Vistas espectaculares y puentes medievales en esta ciudad de Bosnia-Herzegovina que parece sacada de un cuento fantástico
Mostar es una de las ciudades más bonitas de Bosnia-Herzegovina. Foto : Pixabay.

Vistas espectaculares y puentes medievales en esta ciudad de Bosnia-Herzegovina que parece sacada de un cuento fantástico

Debido a su arquitectura medieval, Mostar es un lugar mágico que ofrece una combinación perfecta de historia, arquitectura, naturaleza y cultura. Te contamos qué ver en Mostar, desde el famoso puente Stari Most hasta el encantador casco antiguo.

Lucía Lorenzo | Junio 5, 2025

Situada en el corazón de Bosnia-Herzegovina, la ciudad de Mostar es uno de esos lugares que, al visitarlos, parecen salidos de un cuento de hadas. Sus calles empedradas, que parecen detenidas en el pasado, y la belleza que ofrece su entorno natural, hacen de este un destino único e inolvidable. La ciudad es un crisol de culturas y tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos. Para nosotros, esta ciudad poco conocida es uno de los destinos más atractivos del sureste de Europa, con un ambiente tan mágico que es imposible no enamorarse de él.

Así es la ciudad de Bosnia-Herzegovina que parece de cuento

Aunque es poco conocida, quienes la visitan a menudo recuerdan Mostar por sus calles pintorescas y por sus edificios de piedra, que se mantienen ajenos al paso del tiempo y parecen sacados de un libro de historia. También por la omnipresencia del río Neretva, que atraviesa la ciudad como si, sobre ella, se hubiera derramado un bote de pintura turquesa, intensa e inagotable.

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El río Neretva, a su paso por Mostar. Foto: Pixabay.

Sin embargo, lo que realmente hace mágica a Mostar son sus detalles arquitectónicos: su famoso puente, las torres que amenazan con rozar el cielo y las casas bajas, que parecen sacadas de una postal en tonos sepia. Casi pareciera que el pueblo se mantiene intacto hace muchos siglos, mientras los viandantes manchan sus calles con los colores de un futuro que aún no tiene cabida aquí.

Numerosas culturas han dejado su huella en este destino, lo que ha moldeado sus múltiples facetas. Desde la otomana hasta la veneciana, pasando por ilirios, romanos, austroúngaros y yugoslavos, cada uno de estos pueblos han escrito una hoja en la historia de un lugar que, a día de hoy, aún puede presumir de su multiculturalidad, donde musulmanes bosnios, croatas y serbios conviven en paz. Un lugar donde sentirte acogido, sin importar quién eres o de dónde vienes.

Qué ver en Mostar

Si estás planeando visitar Mostar, estás de suerte, porque está lleno de puntos clave que harán de tu viaje un recuerdo único. Empezando por Stari Most, o Puente Viejo: una construcción que fue levantada en el siglo XVI, en los años del Imperio Otomano, y que da nombre a la ciudad, pues Mostar significa puente. Lamentablemente, el original fue destruido en 1993, durante la Guerra de Bosnia, aunque la reconstrucción del 2004 es muy fiel a la original.

Gracias a su historia, y también a su destrucción, el Stari Most es un símbolo de la resiliencia de una ciudad que ha sabido levantarse de sus propios escombros. Además, se trata de una atracción muy popular, pues desde aquí se disfrutan de unas vistas espectaculares del casco antiguo y del río, que serpentea a su paso por esta bonita ciudad.

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Las vistas de Mostar son espectaculares. Foto: Pixabay.

Por supuesto, el centro histórico de Mostar es otra de las visitas obligadas. Lleno de calles estrechas y empedradas, bazares pintorescos y tiendas de recuerdos, tiene un ambiente único. También cuenta con influencias otomanas que se mezclan con elementos venecianos y bálcanicos. Pasear por el casco antiguo te permite sumergirte en la historia de la ciudad, admirando sus casas tradicionales, los mercados locales y la mezquita Koski Mehmed Pasha, un lugar de culto que ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de la ciudad.

Si te gusta la arquitectura, tienes que pasar por la Casa Muslibegović, el ejemplo por excelencia de la arquitectura otomana en Mostar. Esta casa, construida en el siglo XVIII, era la residencia de una familia adinerada y se mantiene casi intacta, mostrando cómo era la vida en la época otomana. La casa está abierta al público y permite ver de cerca las lujosas habitaciones, los muebles originales y los objetos que pertenecieron a la familia Muslibegović. Es un lugar ideal para los amantes de la historia y la arquitectura, y ofrece una visión profunda de la vida en Mostar en tiempos pasados.

Otra de las paradas imprescindibles en Mostar es la mezquita Koski Mehmed Pasha, una de las mezquitas más emblemáticas de la ciudad. Situada cerca del puente Stari Most, la mezquita ofrece una vista espectacular de la ciudad desde su minarete, lo que la convierte en uno de los mejores lugares para tomar fotos. El interior de la mezquita es igualmente impresionante, con detalles decorativos que reflejan la riqueza cultural de la época otomana y que te harán olvidar que estás en el presente.

TURIUM TIPS

Si quieres souvenirs únicos, visita las tiendas locales del centro: aquí encontrarás alfombras tejidas a mano, joyas de plata y productos de cuero de la mejor calidad. Además, tienes que probar el café turco, que se sirve en muchas de las cafeterías de esta zona, y disfrutar de un ambiente relajado mientras observas el ir y venir de los turistas y locales.
Disfrutar de la gastronomía local: la comida en Mostar es una mezcla de sabores balcánicos y otomanos. No dejes de probar los tradicionales ćevapi (brochetas de carne), el burek (hojaldre relleno) y, por supuesto, los postres como el tufahija (manzana rellena con nueces y azúcar). Los restaurantes junto al río Neretva ofrecen un ambiente ideal para probar estos manjares mientras disfrutas de las vistas.
Si eres amante de la naturaleza y las caminatas, Mostar está rodeada de montañas que ofrecen increíbles rutas de senderismo. Puedes subir al Monte Hum, que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y de la región circundante. Además, la zona es ideal para desconectar, con paisajes que incluyen bosques, ríos y pequeñas aldeas.