Disrupción y sostenibilidad: las pequeñas start ups, dispuestas a revolucionar el sector alimentario

La creación de Planta Thinko, el espacio de innovación de Makro, se ha convertido en una incubadora de talento. Su objetivo es responder a la necesidad de adaptar la distribución mayorista en España para que sea capaz de hacer frente a los desafíos que presenta el futuro gastronómico y turístico.

Álvaro Hermida | 24 Abr 2024

El cambio climático es una preocupación creciente en la industria turística española. Y en este contexto cobra todo el sentido la jornada Future Food Innoday, organizada por Makro España, que lidera la investigación para el desarrollo de nuevas soluciones que mejoren este sector, además del mercado mayorista y alimentario.

En el encuentro se puso el foco en la situación actual, que exige una adaptación urgente y en la que se impliquen los distintos players: “Debemos unir fuerzas y ser conscientes de que la falta de agua puede afectar a nuestra cadena de suministro de tal forma que en unos años no tengamos ciertos alimentos. La manera en la que producimos es responsable de un 25% de las emisiones globales de CO2 y de un 70% de la pérdida de biodiversidad. La industria alimentaria utiliza el 70% del agua dulce disponible a nivel mundial”, afirmó Beatriz Jacoste, directora de KM ZERO Food Innovation Hub, coorganizadora del evento.

Producción local

Pero el problema medioambiental no es lo único que preocupa. La pérdida de regionalidad de los productos españoles fue otro de los asuntos críticos que se trataron. Y esto tiene un notable impacto sobre el turismo, dado que la gastronomía constituye uno de los grandes atractivos de nuestro país: “Tenemos que buscar más valor añadido e identidad en lo que producimos. Convertirnos en un destino asociado a la calidad”, manifestó José Miguel Herrero, director general de alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Los ponentes también hicieron especial hincapié en los desafíos alimentarios desde un punto de vista práctico. Para ello se contó con la cocinera Pepa Muñoz, chef del Qüenco de Pepa; Felipe Turell, CEO de Mo de Movimiento; Javier Amigó, Operations Plant Based de Sigma, y el cocinero Germán Carrizo.

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Procesamiento de frutas y verduras. Foto: AdobeStock

En sus intervenciones debatieron extensamente sobre innovación. “Estudiamos mucho lo que quiere el consumidor para desarrollar nuestras propuestas”, explicaba Felipe Turell. Por su parte, la reconocida cocinera Pepa Muñoz remarcó la necesidad de echar la vista atrás, a la buena tradición, de cara al futuro: “Para mí, el I+D+i está en el campo. De hecho, yo era sostenible sin saberlo hace más de 20 años. Mi concepto lo he creado a partir del trabajo de la tierra y de las necesidades que tienen los agricultores, no al revés”.

Un enfoque similar defendió Carrizo: “Nosotros nos basamos en el producto, pero hay que reevaluar el mercado continuamente. Tenemos una obligación con la gastronomía: dejarla mejor de lo que la recibimos”.

En el foco turístico

En el encuentro estuvo presente también María Naranjo, directora de Industria Alimentaria del ICEX, cuyo principal objetivo es ayudar a la internacionalización de la industria alimentaria española. “Tal vez dentro de unos años no podamos seguir exportando los mismos productos que ahora, pero sí la tecnología para producirlos”.

Finalmente, Germán Jiménez, director general de Turium, fue quien señaló la correlación con el sector turístico: “Vivimos en un mundo global, donde el valor de la gastronomía resulta crucial para generar un destino de excelencia, porque es capaz de poner en el mapa zonas que antes no lo estaban. Pero para ello es preciso apostar por la calidad y la formación”, concluyó.

Pioneros en creatividad

Planta Thinko, el centro de innovación de Makro para repensar e impulsar el negocio de la hostelería, fue el escenario para debatir, pero también para que diversas 'start ups' del sector presentaran sus propuestas más disruptivas. Todas ellas con el denominador común de la sostenibilidad y la vanguardia. Entre ellas, destacó el proyecto Gimme Sabor, con sus caldos 100% 'plant based' con sabor a atún, marisco o bacón, que abren el abanico de posibilidades para el creciente grupo de consumidores que ha decidido renunciar a ingredientes de origen animal.

Otra de las iniciativas más valoradas fueron los helados de Pink Albatross. El gran valor de estas elaboraciones 'premium' estriba no solo en que utilizan productos vegetales de la más alta calidad, sino en que esto reduce el desperdicio de agua, al consumir un 60% menos que sus variantes de origen animal.