
La ruta de senderismo con las vistas más espectaculares está en Extremadura: sigue el curso del Tajo y termina en un castillo
Este camino sigue al río Tiétar hasta dar con el Tajo junto a un puente espectacular, continúa en una fuente donde refrescarse y concluye en un imponente castillo.
Monfragüe es un destino preferente para los amantes de la naturaleza. Esta tierra atravesada por los ríos Tajo y Tiétar es Parque Nacional, como lo son Doñana, las Tablas de Daimiel o Sierra Nevada. Un espacio protegido que se enmarca en la provincia de Cáceres, haciendo más grande aún y casi sagrada, como una suerte de Ribeira Sacra, a Extremadura. Entre sus muchas bondades naturales, está la de ser la más extensa y mejor conservada mancha de monte mediterráneo del mundo.
Está poblada de alcornoques, de quejigos, encinas y acebuches, según sea umbría o solana, por donde campan a sus anchas el águila imperial, la calzada o el buitre negro, emblema del territorio. Abundan los roquedos, muchas veces cubiertos por líquenes, que lo convierten en un paisaje mágico de duendes y de fábula, amados por igual por las muy reales cigüeñas negras, el águila real o los abundantes buitres leonados. Aquí los "pajareros" se ponen las botas.
Una ruta de senderismo por Monfragüe
La ruta de senderismo elegida para adentrarse en este lugar de referencia tanto de la ornitología como de la flora mediterránea es la conocida como "roja", la principal, que sale del aparcamiento de Villarreal de San Carlos, donde está el Centro de Interpretación y Oficina del Parque Nacional, y va hasta el castillo de Monfragüe, verdadera cumbre.

Un total de 16 kilómetros que pueden hacerse en cinco horas y con una dificultad media. Un apunte: Villarreal es el lugar donde cada año se celebra la Feria Internacional de Turismo Ornitológico, una auténtica fiesta que congrega a apasionados de las aves de todo el mundo. ¿La próxima? Del 27 de febrero al 1 de marzo de 2026.
Del puente del Cardenal a la fuente del Francés
El primer tramo de este recorrido llega hasta el almez de Lugar Nuevo, un árbol singular. Un paseo cortito para quienes no quieran más. Los que deseen seguir tienen por delante la desembocadura del Tiétar en el Tajo, junto al puente del Cardenal (siglo XV), de cinco arcos y digno de mirar y admirar. Una ribera que no se deja ya hasta la fuente del Francés, lugar donde refrescarse, y que recorre, en suave ascenso, la umbría de la sierra de las Corchuelas para dar paso a continuación al espectacular salto del Gitano.
Este roquedo acoge a la más importante colonia de buitre negro de Europa y con una curiosa leyenda a sus espaldas, como viene anticipando el nombre. Con un gitano y la guardia civil caminera de protagonistas, los ecos lorquianos, aunque sin poesía, son evidentes.
La subida al castillo con unas vistas excepcionales
Después, ya solo queda el imponente castillo, del siglo XII y origen árabe, y hay que armarse de valor para tomarlo. Las vistas desde esta privilegiada atalaya, donde también se haya una ermita dedicada a la Virgen de Monfragüe, son impresionantes. Con el río Tajo trazando sus insinuantes curvas a los pies y el soberbio paisaje poblado de verdes dehesas esculpiendo los alrededores.

De hecho, el castillo es el corazón del Parque, o el techo de la Reserva si se quiere, perteneciente al municipio de Torrejón el Rubio, otro de los pueblos clave. No obstante, los árabes llamaron a estas tierras Al-Mofrag, origen de su nombre actual, por considerarlas "el abismo", en el que construyeron en el 811 esta fortaleza, que había sido previamente celta y hubo que esperar al siglo XII para reconquistarla. Todavía se conservan dos torres de época cristiana y un aljibe árabe. La Historia con mayúsculas cunde por estos pagos, así como la otra, esos relatos protagonizados por caballeros cristianos, princesas moras y frailes-lobos. Un punto y final tras el que toca regreso.