siempre me ha atraído. 

Y has acabado convertido en un referente pop. ¿Qué palabras utilizarías para tu autorretrato?

Diría que soy un artista polifacético, atrevido, optimista, vibrante, colorista, actual, innovador… Para mí, lo fundamental, independientemente del posible éxito y de la experiencia sensorial, es que la obra sea entendida como un mensaje en sí misma. 

¿Buscas transmitir algo en particular? 

Quiero que las personas que se acercan a mis trabajos se impregnen de optimismo, que sientan energía positiva.

El año pasado, el Real Madrid recibió una de tus Meninas personalizadas en reconocimiento a su buena temporada. ¿Cómo lleva algo así un colchonero declarado? 

Ja, ja, ja, nothing personal, only business… Fue un encargo del Ayuntamiento como regalo para el Real Madrid por su decimoquinta Liga de Campeones, bien merecida por cierto.

¿Por qué una Menina?

Me pareció la mejor forma de celebrar su histórica victoria y su legado deportivo. Las Meninas son un símbolo del arte y la cultura españoles. 

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Sara Baras sostiene el Turium Connecting Excellence Award 2025. Foto: Gregorio González.

Igual que nuestra Turium Connecting Excellence Award 2025, Sara Baras. 

Exacto. Para mí, Sara es un icono, una mujer que exporta nuestra cultura de forma majestuosa, además de una persona muy humilde y trabajadora. Su Menina desprende flamenco y feminidad. 

Hablabas de la cultura española: ¿la valoramos lo suficiente? 

El arte es lo único que, civilización tras civilización, perdura. Su valor es incalculable. Y lo es también porque la cultura es un ente abstracto, que cada uno crea o asimila en función de su personalidad, su sensibilidad y su percepción estética. 

¿Te inspira viajar? 

¡Muchísimo! Nada me inspira tanto. Lo necesito no solo para desconectar y descansar, sino para salir de mi hábitat y buscar nuevos elementos creativos.