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Ni el Alcázar de Segovia ni el castillo de la Mota, esta es la fortaleza donde vivió el Cid

Ni el Alcázar de Segovia ni el castillo de la Mota, esta es la fortaleza medieval de Castilla y León donde vivió el Cid
Se dice que el Cid vivió en el lugar donde se encuentra el Castillo de Sotopalacios, una fortaleza medieval situada en la provincia de Burgos que ha llegado a nuestros días en un excelente estado de conservación.
Como si quisiese hacer honor a su nombre, Castilla y León está plagada de fortalezas medievales que nos hablan de tiempos pasados, en los que las guerras se sucedían una tras otra. Construcciones como el castillo de Sotopalacios, que se alza en mitad de los campos del municipio de Merindad de Río Ubierna, en Burgos, donde también encontramos el pueblo más bonito del norte de España.
De aspecto robusto y rodeado de campos dorados, a esta fortificación se la conoce como el Castillo del Cid. Y es que, aunque los historiadores no terminan de demostrar la veracidad de esta teoría, la leyenda cuenta que en este enclave se encontraba la casa solariega de la familia del Cid. Al fin y al cabo, era aquí donde por aquel entonces se hallaba la frontera con Navarra, que el padre de este personaje histórico defendió con ahínco.
La historia del Castillo de Sotopalacios
Nacido a mediados del siglo XI, Rodrigo Díaz de Vivar se ha convertido en uno de los personajes más importantes de la historia de nuestro país. Conocido como el Cid Campeador, este líder militar logró conquistar todo el Levante peninsular y hasta llegó a establecer en Valencia un señorío independiente del mandato de cualquier rey.
Aunque las pruebas son escasas, se cree que el Cid nació en Quintanilla Vivar, un municipio situado en el mismo valle del río Ubierna que colinda al norte con Sotopalacios, donde podría haber estado la casa en la que vivió Rodrigo Díaz de Vivar. Si bien no hay pruebas que demuestren que el castillo se alza en el lugar donde estuvo la vivienda, es cierto que muy cerca se encuentran los molinos con los que la familia producía harina.

Tampoco se sabe la época exacta en la que se levantó el castillo de Sotopalacios, aunque los historiadores creen que fue allá por el siglo XIV. Teniendo en cuenta que han pasado siete siglos desde aquello, parece casi un milagro que la construcción haya llegado en buen estado hasta nuestros días.
Así es el castillo en el que vivió el Cid
Y es que, aunque en su historia más reciente fuera utilizado como polvorín, la fortaleza permanece entera, principalmente gracias a los trabajos de mantenimiento de César San José Seigland, antiguo propietario del inmueble y creador de la Fundación Castillo del Cid, destinada a la protección del fuerte.

Aunque a día de hoy no es posible visitar el interior, pues se trata de una propiedad privada, basta con acercarse para comprobar que su grandeza sigue intacta. La construcción, de planta cuadrada, cuenta con tres torreones de estilo gótico-militar y está organizada alrededor de un patio central. Entre sus gruesos muros vivieron familias nobles como los Padilla, los Medinaceli o los Lerma.
Y, pese a que no hay nada más a su alrededor que nos recuerde a aquella época, parece que el tiempo se mueve de manera diferente a su alrededor, como si al cruzar sus puertas uno pudiese asomarse de nuevo al siglo XIV.
Qué ver cerca de Merindad de Río Ubierna
Con menos de 1.500 habitantes, Merindad de Río Ubierna es un pequeño pueblo, que surgió como resultado de la unión de varios municipios en la década de los 70. En sus territorios, podemos encontrar joyas muy poco conocidas que, sin embargo, harían las delicias de cualquier amante de la historia.
Hablamos de lugares como la Necrópolis de la Polera, que data de la Edad del Hierro y se encuentra ubicada en el Monte de Ubierna. No es la única maravilla que ha llegado hasta nuestros días, pues aquí encontramos numerosos templos de gran belleza, como la iglesia de San Juan Bautista, en Villanueva de Río Ubierna o la iglesia de Nuestra Señora de Acorro, en Sotopalacios.

También en Sotopalacios merece la pena visitar la Torre-Palacio de los Díez Ortega, que data del siglo XVI y destaca sobre los alrededores por su fachada de estilo renacentista. Y no podemos irnos sin mencionar la preciosa casona blasonada de Villaverde de Peñahorada.