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Una sauna flotante en medio del Báltico: así es el verano más inesperado en Helsinki
¿Quién dijo frío? Helsinki reinventa el verano con saunas que flotan sobre las aguas del mar Báltico, el eterno capricho escandinavo del bienestar que se disfruta con vistas inmejorables y buen humor.
Quien crea que durante los meses de calor en Finlandia hay que llevar jersey y bufanda para ver auroras boreales, definitivamente no ha pasado un verano en Helsinki. Porque cuando el sol por fin se digna a quedarse, los finlandeses no lo desperdician. Entre bicicletas eléctricas, cafés en terrazas y baños nocturnos bajo un sol que nunca se pone del todo, la capital finlandesa reinventa el concepto de verano. Y lo hace con spas increíbles y saunas flotantes que son al mismo tiempo refugio y nuevo icono del hedonismo escandinavo.
Hace tiempo que los finlandeses dejaron claro al resto del planeta que para ellos, la sauna no es solo cuestión de relax, sino identidad nacional pura y dura. Con cerca de dos millones de saunas repartidas por un país de poco más de cinco millones de habitantes, queda patente que sudar a conciencia es casi un deporte olímpico. Pero ¿qué pasa si sumas esta pasión nacional al diseño y a una ubicación tan inesperada como sobre el mismísimo Báltico? La respuesta es Löyly, Kulttuurisauna o la coqueta Uunisaari, algunas de las propuestas más apetecibles y sofisticadas para vivir Helsinki como un auténtico local.
Löyly: diseño y sostenibilidad sobre el mar
Löyly, que en finés significa precisamente la nube de vapor que se produce al arrojar agua sobre las piedras calientes de una sauna, no es una simple instalación wellness: es una declaración arquitectónica en toda regla. Firmada por el estudio Avanto Architects, la construcción de madera certificada destaca por su elegante estructura de listones que juegan con la luz y el viento para ofrecer privacidad y apertura a partes iguales.
En Löyly no solo vas a relajarte en una sauna de última generación con vistas privilegiadas al horizonte báltico. También vas a encontrarte, entre sesión y sesión, con una terraza ideal para un aperitivo o una cerveza artesanal finlandesa. Aquí el concepto del lujo habla de la comodidad sostenible y esa sensación inigualable de bienestar en contacto con la naturaleza. Sí, darte un chapuzón en el Báltico tras unos minutos a 80 grados no es solo posible, es casi obligatorio para entender de verdad la esencia finlandesa del verano.

Kulttuurisauna: minimalismo y tradición
Para los que buscan una experiencia más discreta, pero todavía más auténtica, Kulttuurisauna es el lugar perfecto. Diseñada por el arquitecto japonés-finlandés Tuomas Toivonen y la artista Nene Tsuboi, esta sauna pública es una oda al minimalismo escandinavo más puro. Nada de grandes adornos ni distracciones: lo importante es el calor, la meditación silenciosa y la conexión directa con el mar.
La simplicidad extrema del espacio y su filosofía ecológica lo convierten en uno de esos rincones secretos de Helsinki que merece la pena descubrir, especialmente al atardecer, cuando la luz ámbar del norte envuelve el edificio en una atmósfera mágica. Sin duda, un plan muy top para quienes saben disfrutar.

Uunisaari: escapada chic para urbanitas en bañador
Si buscas algo cercano pero saliendo del núcleo urbano, Uunisaari es una pequeña isla que se alcanza en menos de cinco minutos en ferry desde el centro. Allí te espera una sauna encantadora que combina perfectamente el ambiente cosmopolita con ese punto rústico que tanto gusta en los países nórdicos.
La experiencia es especialmente atractiva durante las noches blancas del verano, cuando el cielo apenas se oscurece y los locales aprovechan para socializar hasta tarde. Es habitual ver grupos de amigos saltando alegremente al agua helada antes de volver corriendo a refugiarse en el calor acogedor de la sauna. Es esta convivencia entre lo frío y lo cálido lo que hace del verano en Helsinki algo genuinamente irresistible.
Pero no todo es calor y frío en la capital finlandesa. Helsinki también invita a explorar sus calles, a descubrir cafés y tiendas que presumen de diseño propio, a pedalear por parques o a sentarse frente al puerto a contemplar cómo el sol se queda en el horizonte, jugando con la paciencia de la noche. Es precisamente esta mezcla entre naturaleza, diseño y bienestar lo que convierte un viaje a Helsinki en verano en un capricho lleno de placeres. Te sorprenderá.
Si aún dudas sobre cómo encajar el verano y Helsinki en la misma frase, deja atrás los prejuicios, prepara tu mejor traje de baño y entrégate al placer finlandés de una buena sauna flotante.
