Este pueblo amurallado es el más bonito de Valencia: tiene un castillo andalusí y un acueducto único

Este pueblo amurallado es el más bonito de Valencia: tiene un castillo andalusí y un acueducto único

Situado a una hora y media de Valencia, Alpuente se ha convertido en el primer municipio de la provincia en entrar en el listado de Los Pueblos Más Bonitos de España.

Lucía Lorenzo | Diciembre 27, 2025

Valencia es uno de los destinos más visitados de España gracias a su belleza arquitectónica, su patrimonio cultural, su clima privilegiado y su gastronomía. Quienes viajan hasta allí pueden probar la mejor horchata del mundo, bañarse en las cálidas aguas del Mediterráneo y hasta alojarse en un palacio art déco convertido en hotel de lujo. Y, pese a todo, la lista de Los Pueblos Más Bonitos de España aún no se había fijado en esta provincia. Pero el bello Alpuente ha llamado su atención.

Se encuentra elevado sobre un cerro, al sur de la sierra de Javalambre, y situado a una hora y media de Valencia capital. Entre las cumbres que lo rodean, se ocultan siglos y siglos de historia, que se derraman y se filtran por cada recoveco que queda entre las piedras que asfaltan las calles. Con castillos, murallas y hasta un acueducto, este municipio valenciano es casi un museo al aire libre. Alrededor, la montaña respira tranquila, y regala a los visitantes una buena dosis de aire fresco.

Historia y calma en el pueblo más bonito de Valencia

Su privilegiada posición a unos 1.000 metros de altitud ha hecho que Alpuente haya estado poblada desde la Edad de Bronce. Pero este no es uno de esos sitios donde la historia se encuentra guardada entre los gruesos tomos de viejas enciclopedias. Todo lo contrario. Basta con pasear por sus calles para encontrar restos de los tiempos de los íberos, los romanos y los musulmanes.

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Alpuente está en lo alto de un cerro. Foto: Ayuntamiento de Alpuente.

Capital del antiguo reino de la taifa de Alpuente, conserva del siglo XIII un castillo que, desde lo alto, vigila la totalidad de los alrededores. Más antiguas aún son las murallas, que datan del siglo XI y de las que aún se mantienen en pie, y bastante bien conservados, unos 600 metros. Pasear por su casco histórico, donde aún se pueden ver joyas tan espectaculares como la Torre Aljama, es volver siglos atrás.

Esto no es lo único que se mantiene en un buen estado de conservación, es evidente cuando caminamos por el casco antiguo. Entre calles empedradas, casonas con blasones, antiguos hornos y fachadas blanquecinas que reflejan la luz del sol, descubrimos un destino interesantísimo, donde las casas nobiliarias solían ser una cosa común.

Qué ver en Alpuente

Al caminar por Alpuente, uno se adentra en un casco histórico declarado conjunto histórico-artístico, lleno de rincones que invitan a detenerse. Las ruinas del castillo, en la parte más elevada del pueblo, se pueden ver desde casi cualquier lugar. Si te acercas, descubrirás restos romanos y árabes, algún que otro pasadizo y la imponente Torre de la Veleta, sin duda la parte en mejor estado de la fortaleza.

Si nos alejamos del casco histórico del pueblo, nos encontramos con el Acueducto de Los Arcos: una construcción medieval levantada allá por el siglo XVI que fue declarada Bien de Interés Cultural. Está formada por trece arcos apuntados, que llevaban hasta la localidad las aguas de la Fuente Nueva.

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El acueducto medieval de Alpuente. Foto: Ayuntamiento de Alpuente.

Pero no nos distanciemos demasiado, pues en el pueblo aún nos quedan por ver sus espacios culturales. Nos referimos al Museo Etnológico de Alpuente, que está situado en el interior de un horno medieval y difunde las tradiciones del lugar, y el Museo Paleontológico de Alpuente, que exhibe los huesos de dinosaurios y los restos fósiles encontrados en los alrededores.

Al combinar patrimonio medieval, naturaleza serrana y fragmentos de un pasado muy anterior al nuestro, Alpuente se ha convertido en un destino único dentro de España. Más allá de su legado arquitectónico, su entorno natural sume al visitante en una atmósfera de tranquilidad, lo que lo convierte en la escapada ideal para quienes buscan alejarse del bullicio.

Cómo llegar a Alpuente

Llegar hasta Alpuente es bastante sencillo desde Valencia, pues se encuentra a una hora y veinte minutos en coche de la capital. La ruta habitual pasa por la CV-35 hasta Titaguas y, luego sigue la CV-345, que lleva directamente hasta la entrada del municipio. Una vez allí, lo mejor es dejar el coche y aventurarse a recorrer el casco histórico a pie.

Piérdete por las callejuelas, recorre la muralla y sube hasta el castillo. La Ruta de la Taifa, que recorre el casco histórico y permite la entrada a los museos, es la mejor forma de conocer el mejor pueblo de Valencia. Las visitas tienen lugar los festivos, los sábados y los domingos a las 12.00, previa reserva a través de la página de turismo de Alpuente, y tienen un precio de 5 €.

TURIUM TIPS

Para comer, te recomendamos reservar mesa en La Cueva: un restaurante especializado en comida peruana donde puedes probar platos como la causa limeña y el ceviche (que está excelente). También merecen la pena los cócteles, aunque sin duda nuestra parte favorita fue la terraza, desde donde se tienen unas vistas espectaculares. Un imprescindible si el tiempo lo permite.
Si te gustan las rutas de senderismo, te encantará la que recorre el Reguero de Alpuente. Se trata de un camino que parte del pueblo y llega hasta el barranco del Reguero, donde encontramos una cascada y una poza que, pese a no ser aptas para el baño, son dignas de admirar. Sin duda, el paisaje perfecto para pasar un día en contacto con la naturaleza.
La historia de Alpuente no se remonta tan solo a la Edad Media, pues el territorio cuenta con un importante patrimonio paleontológico procedente del periodo de transición situado entre el Jurásico Superior y el Cretácico inferior, con restos y huellas fosilizadas de grandes saurópodos y otros herbívoros. Este legado convierte al municipio no solo en una joya medieval, sino también en un lugar de interés para la paleontología y la historia natural.