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Con piscinas naturales y a menos de una hora de Madrid: esta es la escapada de verano ideal

Con piscinas naturales y a menos de una hora de Madrid: esta es la provincia perfecta para escaparte en verano
Llena de pueblos preciosos y naturaleza exuberante, Guadalajara es la provincia perfecta para una escapada de verano gracias a sus piscinas naturales.
Siempre bulliciosa, llena de viajeros con la cámara colgada al cuello y de locales que corren para tomar el Metro, Madrid es una ciudad en la que siempre parece haber espacio para todo y para todos. Y en verano, las altas temperaturas son un habitual más, motivo por el que los madrileños a menudo buscan escaparse a lugares donde la cercanía de un lago o una cascada espectacular ayude a mitigar el calor veraniego. A tan solo 40 minutos en coche, Guadalajara es la escapada perfecta para el verano.
Y es que esta provincia de Castilla-La Mancha no solo está llena de pueblos negros, tan bonitos que parecen decorados de película. Además, cuenta con numerosas piscinas naturales, de aguas cristalinas y frescas, donde es posible disfrutar de un baño refrescante y, por supuesto, disfrutar de un paisaje en el que cada elemento de la naturaleza parece trazado por el pincel de un pintor impresionista.
El río Tajo, perfecto para refrescarse en verano
Si hablamos de parajes espectaculares donde el agua brota casi como un milagro, no podemos obviar la playa fluvial que encontramos junto al Puente de San Pedro, en la comarca del Señorío de Molina. Muy cerca de la localidad de Zaorejas y a unas dos horas y media de Madrid, merece la pena desplazarse hasta aquí para disfrutar de esta zona de agua transparente.
Y es que esta no es una piscina natural cualquiera. Aquí el Tajo se convierte en un espejo que refleja el color del cielo, al tiempo que deja ver con total nitidez las piedras que yacen en el lecho del río. Bañarse en lugares como las pozas de la Cascada del Campillo es un verdadero regalo, pues las vistas tan solo pueden ser mejoradas si nos acercamos hasta la Cascada de la Herrería, que cae con furia en un espectáculo digno de admirar.

No obstante, esta no es la única zona de baño que nos regala el río más largo de España. Si nos adentramos en el Parque Natural del Alto Tajo, no solo podremos caminar al filo de sus profundos cañones y sus hondos cauces, sino que también podremos bañarnos en las numerosas piscinas naturales del Alto Tajo.
Hablamos de lugares como las Pozas de Marte, llamadas así porque sus formaciones rocosas recuerdan a las del planeta marciano. No es necesario tocar la fría superficie del agua para perder el aliento, puesto que su aspecto quita el aire: formado por dos cascadas que se vierten una sobre la otra en un baile perfecto.
Las piscinas naturales de los embalses de Guadalajara
Lo llaman el mar de Castilla, aunque esta tierra sin costa sepa muy poco del sonido de las olas chocando contra el litoral. Pero hay una suerte de océano que se extiende entre las provincias de Guadalajara y Cuenca, que riega sus campos y se alimenta de la lluvia, formado por los embalses de Almoguera, Bolarque, Entrepeñas, Estremera y Zorita.

Cuando el verano manchego desciende sobre el curso del río Tajo y la meseta se vuelve dorada y seca, las playas de agua dulce que nacen de este mar que no es tal se llenan de turistas, que encuentran un poco de frescura en la orilla de estos embalses, que pintan con tintes veraniegos lugares como Alocén, Durón o Pareja, todos ellos aptos para el baño.