
Esta provincia está llena de secretos y tenemos la ruta perfecta para descubrirlos: una escapada monumental y natural muy cerca de Madrid
Más allá de Segovia capital, la provincia está llena de rincones escondidos que merece la pena visitar. Por suerte, tenemos la guía perfecta para descubrirlos: un portal turístico creado por GVAM para la Diputación Provincial de Segovia donde crear rutas personalizadas en base a tus intereses. Además de disponer de material audiovisual para comenzar a soñar con esta escapada, el viajero contará con otros recursos como una app pensada para descubrir la Hoces del Duratón.
Con un riquísimo patrimonio histórico-artístico, paisajes naturales de gran belleza y pueblos encantadores donde la gastronomía brilla con luz propia, la provincia de Segovia es uno de los rincones más bonitos del territorio español. Su archiconocido alcázar y su popular acueducto son tan solo una pequeña fracción de las maravillas que oculta, esperando a ser descubiertas.
No importa si eres segoviano de nacimiento o si es el primer lugar al que pones rumbo en cuanto tienes un fin de semana libre, ni con todo el tiempo del mundo se podría memorizar cada uno de sus rincones, para así poder recorrerla con la precisión de un cartógrafo que se ha aprendido cada recoveco. Siempre queda algo más que ver, algún restaurante que descubrir, alguna piedra que pisar.
Por suerte, locales y visitantes pueden recurrir a una web que elabora rutas personalizadas. Y lo hace basándose en el tipo de desplazamiento, los intereses de los viajeros, las localidades que desean visitar y, por supuesto, el tiempo del que disponen para conocer el lugar a fondo. El portal, desarrollado por GVAM para la Diputación Provincial de Segovia, devuelve desde visitas a monumentos hasta rutas de senderismo. Y, como colofón, ofrece a quienes la usan un mapa con los sitios cercanos donde mejor se come.
Una ruta por la Segovia más desconocida
Para poner a prueba la herramienta, le pedimos que elabore una escapada de fin de semana para dos personas interesadas en turismo monumental, cultura y patrimonio en el entorno de la Sierra de Guadarrama. Este paraje natural excepcional puede presumir de flora, fauna, bosques, montañas y lagunas, pero también de municipios preciosos, llenos de lugares que descubrir.

La interfaz, intuitiva y accesible, nos devuelve un recorrido de dos días. Nos la guardamos en el bolsillo (pues también está disponible en versión app para iOS y Android) y ponemos el coche rumbo a la A-1. Desde Madrid, apenas tardamos hora y media en llegar a nuestra primera parada: el Condado de Castilnovo.
El municipio, formado por las pedanías de La Nava, Villafranca del Condado, Valdesaz y Torrecilla, invita a quien lo visita a recorrerlo tranquilamente, empapándose del pausado encanto rural que recubre sus calles y que nos regala esa sensación, tan difícil de encontrar, como de haber viajado en el tiempo.
Entre sus calles encontramos vetustos edificios religiosos como la Ermita de San Juan Bautista, que data del siglo XVII y se encuentra en La Nava; e imponentes construcciones militares que nos remiten de forma directa al pasado defensivo de la provincia, como el Castillo de Castilnovo, cuyo origen está en la época de la conquista musulmana.
La ruta continúa zigzagueando entre pequeños pueblos como Aldeonte, Aldeanueva de la Serrezuela y Alconada de Maderuelo, hasta llegar a Ayllón: que con su denominación de Conjunto Histórico Artístico puede presumir de ser uno de los pueblos más bonitos de Segovia. Después continuamos por rincones como Cerezo de Abajo, Burgomillodo o Castroserna de Arriba, que ponen cierre a la primera jornada.

Escapada de fin de semana a Segovia, día 2
Tras reponer fuerzas, el segundo día comienza en Aguilafuente. Nuestro guía virtual no falla y, sabiendo que nos interesa el patrimonio artístico de la provincia, nos lleva directos hasta el lugar de nacimiento de Florentino Trapero y sede del museo dedicado a albergar algunas de sus mejores obras, desde pequeños bocetos hasta grandes esculturas.
No hay comienzo más inspirador para una ruta que hoy se presenta cargada de historia y que nos cobija bajo la alargada sombra de edificios como la iglesia de San Miguel de Fuentidueña o el Castillo de los Albuquerque, en Cuéllar. Podríamos decir que es difícil encontrar mejor ejemplo de la antigua arquitectura militar castellana, pero no sería justo estando en Segovia.
Así que nos limitamos a admirarla, como hacemos después con el Palacio de Riofrío. Al detenernos ante su impresionante fachada, tenemos que resistir las ganas de mirar el GPS para comprobar que seguimos en Castilla y León, pues da la sensación de que estamos ante uno de esos palacetes de estilo italiano que llenan las calles de Roma y Florencia.
Pero no, seguimos aquí, en Navas de Riofrío, delante de una antigua residencia real que hoy alberga la sede del Museo de la Caza. A nuestro alrededor, el Bosque de Riofrío se extiende a lo largo de más de 700 hectáreas. Verde y majestuoso, sirve de refugio para centenares de ciervos que, tranquilos, esperan a la llegada del otoño para dejarse ver. Y nos recuerda que, en un lugar como Segovia, patrimonio y naturaleza no están reñidos, sino muy unidos.

De ruta por las Hoces del Río Duratón
Para completar esta escapada por la provincia de Segovia, aprovechamos la última tarde para poner rumbo al nordeste. Como colofón, la web que ha elaborado nuestra ruta nos propone hacer un recorrido en bicicleta por el Parque Natural Hoces del Río Duratón: un paisaje espectacular en el que el fluir del agua y el paso del tiempo han excavado un profundo cañón con escarpadas paredes de roca caliza.
Así que cogemos nuestras bicis y nos embarcamos en un camino circular que parte de Santo Tomé del Puerto y pasa por los municipios de Duruelo, Cerezo de Arriba y Cerezo de Abajo. El río Duratón nace poco antes de nuestro lugar de inicio, en la Peña Cebollera de Somosierra, y serpentea hasta llegar a Segovia.

Nosotros lo seguimos a través de La Rades, que nos encandila con su naturaleza salvaje; Siguero, donde nos detenemos a admirar la iglesia de San Martín, de estilo Románico, y Sigueruelo, en cuyo entorno natural encontramos un enorme sabinar, numerosas cuevas y La Enebra, un monumental árbol con más de cuatro siglos de antigüedad.
Continuamos pedaleando por los márgenes del río Duratón, recorriendo con presteza la senda del Sabinar de Casla. Después, cogemos un pequeño desvío para llegar hasta Duruelo, donde es imperativo pararse a admirar la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, declarada Monumento Histórico Artístico en 1982, y entrar para ver el retablo del Maestro de Duruelo y los cuadros de Alonso de Herrera que oculta en su interior.
Finalmente, seguimos la Cañada Real Segoviana, acompañados siempre por el borboteo del agua, hasta llegar a Cerezo de Abajo, donde el Duratón deja paso a uno de sus afluentes, el río Cerezuelo.