Un estudio revela cuál es el país es el más romántico del mundo: siempre huele a flores y es perfecto para visitar en pareja

No hay mejor continente para viajar en pareja que Europa. Ciudades medievales preciosas, pueblos de postal a orillas del Mediterráneo, hoteles de cinco estrellas que harían las delicias de los miembros de la nobleza y restaurantes secretos donde compartir cenas íntimas. No hay destino en el Viejo Continente que decepciones, pero hay un destino que destaca sobre los demás como el país más romántico del mundo.

No hablamos de Francia, con su Ciudad del Amor, sino de Suiza. Al menos este ha sido el resultado de una investigación realizada por la mayor agencia de cruceros de lujo por canales de Europa, European Waterways. Y no nos extraña: sus paisajes increíbles, sus restaurantes de alta cocina y, por supuesto, el aroma que desprenden las flores que lo cubre, lo convierten en el viaje perfecto para hacer en pareja.

Por qué Suiza es uno de los países más románticos del mundo

Durante décadas, no ha habido competidor capaz de derrotar a Francia: de París a Carcasona, pasando por Lyon o Burdeos, no había quien superase la calidad de su gastronomía, la belleza de sus paisajes ni la profundidad de su historia. Sin embargo, el estudio de European Waterways ha revelado los motivos por los que  el país de los lagos alpinos ha tomado la delantera.

Sus restaurantes son una de las razones principales, y no nos extraña. Hay más de 500 locales suizos en la guía Michelin, de los cuales casi un centenar cuentan con una estrella, más de una veintena cuentan con dos estrellas y cuatro pueden presumir de tres estrellas.

Por su privilegiada ubicación en el interior de un castillo, sus interiores sencillos y sofisticados y sus platos, elaborados con ingredientes propios de la región de los Grisones (algunos cultivados en su propio huerto), quizás el más romántico sea Schloss Schauenstein. La triestrellada propuesta gastronómica de Andreas Caminada no está completa sin pasar una noche en una de sus habitaciones, a los pies del monte Piz Beverin.

Además, Suiza cuenta con seis regiones vinícolas, lo que se traduce en un gran número de viñedos, bodegas y vinotecas muy bien valoradas. Con una tradición vitivinícola que permanece viva desde la época del Imperio Romano, este es un destino ideal para hacer enoturismo, visitar preciosos campos repletos de uvas y terminar con una cena, maridada con una copa de Pinot Noir.

Pero lo que realmente la diferencia de Francia, que en el imaginario colectivo sigue siendo el mejor lugar para celebrar el amor, es el número de turistas que recibe. Al fin y al cabo, el pequeño país centroeuoropeo se encuentra fuera del Top 10 de países más visitados de Europa, lo que permite a los viajeros disfrutarlo con mayor tranquilidad. En comparación con las calles abarrotadas de París, Berna, Zúrich, Ginebra o Basilea se pasean con tranquilidad, disfrutando de cada rincón sin prisa y saboreando cada momento como si de una raclette se tratara.

Los mejores destinos suizos para visitar en pareja

Entre montañas altísimas y lagos glaciares que reflejan la luz del sol como si de un espejo se tratara, se encuentra un destino impresionante, famoso por tener la calidad de vida más alta del mundo, según plataformas como U.S. News & World Report y organizaciones como las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Pero eso no es lo único que hace de Suiza un lugar especial. Exuberante, preciosa y profundamente natural, esta nación alpina se encuentra cubierta de flores, que hacen que en verano todo huela a lavanda, y que el aire se llene de los aromas del tulipán, los geranios y los edelweiss, su flor nacional.

Si buscas un lugar para sorprender a tu pareja, te gustará saber que los Alpes suizos ofrecen algunos de los paisajes más impresionantes del planeta. Lugares como Zermatt, Jungfrau o el Lago de Ginebra cuentan con rincones que parecen sacados de un cuento de Disney: desde caminos rodeados de montañas donde hacer rutas de senderismo o esquiar, hasta lagos ideales para disfrutar de momentos de relajación, tan poco comunes en nuestro día a día.

Entre los más bonitos destaca especialmente el Lago de Lucerna, donde el invierno tarda algo más de lo normal en llegar y la magia se vuelve un poco más real. Si la masa de agua es inmensa, no hay palabras para describir hasta dónde llega la naturaleza que la rodea. En la orilla, la ciudad del mismo nombre nos trae obras de ingeniería como Kapellbrücke, que se encuentra presidido por la Torre del Agua. Su casco antiguo es tan medieval que parece que el tiempo va hacia atrás cuando lo visitas.

Y basta un paseo en barco por las aguas cristalinas, una caminata por la ribera o un pícnic en sus alrededores para explorar el lado más romántico de un destino en el que atardecer lo cubre todo con su manto dorado, mientras el reflejo de las montañas se zambulle en el agua en un espectáculo sin igual.

TURIUM TIPS

Recorren Suiza algunos de los trenes panorámicos más bonitos del mundo, como el Glacier Express o el Bernina Express, que atraviesan montañas, valles y bosques, y regalan a los pasajeros vistas inigualables. Se trata de una inmersión en la naturaleza Suiza que ya merece la pena si se hace en solitario, y que se convierte en uno de los planes más románticos al hacerlo en pareja.

Con una larguísima historia, Suiza atesora numerosos castillos medievales que parecen sacados de un cuento de hadas. Un ejemplo de ellos es el Castillo de Chillon, que se encuentra a orillas del Lago de Ginebra y es uno de los más conocidos. No obstante, también hay otros menos visitados, como el Castillo de Gruyères o el Castillo de Aigle.

Si por algo nos gusta el país alpino es por la gastronomía suiza. Hogar de la fondue, del queso Gruyère y de algunas de las mejores marcas de chocolate del mundo, ofrece multitud de opciones para disfrutar de producto local de muy alta calidad.

Uno de los planes más divertidos para hacer con tu pareja es ir a la Fábrica de Lindt en Kilchberg (Zurich). Mitad fábrica, mitad museo interactivo, permite conocer la historia de una de las marcas de dulces más icónicas y, por supuesto, probar diferentes productos elaborados a base de cacao.