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Este es el pueblo donde estuvo encerrada una reina española: está entre los más bonitos de España y es una joya medieval
Tordesillas, en la provincia de Valladolid, no solo destaca por su belleza, sino también por tener una historia muy unida a la realeza española.
Pasó de ser la capital de España a ser uno de los nombres propios de la España vacía, pero Valladolid ha sabido resurgir de sus cenizas como un fénix. Tras el declive y el olvido, la ciudad donde mejor se come de Castilla y León vuelve a estar de moda, y los municipios de su alrededor también. Lugares como Urueña, famoso por sus librerías, o Tordesillas, un pueblo con mucha historia, atado para siempre al pasado de la realeza española.
Si la capital de provincia pasó por su época de máximo esplendor en el siglo XVII, cuando Felipe III llevó hasta allí la Corte, convirtiéndola en capital del Imperio Español; Tordesillas tocó el cielo a finales del siglo XV, cuando España y Portugal repartieron el Nuevo Mundo en el interior de las Casas del Tratado. Sin embargo, su vínculo con la realeza no tardaría en adquirir matices más lúgubres.
Así es la relación de Tordesillas con una reina española
Después de la tempestad llega la calma, dice el refrán. Pero, del mismo modo, tras un tiempo de luz viene la oscuridad, eso bien lo saben en Tordesillas. Al fin y al cabo, este es el lugar en el que estuvo encerrada Juana I de Castilla, y aquí fue donde se comenzó a tejer la leyenda negra que le dio el sobrenombre de Juana la Loca.
Pero la historia ha acabado demostrando que esta mujer, que fue reina de Castilla y Aragón, tenía muy poco de loca. Las infidelidades y la muerte de su marido, Felipe el Hermoso, en 1506, la sumieron en una depresión, que su padre entendió como locura. El pretexto perfecto para su encarcelamiento en una casona de Tordesillas, desde 1509 a 1555. Y, por supuesto, para que no tuviese ningún poder real.

El paso de los años ha limpiado el polvo que cubría los retratos de esta reina sin reino. Una mujer incomprendida a la que el pueblo recuerda cada año con un desfile que recrea su llegada a la localidad, en el año 1509. Una vecina asume el papel de Juana, que entra en Tordesillas a caballo y se encuentra con el cortejo de su padre, Fernando el Católico.
A día de hoy aún es posible seguir los pasos de la monarca. Su alargada sombra todavía se proyecta en la iglesia Museo de San Antolín, donde se dice que ella acudía a rezar; en su torre, desde donde contemplaba las vistas del pueblo; o sobre las paredes de la capilla dorada del Convento de Santa Clara, donde permaneció enterrada entre 1555 y 1574.
Otras cosas que ver en Tordesillas
Cualquiera que haya visitado Tordesillas puede hablar de la belleza medieval que la caracteriza, de esa capa de polvo y piedra que cubre sus calles y las inunda con el aroma de la historia. Pero, si a alguien le quedaba alguna duda, la prestigiosa revista de viajes National Geographic ha reconocido Tordesillas como uno de los pueblos más bonitos de España.

Para entrar, es preciso cruzar su puente medieval, que fue construido en el siglo XV para atravesar el cauce del río Duero. Aunque sufrió estragos durante la Guerra de Independencia, ha corrido mejor suerte que la muralla, de la que solo queda la Torre de Sila y parte de los lienzos este y oeste.
Y no se puede hablar de Castilla y León sin mencionar sus iglesias. Además de las ya mencionadas, destacan la de San Pedro, que data del siglo XVI y guarda en su interior un retablo de la Virgen elaborado por la escuela de Gregorio Marañón, y la de Santiago, con una talla de la Inmaculada elaborada por un aprendiz de Alonso Cano.