El bienestar como destino
Las escapadas wellbeing y los hoteles-clínica cobran un nuevo protagonismo. Palace Merano, a los pies de los Alpes, es uno de los máximos exponentes de esta tendencia.
Ingresar en un hotel de cinco estrellas en lugar de alojarse; esto es lo que ofrecen algunos de los establecimientos de más renombre del mundo. El matiz importa, porque significa que se han convertido en parte proactiva no solo del descanso y disfrute de sus huéspedes, sino también de su cuidado.
Planes de alimentación a medida, sofisticados tratamientos de belleza, programas para ahuyentar el estrés y un pull de especialistas médicos, terapeutas, esteticistas y nutricionistas son las grandes bazas de estos oasis de desconexión, en los que también hay tiempo para el dolce far niente. Un mercado de turismo que crece dos veces más rápido que la economía mundial y que registra un aumento del 6,4% desde 2017, según Global Wellness Institute.
En ese ranking de los templos de bienestar más exquisitos, Palace Merano ocupa una de las primeras posiciones. A la vanguardia en técnicas y servicios wellness, uno de sus mayores atractivos es que combina el arte de la medicina tradicional china y sus ancestrales técnicas curativas con las prácticas occidentales más innovadoras. Expertos en salud integral trabajan con sofisticadas técnicas de rejuvenecimiento para fomentar el equilibrio y reavivar la vitalidad. ¿Sus mantras? Cuidarse por dentro y por fuera para alargar la longevidad y mantenerse en buena forma física y mental. Con una filosofía holística que impregna la atmósfera de este espacio singular, Palace Merano procura un viaje transformador hacia el bien vivir en mayúsculas. Solo contemplar el paisaje que rodea su imponente edificio es un bálsamo para los sentidos.
Preservar la salud no significa solo evitar enfermedades, sino también fortalecer nuestro organismo para ralentizar la degeneración celular. Realmente es posible envejecer bien si cuidas mente y cuerpo
Enclavado en un parque natural, en medio de las estribaciones de los Dolomitas, todo ha sido diseñado para sumergir al viajero en una atmósfera de relax desde el primer momento. Mítico lugar de descanso de personalidades y celebrities –han sido asiduos visitantes desde Jaques Chirac a Carolina de Mónaco o Sharon Stone– este hotel-clínica lleva, desde hace más de dos décadas, la impronta de la excelencia. Abandonarse unos días en este santuario es garantizarse una estancia reparadora. Un templo de disfrute y cuidado personal a partes iguales al que conviene peregrinar aunque solo sea una vez en la vida.
Momento reset
En el centro de su oferta se encuentra el programa 'Detox for Longevity', una experiencia inmersiva antiedad. Basada en el concepto de desintoxicación orgánica, procura una limpieza profunda del cuerpo para reequilibrarlo. Porque, como afirma el doctor Massimiliano Mayrhofer, el bienestar es un activo que necesita una inversión continua para mantener su valor. “Preservar la salud no significa solo evitar enfermedades, sino también fortalecer nuestro organismo para ralentizar la degeneración celular. Realmente es posible envejecer bien si cuidas mente y cuerpo”, concluye.