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La mejor escapada de fin de semana está a menos de una hora de Barcelona: un paraíso lleno de piscinas naturales y cascadas
A cincuenta minutos de Barcelona encontramos el Parque Natural del Montseny: un rincón lleno de piscinas naturales y cascadas que es perfecto para una escapada de fin de semana.
Si hay una ciudad que está de moda, es Barcelona. Lo saben tanto los locales como los millones de viajeros que visitan la ciudad cada año: aquí hay de todo, desde hoteles con estética japonesa que son dignos de estar en Tokio, hasta playas preciosas, cuyas aguas cristalinas bañan con tranquilidad la costa. Sin embargo, las olas de calor obligan a quienes disfrutan de este destino a buscar una escapada de fin de semana que les permita refrescarse.
Y en mitad de la búsqueda, aparece. Primero se divisan sus montañas cubiertas de verde, donde medran los bosques de abetos, los encinares y los pinares. Después aparecen las piscinas naturales, los puentes colgantes que prometen paisajes increíbles al cruzarlos y el enorme embalse. Estamos en el Parque Natural del Montseny: un rincón espectacular donde huir del calor de verano.
Descubre la belleza del Parque Natural del Montseny
Un paisaje de extraordinario verdor, atravesado por cordilleras que rozan el cielo y juegan a atravesar las nubes con sus picos: así es el Parque Natural del Montseny. Su biodiversidad y su influencia en la economía y la cultura local hicieron que en 1978 la UNESCO lo declarara Reserva de la Biosfera.
Pese a que parece que lo encontramos allá donde miramos, el verde de los bosques no es el único protagonista. El agua discurre por el paisaje con total libertad, formando cascadas impresionantes y pozas tranquilas donde bañarse. Su gorgoteo nos acompaña allá donde vamos, pues los riachuelos que lo cruzan siempre acaban llevando a los paisajes más bonitos.

Entre los pinos, las encinas y las hayas, que nos acompañan a lo largo de buena parte del camino, encontramos sorpresas como el Castaño de Can Cuch: un árbol enorme, con un perímetro de doce metros, cuyo interior hueco estuvo habitado hace no tantos años. Se trata de un resquicio de la historia de este paisaje que, siendo uno de los más mágicos de Cataluña, ha sobrevivido casi intacto a la acción del hombre y al paso de los años.
Ruta hasta el pantano de Vallforners
Oculto en el corazón del Vallés Oriental, muy cerca de Barcelona, pero alejado del bullicio que caracteriza a la metrópoli en temporada alta, se encuentra el embalse de Vallforners. De azul intenso y superficie mansa, sus aguas límpidas reflejan las formas ondulantes de la sierra de Ombradors y de la sierra de Palestrins, que lo protegen como dos colosos petrificados por el peso de la vegetación que los cubre.

Si bien no es apto para el baño, merece la pena hacer una visita al pantano. Al fin y al cabo, se trata de un paisaje de gran belleza, en parte por el cinturón de montes y montañas que lo rodean por los cuatro costados. Además, el camino hasta allí está repleto de exuberante naturaleza, y merece la pena recorrerlo con talante calmado y los ojos bien abiertos.
La ruta de senderismo parte del municipio de Cànoves y sigue el curso de la Riera de Vallforners. El sendero, que es ancho y comienza con un leve descenso, está cruzado aquí y allá por puentes de madera que dan la sensación de estar cruzando por un bosque encantado, digno de uno de los míticos cuentos de los hermanos Grimm.
Durante todo el camino los árboles de hoja caduca pintan el paisaje de verde y ofrecen sombra a los senderistas. De vez en cuando, el riachuelo forma pequeñas pozas de aguas transparentes que dejan ver el fondo. Merece la pena parar, sentarse en el borde a mojar los pies e incluso darte un chapuzón refrescante antes de llegar al precioso pantano de Vallforners.