Caro Hotel revoluciona el bienestar en Valencia con Caro Vitals, su sistema inteligente de confort ambiental
Tecnología, patrimonio y sostenibilidad se unen en una propuesta pionera que mide y ajusta en tiempo real la temperatura, la humedad y el ruido dentro del hotel, lo que eleva la calidad de la experiencia del huésped y contribuye a cuidar el edificio histórico donde se encuentra el alojamiento.
En el corazón histórico de Valencia, entre calles que conservan las huellas romanas, árabes y medievales de la ciudad, Caro Hotel ha apostado por ir más allá en su manera de entender el confort. Lejos de la idea clásica del lujo, asociada a materiales nobles o servicios exclusivos, el exclusivo alojamiento ha puesto el foco en un elemento invisible pero decisivo: el bienestar ambiental. Así nace Caro Vitals, un sistema pionero que convierte la experiencia sensorial del huésped en información medible, interpretable y optimizable. Es decir, en datos útiles.
El resultado no es solo una estancia más agradable, sino un nuevo estándar en la industria turística, uno que combina patrimonio histórico, diseño contemporáneo y tecnología inteligente aplicada al descanso.
Un palacio con siglos de historia que mira al futuro
El hotel ocupa el antiguo Palacio del Marqués de Caro, que integra restos de la muralla árabe del siglo XII, arcos góticos y un mosaico romano del siglo II. Dormir aquí es hacerlo sobre capas de historia que se revelan de manera sutil en su arquitectura y en el diseño interior, firmado por Francesc Rifé.
Con solo 26 habitaciones, todas diferentes entre sí, el establecimiento ha apostado desde su origen por el lujo sin estridencias, el silencio, la luz y la personalización. Pero gestionar el confort en un edificio como este supone un reto añadido: la temperatura, la humedad y el ruido no solo afectan al descanso del huésped, sino también a la conservación del propio patrimonio. Es precisamente en ese cruce donde Caro Vitals encuentra todo su sentido.
Digitalizando los sentidos del hotel
Caro Vitals no es un spa ni un programa de wellness al uso. Se trata de una infraestructura tecnológica invisible diseñada para monitorizar y controlar en tiempo real lo que el hotel define como “armonía sensorial”. El proyecto se ha desarrollado en colaboración con Libelium, empresa especializada en tecnología IoT, y Fandarama, responsable del diseño de la experiencia de usuario.
Bajo el lema “Bienestar que se siente”, Caro Vitals busca transformar la gestión del confort pasando de una lógica reactiva a una gestión proactiva, predictiva e inteligente del entorno. El objetivo es claro: que el huésped no tenga que pedir nada porque el espacio ya está adaptado a sus necesidades antes incluso de percibir cualquier incomodidad.
Tecnología al servicio del descanso
El núcleo del sistema se basa en la implantación de una red de dispositivos Libelium One, sensores de alta precisión –discretos y no intrusivos– instalados en habitaciones y zonas comunes que recogen datos ambientales clave de forma continua: temperatura, humedad y niveles de ruido. Toda la información se envía a iris360, la plataforma de inteligencia de Libelium, que actúa como el cerebro del sistema. Allí, se procesa y se traduce en el Índice de Confort, expresado en una escala comprensible de 0 a 100.
Gracias a esta labor, el equipo del hotel puede conocer en tiempo real el estado de cada espacio, recibir alertas automáticas si algún parámetro se desvía de los valores óptimos y anticiparse a las necesidades del huésped. Por ejemplo, cuando el nivel de ruido supera los 57 decibelios o cuando la temperatura se aleja del rango considerado ideal, situado en torno a los 22,5 °C, es posible reajustarlos en el momento.
Sostenibilidad y eficiencia en un edificio histórico
Más allá de la experiencia del cliente, Caro Vitals posee una dimensión clave en términos de sostenibilidad y eficiencia energética. La monitorización constante permite optimizar el uso de sistemas de climatización, evitar consumos innecesarios y reducir el impacto ambiental. Y eso es fundamental en un edificio histórico como el Palacio del Marqués de Caro, ya que las variaciones extremas pueden afectar a muros, materiales originales y elementos decorativos. En este sentido, la tecnología se convierte en un aliado del patrimonio.
Este compromiso con la innovación responsable ha sido reconocido por la Unión Europea. El desarrollo ha contado con financiación a través del proyecto ST3ER, orientado a impulsar la transformación del turismo hacia modelos más sostenibles e inteligentes.
