NO TE PIERDAS
Lopud, la joya secreta de Croacia: una isla diminuta con la playa más espectacular del país

Lopud, la joya secreta de Croacia: una isla diminuta con la playa más espectacular del país
A un corto trayecto en barco desde Dubrovnik, Lopud combina siglos de historia marítima, calles peatonales, mar azul impecable y una playa de arena que rompe las reglas de la costa dálmata.
En el mar Adriático hay islas que viven para impresionar como Trogir y otras que lo hacen para dejarte sin palabras. ¿Es lo mismo? Sí, pero es que esta zona es un paraíso. Lopud pertenece al segundo grupo (y al primero). Apenas 4,6 kilómetros cuadrados de superficie, cero coches, un puñado de casas de piedra con contraventanas de colores, un puerto idílico y un silencio que solo rompen las campanas de la iglesia.
Desde la cubierta del ferry que parte de Dubrovnik, la isla aparece majestuosa: una franja de colinas verdes que caen al mar, un semicírculo de muelle y un paseo que lo recorre todo. Y aunque la llegada parezca prometer un lugar diminuto, la experiencia demuestra que en Lopud hay más capas de las que muestra a primera vista. Es lo que tienen las islas croatas como Primosten.
Su historia es mucho más densa que su tamaño. Durante la Edad Media, cuando la República de Ragusa (la actual Dubrovnik) controlaba el comercio marítimo del Adriático, Lopud fue puerto estratégico, base para mercaderes y pescadores, y refugio de nobles que construyeron aquí residencias de verano. En sus colinas se levantaron monasterios, fortalezas y murallas, muchas de ellas todavía visibles, aunque marcadas por siglos de abandono.

Dónde está y cómo llegar
Lopud forma parte del pequeño archipiélago de las islas Elafiti, frente a la costa sur de Croacia. Se encuentra a solo 7 kilómetros de Dubrovnik y se alcanza en unos 50 minutos en ferry con la compañía Jadrolinija. En verano, también hay lanchas rápidas privadas que recortan el trayecto a la mitad. El viaje en barco no es un mero traslado: navegar entre islotes y ver cómo la ciudad amurallada queda atrás es parte del encanto de venir hasta aquí.
El puerto de Lopud es el epicentro de la vida isleña. Desde allí, un paseo marítimo sin coches conduce hasta la plaza principal, dominada por la iglesia de San Nicolás. Las terrazas de los restaurantes se llenan de visitantes que llegan por unas horas, aunque el verdadero privilegio lo tienen quienes se quedan una noche y ven cómo, al caer la tarde, la isla se vacía y recupera su calma original.

Qué ver y hacer en Lopud
El primer gran atractivo es Šunj, la playa más famosa de la isla y una rareza en la costa dálmata: arena fina y clara en lugar de los típicos guijarros. Está en el lado opuesto del puerto, a unos 20 minutos a pie por un sendero que atraviesa pinares y matorrales mediterráneos. El mar es poco profundo, perfecto para nadar o simplemente caminar entre aguas cristalinas que permiten ver cada piedra y cada pez. Dos chiringuitos ofrecen bebidas y platos sencillos como calamares fritos, hamburguesas o ensaladas.
Pero Lopud es más que momentos de playa. Subir hasta el monasterio franciscano en ruinas, en lo alto de una colina, regala vistas abiertas sobre el Adriático y las islas cercanas. Otra caminata te lleva al fuerte Spanjola, que en su día defendió la isla de los ataques piratas. Entre ambos recorridos, descubrirás pequeños campos de olivos, viñedos abandonados y casas de piedra con buganvillas trepando por las fachadas.
Las calles interiores son tranquilas y estrechas, un laberinto de piedra que acaba siempre devolviéndote al mar.

La experiencia de quedarse
Aunque la mayoría de los visitantes llegan y se van en el mismo día, Lopud se disfruta mejor con al menos una noche. Al caer el sol, el paseo marítimo se ilumina suavemente, las conversaciones bajan de tono y el puerto refleja las luces como un espejo.
El RMH Lopud Lafodia Resort & Wellness es el gran reclamo en la costa sur de Lopud: un hotel de categoría 4 estrellas rodeado por la vegetación mediterránea y el mar Adriático, ubicado justo al final del paseo marítimo del puerto. Cuenta con piscina exterior e interior, spa panorámico en la séptima planta y acceso directo a su playa privada, equipada con tumbonas y servicio de bar. Las habitaciones son modernas, muchas con balcón y vistas al mar, y hay suites temáticas (cine, wellness, música…) que combinan diseño y confort para una estancia a medida.
