
Cómo organizar un viaje personalizado a medida: qué son, cuánto cuestan y qué agencias ofrecen esta experiencia única
Los viajes a medida son para quienes rehúyen lo típico y buscan lo auténtico. Traen encuentros memorables, rutas artesanales y una conexión real con la esencia de cada lugar.
Igual que existen series a las que te enganchas desde el primer capítulo, hay viajes que te conquistan con la primera conversación que mantienes al llegar a tu destino. Esa sensación única define muy bien lo que ofrece una de las tendencias de turismo actuales, los viajes personalizados: experiencias irrepetibles que se acomodan a tu forma de ser, sin itinerarios encorsetados ni visitas cronómetro en mano.
Y aunque la personalización suene simplemente a "hacer lo que te apetece", en realidad va mucho más allá de elegir entre desayuno buffet o huevos a la carta. Es una experiencia diseñada a medida desde el primer minuto, donde cada encuentro, cada paisaje y cada plato tienen un sentido. Como dice María Pérez de Arenaza, fundadora de Singular Spain, una agencia especializada en rutas de inmersión en la España rural: “La diferencia fundamental es que son viajes con un propósito, que es descubrir las raíces de un lugar a través de su riquísimo patrimonio humano”.
¿Por qué un viaje personalizado a medida es diferente?
Hay quien confunde viaje personalizado con viaje de lujo. Sin embargo, según Pérez de Arenaza, su propuesta va por otro camino: "No vamos al lujo, vamos a la calidad y a lo singular."
Los viajes a medida son, ante todo, flexibles y se confeccionan artesanalmente. La experta insiste en que "la diferencia de un viaje a medida con un viaje convencional, es que son viajes para grupos cerrados y cada viaje se diseña según el tipo de viajeros, sus intereses, edades, fechas, duración… En Singular Spain trazamos cada viaje con mucho mimo, de forma artesanal, para asegurar que el viaje en sí sea la experiencia." Además, esas rutas profundas buscan, por encima de todo, la autenticidad: "Otra diferencia fundamental es que vamos a donde no llega Google. Hemos investigado y hecho trabajo de campo con el fin de descubrir a las personas más singulares."
Lo artesanal también implica renunciar a la producción en serie. O, dicho de otro modo: si quieres paquetizar un viaje y tenerlo todo idéntico para cada cliente, mejor buscar otra fórmula. "Como trabajamos con el factor humano no es viable paquetizar un viaje, dependerá de su disponibilidad", explica la fundadora de Singular Spain. Esa dimensión humana es lo que convierte cada itinerario en algo único, porque son las personas del destino quienes de verdad ponen la chispa.

El paso a paso: de la primera idea al plan B
Quien piense que organizar una ruta así es un laberinto burocrático, se equivoca. Eso sí, hay que hacer preguntas concretas desde el principio: qué tipo de grupo viaja, rango de edades, intereses, lugar deseado, presupuesto orientativo, etc. "El proceso intentamos que sea lo más sencillo posible. El cliente nos contacta, y le hacemos una serie de preguntas… Con esta información diseñamos un borrador susceptible de cambios, pero con las reservas de alojamientos ya hechas (es fundamental en territorios rurales). Si dan el visto bueno, afinamos… y entregamos el programa final con todo bien atado," detalla Pérez de Arenaza.
Por supuesto, en estos viajes la improvisación está a la orden del día, en el buen sentido. "Y como trabajamos con personas (nuestros anfitriones), siempre puede haber cambios a última hora, así que aseguramos un plan B igualmente interesante. Y cuando llega el momento del viaje, estamos pendientes 24/7," añade. Esa cercanía hace que el viajero sepa que no está solo ante cualquier contingencia; siempre hay alguien de guardia para resolver dudas o proponer un giro al itinerario si surge un evento imprevisto.

Hablemos de precios: ¿es tan caro como parece?
Mucha gente asocia los viajes a medida con presupuestos astronómicos. Pero, aunque son experiencias que pueden adaptarse a distintas economías, conviene tener una referencia clara. "De media cuesta 190€/persona/día. Los factores que más influyen es el número de personas y si van con guía acompañante y en su propio coche o con un chófer. También si los viajeros desean alojarse en un hotel de 3, 4 o 5 estrellas y si les apetece comer en un Estrella Michelin…" indica María.
Es decir, se puede jugar con diferentes variables para ajustar costes. No es lo mismo pasar la noche en un hotel rural con encanto que en un palacio transformado en cinco estrellas, o contar con un conductor privado en lugar de moverte en tu vehículo particular.
En todo caso, la promesa de los viajes personalizados no es únicamente la comodidad, sino la posibilidad de descubrir itinerarios de calidad. Como bien resume Pérez de Arenaza: "Diseñamos viajes de inmersión en un territorio donde todo tiene un sentido. Y, claro está, según el presupuesto y el interés de los viajeros se alojarán en uno u otro lugar… pero el viaje en sí no perderá su alma."

¿Para quién son estos viajes?
Los clientes habituales de este tipo de aventuras valoran la cercanía con las comunidades locales y no priorizan un ‘ranking’ de monumentos que ver, sino la vivencia directa. En Singular Spain, por ejemplo, reciben desde españoles con ganas de re-conectar con su propia cultura a extranjeros que quieren conocer las tradiciones rurales del país.
Por supuesto, cada agencia tiene sus especializaciones. Hay quienes se centran en senderismo, experiencias gastronómicas, yoga en entornos naturales o rutas culturales muy específicas. Lo importante es que el viajero tenga claro qué le motiva. Así, los organizadores pueden diseñar encuentros tan singulares como visitar un molino de viento, charlar con un alfarero o aprender a cocinar recetas centenarias.
El futuro de los viajes personalizados
Lejos de ser una moda pasajera, estos viajes dan respuesta a un turismo que pide autenticidad y respeto por los lugares que visita. "Me gustaría pensar que los viajes personalizados intervienen más con las comunidades que se visitan, dejando un mayor impacto social y económico en los destinos… Lo que es más necesario ahora es diversificar el turismo, encauzarlo hacia nuevos destinos, con formas diversas de acercarse a un destino según el tipo de experiencias, y a lo largo del año," reflexiona Pérez de Arenaza.
Para ello, lo fundamental es que el viajero, además de querer disfrutar, se involucre con los rincones que pisa. Ese intercambio con los anfitriones enriquece a ambas partes y se traduce en experiencias que perduran. "Veo los viajes personalizados como viajes de inmersión en un territorio, muy especialmente, a través de las conversaciones con las personas que lo ponen en valor. Grandes experiencias humanas," concluye.
En definitiva, si estás buscando algo más que un catálogo de excursiones de manual, organizar un viaje a medida puede ser tu próxima gran aventura.