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La mejor ciudad de Europa para vivir: está en España, llena de tranquilidad y buena gastronomía
Según la televisión alemana, Santander es la ciudad ideal para vivir gracias a su calidad de vida, la belleza de su entorno y su tranquilidad.
Atrás quedaron los tiempos en los que viajar a España era sinónimo de sol y playa. A día de hoy, los destinos patrios brillan con luz propia gracias a los planes culturales que ofrecen, a su enorme patrimonio histórico y a su deliciosa gastronomía, que se disfruta igual en restaurantes estrella Michelin que tapeando por el centro de las principales ciudades. En parte, estos son los motivos por los que Santander ha sido elegida como la mejor ciudad de Europa para vivir.
Al menos, así lo ha considerado la cadena pública alemana ZDF, en un documental donde destacan su buena calidad de vida, que la convierte en un referente para el resto de ciudades europeas. Un hecho, por otra parte, que no pilla por sorpresa a nadie, teniendo en cuenta que ya en 2023 la revista británica Monocle la eligió como la segunda mejor ciudad del mundo para vivir.
Por qué esta es la mejor ciudad de Europa para vivir
Cuando pensamos en ciudades ideales donde pasar nuestros días, se nos vienen a la mente lugares como Zúrich o Copenhague, que recientemente ha sido elegida como la ciudad más feliz del mundo. Destinos seguros y con una renta per cápita alta que, sin embargo, pierden brillo frente a nuestro país debido a un factor clave: el clima.

Con inviernos suaves y veranos frescos, muy lejos del característico frío castellano y el acuciante calor andaluz, Santander tiene una climatología perfecta. También puede presumir de una red de transporte público eficiente, buena seguridad y un amplio abanico de actividades culturales y de ocio.
Y, por supuesto, de un entorno natural envidiable. En primer lugar, la ciudad cuenta con multitud de espacios verdes, como la Península de la Magdalena, el Parque de Mesones o los Jardines de Piquío. Además, su situación privilegiada en la Costa Cantábrica hace que tenga acceso tanto a playas, acantilados y calas preciosas, como a montañas, bosques y humedales donde abundan las aves acuáticas.
Qué hacer (y dónde comer) en Santander
En Santander hay paradas que son obligadas. Parece que una visita no está completa si no se pasa por lugares como el Mercado de la Esperanza, la Plaza del Ayuntamiento, la Plaza Porticada o la Playa de los Peligros. Pero hay muchos más sitios que merece la pena ver y que, si no buscas bien, permanecen escondidos a la vista de todo.

Empezamos con una ruta de tapas por Santander. Para nosotros, el punto de partida tiene que ser la calle Gómez Oreña, donde encontramos la Bodega la Conveniente, una tasca de las de toda la vida donde puedes disfrutar de los mejores pinchos de la ciudad: desde unas riquísimas anchoas frescas hasta huevos con bechamel.
Otro de nuestros imprescindibles es Tentempié, en el Mercado del Este: destacan, por un lado, los pinchos, como el de bacalao con tomate y el de pulpo, y, por otro lado, las tostas, entre las que sin duda brilla especialmente la de pulpo a la gallega. En el mismo mercado encontramos Casa del Indiano. Si bien siempre está lleno, tiene mucho espacio, y aquí podrás probar delicias del mar como zamburiñas a la plancha o almejas en salsa verde.
Al tapear por el centro, lo más seguro es que te ocurra lo que pasa la primera vez que pruebas las tortillas rellenas de El Quebec, en la calle de Cervantes: quieres quedarte a vivir para siempre allí, en ese momento perfecto. Porque, al fin y al cabo, la gastronomía es uno de los motivos por los que Santander es la mejor ciudad de Europa para vivir.