Este es el tren nocturno más popular de Europa: une Bruselas con Praga en una noche
Llegar a Praga con esta imagen al amanecer en pleno invierno no tiene precio. Foto : Pierre Blache (Pexels)

Este es el tren nocturno más popular de Europa: une Bruselas con Praga en una noche

El Good Night Train de European Sleeper parte al caer la noche de Bruselas y te lleva directo al corazón de Praga al amanecer: un viaje de unas 15 horas que combina sostenibilidad, comodidad y vistas poco comunes en trenes de día.

Aleks Gallardo | Octubre 12, 2025

El nombre ya lo dice todo: European Sleeper. El horario es preciso. A las 19:22 el tren parte de la estación de Bruxelles-Midi tras visitar Bruselas, con paradas en Amberes, Rotterdam, Ámsterdam y Berlín. Tras unas 15 horas de viaje, el convoy entra en la monumental estación Praha hlavní nádraží poco antes del mediodía. Todo sin facturación tediosa, sin colas de seguridad y con la calma de viajar en cabina privada, couchette compartida o asiento reclinable, según el nivel de privacidad que uno busque.

No es un tren de lujo como el Orient Express o el Caledonian Sleeper con alfombras rojas y caviar servido en plata, pero tampoco lo necesita. Su atractivo es otro: el tiempo. Te da la noche entera para descansar y la mañana completa para disfrutar de tu destino. Es práctico, cómodo y, lo que para muchos es clave, sostenible. Pero sí, los billetes vuelan, así que conviene reservar con antelación.

A bordo del European Sleeper: dormir en movimiento

Los vagones del European Sleeper tienen varias caras que se adaptan a tus necesidades. Si viajas en grupo o en pareja y valoras la intimidad, lo ideal es reservar un compartimento privado con camas. Son los que primero se agotan, especialmente en primavera y otoño, cuando Praga despliega su mejor cara y el tren se llena de viajeros que prefieren evitar el avión. Si te da igual compartir espacio, las literas tipo couchette son más económicas y tienen su punto social. Y para los más austeros, están los asientos reclinables, correctos para una noche pero nada comparables a una cama real.

Un detalle: la oferta gastronómica a bordo es limitada. Mejor cenar en Bruselas antes de subir, y si quieres hacerlo bien, reserva mesa en Bozar Restaurant, el espacio con estrella Michelin del chef Karen Torosyan a diez minutos a pie de la estación Midi, o en La Paix, un clásico contemporáneo en Anderlecht que mezcla tradición bruselense con ambiente moderno. Ambos ofrecen una experiencia mucho más redonda que los snacks del vagón bar, que no siempre está operativo.

Y olvídate del Wi-Fi: el tren aún no lo ofrece en todo el trayecto. Puede sonar a incomodidad, pero en realidad es un respiro. Lo que te llevas es una noche de desconexión forzada, con la lectura que nunca acabaste o el simple placer de mirar por la ventana mientras atraviesas Alemania dormida.

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Los vagones del European Sleeper. Foto: Eueropeansleeper.eu

Qué hacer en Praga al bajar del tren

El European Sleeper te deja en pleno centro, a pocos minutos andando de la Plaza de Wenceslao y del casco histórico. La ciudad es uno de esos lugares en los que las guías tienden a repetir los mismos consejos: el Puente de Carlos, el Reloj Astronómico, el Castillo. Todo eso es imprescindible, sí, pero lo que convierte la visita en memorable está en otro lado.

Para alojarse, dos direcciones marcan la diferencia. El Almanac Prague, un hotel contemporáneo con diseño cuidado, perfecto para quienes buscan calma y buen servicio sin el despliegue barroco de otros establecimientos. Y el Emblem Hotel, que tiene habitaciones sobrias, pero también habitaciones privadas con vistas a su espectacular casco antiguo. 

En cuanto a experiencias culturales, merece la pena organizar una visita privada al Mucha Museum fuera del horario más concurrido. No solo para ver la obra del artista que definió parte de la estética art nouveau, sino para entender la relación de Praga con el imaginario visual que exportó al mundo.

Y en el terreno gastronómico, además de la omnipresente cerveza checa que llegará a ti incluso sin buscarla, conviene mirar hacia arriba. Literalmente. Restaurantes como Villa Richter, situado en una colina con vistas privilegiadas sobre la ciudad, mezclan cocina local con vinos de la región y un entorno histórico difícil de olvidar. La escena coctelera también está creciendo: bares pequeños, muchos de ellos escondidos tras fachadas discretas, ofrecen mixología de alto nivel con destilados locales y propuestas experimentales. Es el tipo de lugar que no aparece en Tripadvisor pero sí en la libreta de un buen mayordomo privado de hotel

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Cena antes de partir en el restaurante Bozar de Bruselas, cerca de la estación. Foto: @bozarrestaurant_karentorosyan

Escapadas exclusivas desde la capital

Quienes tengan un día extra deberían considerar salir de Praga. Una opción espectacular es el Parque Nacional de la Suiza Bohemia, un paisaje de roca arenisca y puentes naturales a dos horas de la ciudad. 

Otra excursión de medio día, más cómoda, pero igualmente interesante, es Kutná Hora. Famosa por el osario de Sedlec, guarda también iglesias góticas y calles medievales que transmiten la prosperidad de la ciudad en la época en que competía con Praga por ser el centro cultural de Bohemia. Pasar la noche en una villa histórica aquí permite vivir una experiencia distinta: menos turistas, pero mucha más autenticidad.

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Una visita imprescindible en Praga, el Museo Mucha. Foto: Mucha Museum

Viajar en tren como elección consciente

Más allá de lo práctico, el European Sleeper responde a una tendencia clara: la vuelta de los trenes nocturnos europeos. No solo por la reducción de emisiones frente al avión, sino porque se alinean con un estilo de viaje menos acelerado y más atento a los detalles. 

El consejo final: viaja ligero, reserva con antelación y evita el verano si quieres más espacio y tranquilidad. La primavera y el otoño son perfectos para combinar el encanto del tren con la mejor versión de Praga.

El European Sleeper no es  una experiencia solo apta para nostálgicos, sino un tren que encaja como anillo al dedo en la agenda del viajero contemporáneo. Sales de Bruselas al anochecer y llegas a Praga con toda la jornada por delante. Y para nosotros eso es precisamente lo que cuenta: aprovechar el tiempo al máximo sin renunciar a la calidad.

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La monumental estación Praha hlavní nádraží. Foto: Visit Prague

TURIUM TIPS

Antes de salir de Bruselas: busca un libro en la Galerie Bortier, una galería cubierta del siglo XIX dedicada a librerías antiguas y grabados. 
Un dulce para tomar en el tren: prueba los mejores speculoos de Bélgica en Maison Dandoy – Sablon y en un entorno histórico y elegante.
Arte inesperado en Praga: DOX Centre for Contemporary Art es un Museo de arte contemporáneo en una antigua fábrica renovada, con exposiciones internacionales de primer nivel.
La Praga que esperabas está justo en Letná Beer Garden, con un plan relajado y muy local: cerveza de calidad y vistas abiertas a toda la ciudad desde el parque Letná.