El turismo está cambiando. Foto: Getty Images

La generación Z y los millennials prefieren gastar más en experiencias que en alojamiento y o transporte cuando viajan, a diferencia de los babyboomers

Esta es una de las conclusiones más relevantes del último informe de McKinsey & Company, “El estado del turismo y la industria hotelera 2024”, que analiza el futuro del sector.

Virginia Lombraña | 2 Ago 2024

El sector turístico se encuentra en plena transformación, como confirma Javier Caballero, socio de McKinsey & Company, que analiza las tendencias que van a marcar la disrupción turística en los próximos años. “Los cambios en los mercados de origen y en los destinos, la creciente demanda de viajes experienciales y de lujo o las estrategias empresariales innovadoras se combinarán para transformar el panorama futuro. Ante este cambio trascendental, es importante entender las tendencias que hemos identificado en nuestro último análisis”, puntualiza.

El experto señala cómo se ha incrementado de forma exponencial el interés por viajar tras la pandemia: “El turismo doméstico ha ganado un considerable protagonismo y se ha recuperado mucho más rápido que el internacional, representando el 75% del mercado global de gastos en este segmento. Un fenómeno que sugiere la propensión hacia la normalización previa a la pandemia para el año 2030”.

En opinión de Caballero, esto va a provocar que los mercados con menos interés turístico hasta ahora estén evolucionando ya para ser competitivos. “Si bien los destinos de origen tradicionales siguen siendo fundamentales, se observa un rápido crecimiento en países emergentes, como Europa del Este, India o el sudeste asiático. Estas regiones están aportando un aumento significativo en el número de turistas que se desplazan internacionalmente”.

Las experiencias importan

En la actualidad, las personas que viajan buscan, cada vez más, propuestas únicas, y están dispuestas a gastarse más en experiencias que en alojamiento o en transporte. Especialmente, cuanto más joven es el turista: el 52% de la generación Z se da este tipo de caprichos, frente al 47% de los millenials, el 39% de la generación X o el 29% de los babyboomers, según confirma el estudio de McKinsey & Company.

Por otra parte, se observa una redefinición del concepto del lujo en el sector turístico. “Se espera que esta modalidad crezca más rápido que el resto. Asia es el epicentro y se está convirtiendo en el principal emisor, si bien los viajeros luxury no son ya un grupo homogéneo. La segmentación por edad, nacionalidad y patrimonio neto revelan una evolución: muchos no son millonarios y la mayoría tienen menos de 60 años”.

Como consecuencia de todas estas circunstancias, el especialista de la consultora señala que los destinos deben prepararse de cara al futuro del sector turístico. “Los datos sugieren que el 80% de los viajeros visitan solo el 10% de los destinos disponibles en el mundo. La UNWTO predice que en 2030 los turistas alcanzarán los 1.800 millones, un 20% más que en 2019. Conforme aumenta el número, es crítico que los lugares se preparen en estas seis dimensiones: reclutar y formar trabajadores suficientes; apalancar el uso de datos y tecnología para gestionar el flujo; ser estratégicos en los segmentos en los que se quiere focalizar; distribuir la infraestructura y los atractivos para repartir la carga en mayor número de ciudades y espacios; preservar el patrimonio cultural y natural; y explorar distintos mecanismos de financiación (esponsorización de eventos, colaboraciones público-privadas, etc.)”, concluye.