Este palacio de Gaudí está en Astorga: parece sacado de un cuento
Fue proyectado por el arquitecto Antoni Gaudí. Foto: Wikimedia Commons

La obra más desconocida de Gaudí está escondida en Astorga: un palacio neogótico que parece sacado de un cuento

Gaudí en León suena raro, pero es real: en Astorga diseñó un palacio neogótico de cuento, menos famoso que sus obras en Barcelona, pero igual de fascinante. Arquitectura, historia y chocolate en una sola escapada.

Aleks Gallardo | 18 Feb 2025

Cuando se habla de Gaudí, la mente viaja rápida y automáticamente a Barcelona: la Sagrada Familia, el Park Güell, la Casa Batlló… Pero resulta que el genio catalán dejó su firma en un rincón inesperado de Castilla y León. Entre catedrales góticas y murallas romanas, en la ciudad leonesa de Astorga, se esconde uno de sus proyectos más desconocidos: un palacio neogótico con el inconfundible sello modernista del maestro. No hay dragones de mosaico ni balcones ondulados, pero hay torres afiladas, vidrieras de colores y un aire de fantasía que desconcierta y fascina a partes iguales.

El Palacio Episcopal de Astorga es como si Gaudí hubiera intentado diseñar Hogwarts. Encargado a finales del siglo XIX, tras un incendio que redujo a cenizas el antiguo edificio, el arquitecto aceptó el reto y lo convirtió en una de sus obras más singulares. Un castillo de piedra blanca, con detalles góticos y guiños modernistas, que hoy alberga el Museo de los Caminos, dedicado al Camino de Santiago. Y, aunque es menos famoso que sus proyectos barceloneses, sigue teniendo algo que hipnotiza a los visitantes.

La obra de Gaudí que él nunca vio

Lo curioso de este palacio es que, en realidad, Gaudí nunca llegó a verlo terminado. Cuando llevaba la mitad del proyecto, abandonó la obra por desavenencias con la diócesis. El arquitecto, que no tenía mucha paciencia para lidiar con burocracias eclesiásticas, dejó el trabajo en manos de otros, y el edificio se acabó sin él. Aun así, su huella es inconfundible: arcos parabólicos, decoración en piedra con detalles naturalistas y una estructura que, si bien más contenida que en otras de sus creaciones, sigue pareciendo de fábula.

El interior, en cambio, no sigue la misma línea. Aquí es donde se nota la mano de sus sucesores. Aunque hay detalles llamativos, como la gran escalera de acceso o las vidrieras de la capilla, el diseño general es más sobrio. Eso sí, la ubicación y la estructura externa hacen que la visita valga la pena, especialmente si te interesa ver cómo Gaudí adaptó su estilo fuera de su hábitat natural.

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Interior del Palacio de Gaudí en Astorga. Foto: Palaciudegaudi.es

Así es el Palacio Episcopal de Astorga de Gaudí

Si te decides a visitar el Palacio de Gaudí, hay algunos puntos clave que no deberías pasar por alto:

Las torres puntiagudas, que parecen sacadas de una ilustración medieval, pero tienen ese punto fantástico tan del autor.
Las vidrieras de colores llamativos que contrastan con la sobriedad de la piedra y filtran la luz de manera espectacular.
El Museo de los Caminos: puede que no fuera el uso previsto para el edificio, pero si te interesa el Camino de Santiago, aquí tienes piezas de lo más curiosas.
El contraste con la catedral: justo al lado del palacio está la Catedral de Astorga, una maravilla gótica que deja claro que, aunque Gaudí innovó, la tradición aún tenía mucho peso en la arquitectura religiosa de la época.
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La muralla de Astorga, junto al Palacio de Gaudí. Foto: Palaciodegaudi.es

Más allá del palacio: qué hacer en Astorga

Quedarse solo con la visita al Palacio de Gaudí sería como pedir un café solo en un lugar especializado en repostería: un desperdicio. Astorga y su entorno ofrecen una mezcla inesperada de historia, arquitectura y gastronomía que merece la pena explorar con calma.

Justo al lado del palacio, la Catedral de Santa María se impone con su mezcla de estilos, donde el gótico convive con el renacimiento y el barroco sin demasiado conflicto. Su fachada es una obra de arte en sí misma, con esculturas de historias bíblicas como si fueran viñetas de piedra. Dentro, el retablo mayor es una obra maestra del escultor Gaspar Becerra, cargada de detalles que pueden entretenerte un buen rato.

Pero Astorga no es solo piedra y arquitectura. La ciudad fue un punto clave en la Vía de la Plata, la antigua calzada romana que conectaba el sur con el norte de la península. Si te fijas bien, aún quedan restos de las murallas romanas, que rodean parte del casco antiguo y te recuerdan que aquí hubo historia mucho antes de que Gaudí pusiera un solo ladrillo.

Para cerrar la jornada, merece la pena dar un paseo por la Plaza Mayor, con su característico Ayuntamiento del siglo XVII y el peculiar reloj en el que dos autómatas vestidos de maragatos marcan las horas con sus martillos. Es un buen lugar para sentarse en una terraza y pedir una tapa de cecina con un vino del Bierzo, porque, al final, cualquier escapada mejora con una copa en la mano y algo rico en el plato.

TURIUM TIPS

Compra la entrada combinada para visitar el Palacio Episcopal y la Catedral de Astorga: ahorrarás dinero y verás dos joyas arquitectónicas en un solo recorrido.
Haz una parada en el Museo del Chocolate, prueba el chocolate a la taza y llévate una tableta artesanal como recuerdo.
Recorre las murallas romanas para disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad y entender su pasado histórico.
Prueba la cecina de León en alguno de los restaurantes de la Plaza Mayor, acompañada de un vino del Bierzo.