Con 7000 años de historia, Belgrado es una de las ciudades más antiguas de Europa. Foto: Pexels.

Ni Grecia ni Italia, la ciudad más antigua de Europa está en Serbia y estuvo a punto de ser destruida

Considerada una de las ciudades más antiguas de Europa, Belgrado resiste el paso del tiempo y el efecto de las guerras y se posiciona como una de las capitales europeas que más merece la pena visitar.

Lucía Lorenzo | 16 Dic 2024

Apresada entre el río Danubio y el Sava, Belgrado resiste los embistes del tiempo como una fortaleza indestructible. A lo largo de los siglos ha sido centro de conflictos, víctima de bombardeos y motivo de numerosos intentos conquista, pero de algún modo ha logrado sobrevivir al paso del tiempo, que en muy contadas ocasiones ha sido misericordioso con ella. El instinto de supervivencia y la capacidad de regeneración han hecho posible que hoy podamos considerar al centro de la antigua Yugoslavia la ciudad más antigua de Europa.

La que hoy es capital de Serbia ha vivido un sinfín de etapas. El pueblo Vinça, uno de los más antiguos de Europa, ya se asentó a orillas del Danubio hace 7.000 años. Tras ellos llegaron los celtas, los romanos y el Imperio bizantino. También la conquistaron los hunos, los sármatas, los ostrogodos, los ávaros y los eslavos. Muestra del peso histórico que carga sobre sus hombros, hace algún tiempo se encontraron restos de neandertales junto a un céntrico mercado de la ciudad. Durante un breve instante, Belgrado se abrió en canal para mostrar su pasado. Después siguió adelante, como siempre ha hecho.

Qué ver en la ciudad más antigua de Europa

Algunos dicen que Belgrado es un puzle de mil piezas donde caben todas las culturas, un mosaico hecho con retales que cuenta su propia historia. Otros creen que es un milagro, una ciudad que no debería existir y que, sin embargo, siempre resurge de sus cenizas.

La guerra ha dejado una huella indeleble en la capital serbia. Por ella han pasado más de 120 guerras y sus calles han sido conquistadas por más de 40 ejércitos. La fortaleza de Kalemegdan, situada en el parque del mismo nombre, ha sido destruida en 44 ocasiones desde que fuera construida en el año 279 a.C. Sus puertas siempre están abiertas a los visitantes y, al caminar entre sus muros de piedra, la historia se abalanza sobre uno como un muro de carga.

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La fortaleza de Kalemegdan ha sido destruida en 44 ocasiones. Foto: Pixabay.

Pero el castillo no es lo único que merece la pena ver en el parque de Kalemegdan. Las vistas a la desembocadura del Danubio se divisan a la perfección desde aquí, debido a su posición privilegiada en lo más alto de una colina. Al pasear por el parque te encontrarás con el pozo romano, con el Museo Militar de Belgrado y con la estatua Pobednik, que conmemora la victoria serbia sobre los otomanos y los astrohúngaros.

Paradas obligatorias en el centro de Belgrado

Hay mucho que ver más allá del pulmón verde de la ciudad. Saliendo del parque podrás recorrer la Calle Knez Mihailova, una avenida llena de tiendas que está protegida debido a su carácter monumental y que ha sido considerada una de las más bonitas de Europa del Este. No es de extrañar, porque algunos de los edificios más emblemáticos se encuentran allí: desde el Srpska Kruna Hotel, con su fachada blanca de estilo romántico, hasta la imponente sede de la Academia de las Artes y de las Ciencias de Serbia.

Aunque el paseo merece la pena, quizás la recompensa más gratificante se encuentra al final de este paseo. Al llegar a la Plaza de la República, la vista se va a la estatua ecuestre del príncipe Mihailo III, primero, y al Museo Nacional de Serbia después. La estatua, de un color verdoso, producto del paso del tiempo, combina a la perfección con el techo abovedado de este edificio que deslumbra con su fachada roja y blanca.

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En el interior del museo encontrarás obras de artistas como Renoir, Rubens, Gauguin o Van Gogh. También podrás ver multitud de pinturas religiosas y esculturas de algunos de los mejores artistas de la historia, como la Cabeza de toro de Picasso, el Cristo atado a una columna de Pedro Roldán y la Piedad Bandini de Miguel Ángel.

Antes de dejar la ciudad más antigua de Europa atrás, tienes que visitar las galerías subterráneas de Belgrado. Este laberinto oculto fue construido por los romanos y a lo largo de la historia ha sido utilizado por la población para protegerse de los ataques enemigos. Los túneles, que se pueden visitar, constituyen una parte indispensable de la historia de la ciudad, eternamente oculta, pero nunca olvidada.

Un último dato curioso: aunque el idioma oficial es el serbio, el español se popularizó enormemente en este país gracias a las series españolas y mexicanas. Por eso puedes disfrutar de visitas guiadas en español por los lugares más emblemáticos de la ciudad. Y, si tienes suerte, quizás algún serbio entable conversación contigo al escucharte hablar.

TURIUM TIPS

Puedes entrar al Museo Nacional de Serbia de manera gratuita los domingos. El resto de los días el precio de la entrada oscila entre los 300 y los 600 dinares serbios, en función de la exposición de arte que se quiera visitar. No acudas el lunes, pues permanece cerrado.

La mejor forma de visitar los subterráneos de Belgrado es haciendo una visita guiada. Con un precio aproximado de 15 €, el tour recorre los rincones más escondidos de la historia de la capital de Serbia.

Para comer, te recomendamos reservar en el restaurante Mezestoran Dvorište, un local situado muy cerca de la Plaza de la República donde puedes probar la comida tradicional de este país.