Tres preguntas a… Enrique Valero, director general de Abadía Retuerta LeDomaine

| 27 Oct 2021

Enrique Valero, director general de Abadía Retuerta LeDomaine, explica las claves que han convertido a su hotel-bodega en la meca del lujo.

1- ¿Qué es para usted el turismo de excelencia?

El turismo de excelencia es cuando el huésped conecta con el territorio. Al final, lo mas importante, el principal atractivo, es el tiempo, el tiempo libre. El tiempo que disfrutamos con nuestra familia, con nuestras parejas y amigos. Y, cuando llegas a un sitio y consigues conectar con el territorio, el tiempo, por así decirlo, se para. Es lo que hacemos en Abadía Retuerta, pues es el auténtico lujo, vivir todo lo que te rodea.

2- ¿Cuáles son las claves para atraer a un turista de mayor poder adquisitivo?

Yo creo que lo que va buscando el turista más exigente es autenticidad, conexión con lo local y que3 sea de verdad. A este hecho se le llama marcas con propósito, que todo lo que ofreces tenga esa autenticidad y, lo más fundamental, es que esa experiencia del empleado, de todo aquel que se relaciona con el turista, la viva, la sienta y tenga esa pasión. Es entonces cuando todo fluye.

3- Abadía Retuerta es un ejemplo de Hostelería de calidad. ¿Qué ejemplos pueden tomar otros del trabajo que están haciendo ustedes?

La hostelería y la hotelería de calidad lo que pone en valor es ese territorio de una forma sencilla, nada complicada. No tenemos tiempo de pensar mucho, por lo que tener un tomate de tu huerta, unas piedras de nueve sigo y todo ello puesto en valor… Las comodidades han pasado a un segundo término, en el sentido de que no se va exigiendo ese lujo como por ejemplo una cama muy grande. Eso es importante tenerlo, pero es mas importante entender ese territorio. Yo creo que el nuevo viajero, el viajero que va buscando ese lujo o esa exclusividad, está intentando entender el país que visita, la gastronomía de ese lugar.

No puedes tomarte una ensalmada en Sevilla o una tapa de chicharrón en el País Vasco. Al final, cada sitio, cada tradición o cada artesano tiene su por qué y esa historia la puedes compartir ya sea en un plato o en una habitación, pero sobre todo, en las experiencias. Yo digo que nuestro huésped es un coleccionista de vivencias, continuamente con los cinco sentidos viviendo lo que es la historia, la cultura, la naturaleza, el arte, el bienestar y, por supuesto, el vino y la gastronomía.