El pueblo blanco más bonito de España está en las islas Canarias: tiene una cascada en el casco urbano y se come genial
Firgas es uno de los pueblos más bonitos de Gran Canaria. Foto : iStock.

El pueblo blanco más bonito de España está en las islas Canarias: tiene una cascada en el casco urbano y se come genial

En el norte de Gran Canaria se encuentra uno de los pueblos blancos más bonitos de todo el territorio español. Hablamos de Firgas, una localidad preciosa donde siempre brilla el sol.

Lucía Lorenzo | Octubre 13, 2025

Resplandecientes bajo la omnipresencia de los rayos del sol, las islas Canarias reciben el otoño con el acento sureño que las caracteriza. Allí, el mercurio aún no baja de los veinte grados como si el verano se negase a abandonar las islas. En Gran Canaria, el sol convierte la superficie del mar en un espejo, y los pueblos blancos, como Firgas, en el paisaje de una postal.

A pesar de que se encuentra a tan solo veinte minutos en coche de Las Palmas de Gran Canaria, al llegar parece que hemos entrado en otro país. Incluso en otra época. La arquitectura tradicional, el gran molino del siglo XVI que continúa en funcionamiento y los azulejos que decoran las calles trasladan a quienes lo visitan a un tiempo en el que los minutos pasaban más despacio. Y es de agradecer, porque este es uno de esos lugares que se disfrutan mejor recorriéndolo con calma.

Un paseo por Firgas, el pueblo blanco más bonito

Como traspasar las hojas de un libro y encontrarse de pronto rodeado por la inimaginable belleza de un mundo de fantasía, visitar Firgas es como entrar en un cuento. El cielo, casi siempre despejado, brilla teñido de un color azul intenso. Las fachadas blancas, tan típicas de la zona, resaltan contra la cúpula celeste igual que pasa en lugares como Tejeda.

Pero sin duda, lo más bonito es la cascada que atraviesa la calle principal: el Paseo de Canarias. Se trata de un salto de agua artificial, de treinta metros de largo, que baja de forma escalonada entre muros blancos, decorados con azulejos, y parterres repletos de flores de colores.

texto alternativo
El Paseo de Canarias, en Firgas. Foto: Lucía Lorenzo.

La vía por la que baja el cauce de la fuente es preciosa: a los lados, los bancos, con azulejos amarillos y azules, y los mosaicos con los nombres de los municipios de Gran Canaria recuerdan a la Plaza España de Sevilla. Algo más arriba, podemos ver las islas Canarias representadas en una serie de composiciones de azulejos que han convertido el centro del pueblo en un museo al aire libre.

El agua, que baja esquivando los pasos de los visitantes, proviene de los manantiales y las pozas que rodean la localidad y que la han hecho ganarse el sobrenombre de la Villa del Agua. Tal vez sea la cercanía de estos manantiales lo que hace que el término municipal se encuentre rodeado de naturaleza, lo que explica que los aborígenes la llamaran “afurgad”, que significa “lugar de vegetación” o "pradera".

Qué ver en Firgas más allá de su calle principal

Pequeño y encantador, este pueblo de casas blancas se disfruta paseando. Es así como nos encontramos con la preciosa iglesia de San Roque, que se encuentra en la plaza del mismo nombre. Aunque el templo original fue construido en el siglo XVI, el aspecto que tiene hoy en día, con sus arcos de medio punto y sus pinturas murales, se debe a una reconstrucción que terminó en 1923.

texto alternativo
La iglesia de San Roque, en Firgas. Foto: Wikimedia Commons.

En la misma plaza se encuentran el ayuntamiento y el mirador, con unas vistas panorámicas tan amplias que nos permite divisar el mar fundiéndose con el cielo. A nuestros pies, las casas se transforman en puntos blancos, y los tejados de teja rojiza se confunden con un mar de lava que va a perderse en la costa.

Si seguimos caminando, llegaremos a un lugar de lo más curioso: el Molino de Firgas, que lleva en pie desde 1517 y continúa en uso a día de hoy. De hecho, es el molino en uso más antiguo del archipiélago canario. Además, en su interior se puede visitar el Museo del Gofio, que cuenta con tres salas: la del tostadero, la del molino y el granero, y la del ganadero, que muestra los utensilios utilizados para la labranza.

Aunque desde fuera parece pequeño, te aseguramos que merece la pena entrar. Se trata de un lugar único para conocer la historia, el modo de vida y la economía de este lugar. Como un chapuzón directo al corazón de las canarias, entrar al museo nos trasladó directo al pasado; no obstante, asegúrate de llamar antes de entrar pues, aunque la entrada es gratuita, es necesario concertar la visita antes.

Uno de los pueblos donde mejor se come de Canarias

Sería imposible elegir tan solo un sitio para probar la gastronomía canaria, pero la experiencia nos dice que Firgas es una excelente elección. Al fin y al cabo, fue aquí donde probamos las mejores papas arrugás de nuestro viaje por Gran Canaria, concretamente en La Tasca de Canarias, donde las cocinan hasta que quedan doradas y crujientes por fuera y jugosas por dentro.

El trato es amable, la cocina casera y los platos, completamente auténticos. Nuestros favoritos fueron las croquetas de cochino negro, el plato de carne de cabra y, por supuesto, la tarta de queso. Para beber, pedimos cerveza de la marca Tropical, producida en la isla.  Si el tiempo lo permite, lo mejor es comer en la terraza, donde se puede disfrutar del animado ambiente del pueblo.

TURIUM TIPS

Si te gusta la naturaleza, desde Firgas puedes realizar una ruta de senderismo circular de 6,4 kilómetros y de cierta dificultad que pasa por cascadas espectaculares y llega hasta el barranco de Azuaje. Aunque el sendero es más espectacular durante la primavera, debido a la frondosa vegetación que lo rodea, merece la pena acercarse en cualquier época del año, pues se pueden disfrutar de vistas increíbles de los alrededores.
Muy cerca de Firgas, se encuentra la localidad de Arucas: un pueblo igualmente blanco y precioso que destaca por su enorme catedral de estilo neogótico, cuya piedra negra contrasta con las brillantes fachadas de los edificios colindantes.
En Arucas puedes entrar tanto en las Destilerías de ron Arehucas como en la Hacienda la ReKompensa: la única finca de plátanos visitable de todo Europa, que cuenta con más de treinta variedades de plataneras y ofrece, al terminar la visita, una cata de productos típicos canarios.