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Valladolid, un paraíso foodie
Los vinos con denominación de origen y sus tradicionales tapas se convierten en un nuevo polo de atracción turística de la zona
Desde el Palacio de Santa Cruz, la Plaza Mayor o la Casa de Cervantes, el patrimonio histórico de Valladolid siempre ha sido un importante reclamo turístico. Pero en los últimos años la capital vallisoletana ha comenzado a destacar también como un destino enogastronómico de primer orden. Su amplia oferta de vinos de calidad de Ribera del Duero, tanto tintos, rosados, blancos o espumosos, la han convertido en la única provincia de la Península Ibérica que cuenta con cinco denominaciones de origen. Esto ha posicionado a Valladolid en el mapa de los viajeros que buscan vivir, y conocer, la cultura del vino en profundidad y su escenario real.
Rutas del vino
A lo largo del año la ciudad celebra diferentes actos y eventos para potenciar su cultura vitícola. Mayo es un mes perfecto para tener la oportunidad de catar los vinos de la Ribera del Duero, gracias a la celebración de ‘Plaza Mayor del Vino’ un evento que convierte a este emblemático lugar, en el mejor escenario para poder probar las cinco denominaciones de origen de Valladolid. Pero esta experiencia se extiende al resto del año gracias a sus bodegas, que abren sus puertas a los visitantes, ofreciéndoles experiencias únicas entre viñedos y barricas.
Para aquellos que quieran disfrutar de la tradición vinícola y además conocer el rico patrimonio cultural de la zona, también pueden optar por realizar alguna de sus cuatro Rutas del Vino: Ribera del Duero, Cigales, Rueda y Toro.
Además, cada año Valladolid se convierte en la sede de FINE (Feria Internacional de Enoturismo), en la que bodegas, hoteles y destinos enológicos de Italia, España y Portugal se dan cita junto a los principales agentes turísticos internacionales.
El compromiso de la ciudad con la promoción enogastrónomica se verá reforzado próximamente con la creación de un Centro de la Cultura del Vino. Un proyecto que se hará realidad gracias a la financiación de los Planes de Sostenibilidad Turística en destino 2022 provenientes íntegramente de los fondos Next Generation EU del Plan de Recuperación. Casi cinco millones de euros que Valladolid recibirá entre 2023 y 2025 y que se invertirán en la rehabilitación de la sede del edificio, el convento de Santa Catalina de Siena, en pleno centro de la capital, en la creación del proyecto y en la promoción y formación en materia enogastronómica.
Cocina en miniatura
Por otra parte, Valladolid ha sabido hacer de sus populares tapas un emblema de fama internacional. Esto dota a la localidad de una original oferta gastronómica basada en su amplia y variada despensa de productos de calidad, avalados por diferentes sellos y marcas, que sirven de materia prima excepcional para esta ‘cocina en miniatura’.
Cualquier momento es bueno para descubrir la oferta ‘gastro’ de la ciudad, pero noviembre es el mes perfecto para sumergirse en los sabores y texturas de sus tapas gracias al Concurso Nacional de Pinchos y Tapas o el Campeonato Mundial de Tapas, dos eventos que reúnen cada año en la ciudad a los mejores cocineros del mundo. Además, gracias al Festival Internacional de la Tapa, sus establecimientos hosteleros ofrecen a los visitantes la oportunidad de probar todas las recetas participantes.
Durante el resto del año, las barras de estos lugares rebosan de estas delicias en miniatura que se convierten en el mejor acompañamiento para degustar los vinos de la zona.
De este modo los caldos y gastronomía pucelana se están convirtiendo en un importante foco de atracción turística en sí mismos.
Su interesante oferta enogastronómica está convirtiendo a Valladolid en uno de los destinos predilectos para los ‘foodies’ más exigentes.
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