“Cada vez hay más gente que organiza su viaje a Madrid alrededor de un musical”

Madrid se ha consolidado como un atractivo destino turístico gracias a un fenómeno que mezcla talento y emoción: los musicales. Con la Gran Vía convertida en una alfombra roja permanente, espectáculos como El Rey León, Mamma Mia! y Aladdín no solo llenan butacas, también ocupan hoteles, restaurantes y calles. Cada temporada, miles de visitantes llegan atraídos por una cartelera que rivaliza con las de Londres y Nueva York, lo que ha asentado a la capital como foco de ocio de primer orden. Una de las responsables de este éxito es Yolanda Pérez Abejón, quien, desde 2017, dirige Stage Entertainment España, una de las principales compañías internacionales de producción enfocadas en la creación de musicales.

¿Qué os animó a traer estos espectáculos a España hace 25 años?

El público nacional. Es muy disfrutón. Sabíamos que le gustaba el teatro de texto y pensamos que si le ofrecíamos la posibilidad de ver a los actores cantar y bailar, también le interesaría.

Queda claro que teníais razón…

Al principio costó, pero ha funcionado fenomenal. Los musicales son una puerta de entrada a la cultura: resultan accesibles y ayudan a conocer otro tipo de manifestaciones artísticas.

Gana el público y gana Madrid.

Sí, la ciudad se ha posicionado como un destino cultural clave. Cuenta con museos maravillosos, pero el papel de los musicales también ha sido decisivo para este impulso, porque una gran parte de nuestra audiencia son turistas. Al principio, la gente que tomaba la decisión de viajar hasta aquí decía: “Y, de paso, me acerco a ver un musical”. Sin embargo, ahora cada vez hay más personas que organizan todo el viaje en función de los espectáculos que hay en cartel. Es decir, primero sacan las entradas y después planifican lo demás. Por eso creo que somos un motor económico y turístico relevante.

¿Cómo se explica el fenómeno de El Rey León? Va por su decimotercera temporada.

Es algo inédito. Este show tiene una peculiaridad, y es que no funciona en todos los sitios, no es garantía de éxito. Nuestra aspiración era que aquí durase uno o dos años, tres como máximo, pero es que continuamos llenando. Y, además, hemos comprobado que mucha gente que vino de pequeña a verlo repite ahora con sus hijos. Me parece una renovación generacional maravillosa. Creo que es mucho más que un musical, posee una historia que lo vuelve un poquito más... inmortal. Y es que para que un espectáculo de este tipo funcione primero tiene que ser capaz de hacerlo como obra de teatro, más allá de la melodía y el baile.

En septiembre estrenáis Cenicienta. ¿Cuánta gente se ha presentado a vuestras audiciones?

Alrededor de 3.000 personas de todo el mundo de habla hispana. Ha sido un proceso de selección complejo, porque había muchos actores y muy buenos. En eso también se observa un cambio; antes los aspirantes solían tener puntos débiles. Decías: “Canta y baila bien, pero actuar...”. Hoy son perfectos.

¿Por qué Cenicienta?

Es un clásico que traslada al público a otra época. Ya conocemos el cuento, pero esa historia ofrece varias lecturas. Vamos a incluir alguna variación y a imprimirle un aire más contemporáneo, con una orquesta de 20 músicos y la dirección del coreógrafo Anthony Van Laast, el original de Mamma Mia! El resultado será único, lo daremos todo.

A los dos teatros en la Gran Vía, el Lope de Vega y el Coliseum, vais a sumar una nueva apertura, un indicador claro de que existe margen de crecimiento.

Así es. Estamos convirtiendo el antiguo cine IMAX de Madrid en nuestro próximo espacio. Lo inauguraremos a lo largo de 2027 y será un edificio cien por cien sostenible. Al tratarse de un lugar emblemático, recuperaremos su cúpula, que forma ya parte del skyline madrileño. Vamos a levantarlo desde cero, porque queremos introducir en él lo último en tecnología para poder estrenar los musicales de gran formato de la manera más espectacular posible. Será el teatro privado más importante de España y, probablemente, de Europa.