Este palacio art déco convertido en hotel de lujo tiene la azotea más buscada de Valencia
El recién inaugurado Grand Hotel Centenari oculta en su planta más alta una azotea increíble: The Rooftop. Soul of 1927, con vistas al centro y tapas deliciosas.
Arrullado por el susurro del mar Mediterráneo, el Levante español es una suerte de paisaje de postal lleno de rincones preciosos. Los litorales infinitos y los restaurantes con los mejores arroces son solo el comienzo en esta región rica en belleza, donde es posible encontrar desde lagunas rosas hasta piscinas naturales increíbles. Incluso las ciudades más visitadas, como Valencia, ocultan secretos. Y en la capital merece la pena descubrir los del Grand Hotel Centenari.
Se encuentra escondido a plena vista, en el emblemático edificio Telefónica que los arquitectos Santiago Esteban de la Mora e Ignacio de Cárdenas Pastor comenzaron a levantar hace cien años, en 1925. Ha sido ACHM Hotels by Marriott quien ha restaurado este palacio art déco que, durante décadas, ha vigilado de forma silenciosa el centro de la ciudad.
Así es la mejor azotea de Valencia
Pero los días de silencio se han acabado. Donde hasta hace poco tan solo había quietud, ahora encontramos algunas de las propuestas gastronómicas y de ocio más vibrantes de la ciudad. Coctelería de autor, restaurantes que enamorarían hasta al más sibarita gracias a sus platos elaborados con el mejor producto y, lo mejor de todo, un rooftop desde donde admirar el skyline valenciano.
Su apertura era, tal vez, la más esperada. Y se ha demorado hasta septiembre, es cierto, pero ha merecido la pena. Ahora, la azotea de este edificio icónico abre de 18:30 a 00:30 de lunes a viernes, y desde las 12:30 sábados y domingos, y tanto huéspedes como visitantes pueden disfrutar de las increíbles vistas.

Mientras el bullicio típico del centro de la ciudad vibra a nuestros pies, las joyas arquitectónicas que rodean la plaza del Ayuntamiento se alzan a nuestro alrededor. El edificio de Correos, ejemplo del modernismo valenciano, la Casa Consistorial, de estilo neoclásico, y la Casa Ernesto Ferrer rozan con sus torres y sus cúpulas el cielo de la capital, tan cerca de nosotros que casi se pueden rozar con los dedos.
Para rematar la experiencia, The Rooftop. Soul of 1927 ofrece un abanico de sabores que nos trasladan desde el Mediterráneo, con su tapa de caviar, hasta el Cantábrico con sus anchoas, así como una carta de cócteles de autor que encandilarían hasta al mejor bartender.

Dentro del Grand Hotel Centenari de Valencia
La esencia art déco va más allá de las líneas rectas y las formas simétricas de la fachada. Se infiltra entre la madera y el cristal de las ventanas para llegar hasta el piano que preside el lobby. Allí, bajo las lámparas que iluminan la noche en blanco y dorado, se encuentra Soul of 1927: un restaurante donde la gastronomía local brilla gracias a platos como la coca d’esgarraet con bacalao y pimientos o la titaina valenciana con ventresca de atún.

Al subir un poco y adentrarse en el laberinto de habitaciones de las plantas superiores, cuesta diferenciar si nos encontramos en el presente, en Valencia, o quizás en los años 20 en Chicago. Pero es fácil recordarlo una vez dentro, donde nos reciben los cuadros de las zonas más emblemáticas de la ciudad del Turia, como la Estación del Norte o la Casa Judía.
Aunque quizás, la mejor forma de empaparse del carácter artístico de la ciudad no sea contemplar las imágenes de las paredes, sino asomarse a la ventana y admirar la plaza del Ayuntamiento o, en su defecto, la calle de Ribera. Aún mejor es admirarlo desde la azotea, con un Negroni o un Soul Fashioned en la mano. Pero nada se compara con salir ahí fuera y dejarse envolver por una ciudad que, más allá del Oceanogràfic y la catedral, tiene mucho por ver.