Ni Ámsterdam ni Rotterdam, esta es la ciudad favorita de los holandeses: una joya medieval con canales
Los famosos canales de Utrecht. Foto : Kaja Sariwating (Unsplash)

Ni Ámsterdam ni Rotterdam, esta es la ciudad favorita de los holandeses: una joya medieval con canales

En los Países Bajos hay una ciudad con encanto medieval, canales sin hordas de turistas y una vida cultural de primera. Utrecht, discreta y magnética.

Aleks Gallardo | Septiembre 21, 2025

Hasta hace poco, Utrecht vivía cómoda en su discreción en comparación con Ámsterdam o pueblos como Giethoorn. Eso cambió con Muy Lejos, la ópera prima del director Gerard Oms, donde Mario Casas interpreta a Sergio, un aficionado del Espanyol que, tras un ataque de pánico en un viaje a la ciudad, decide quedarse en los Países Bajos. La crítica la ha recibido como una de las mejores interpretaciones de la carrera del actor, y de paso ha convertido a Utrecht en escenario cinematográfico de una historia de desarraigo, identidad y supervivencia.

Aunque la trama es dura, un hombre sin dinero, sin idioma y sin hogar que debe reinventarse, la película muestra Utrecht desde una óptica íntima: sus calles tranquilas, sus plazas menos conocidas, la silueta de la Domtoren vigilando la ciudad. En cierto modo, es un recordatorio de que los lugares más magnéticos no siempre son los que aparecen en los rankings turísticos. 

Utrech, la alternativa ideal a Ámsterdam

Quien se acerca a Utrecht descubre rápido por qué muchos neerlandeses la prefieren a su vecina famosa. En Ámsterdam el turismo es omnipresente; aquí, la vida cotidiana marca el ritmo. La Domtoren, la torre gótica más alta de los Países Bajos, se convierte en referencia constante, visible desde casi cualquier punto.

Subir sus 465 escalones tiene recompensa: desde arriba se divisa el casco histórico, las vías de tren y, en días despejados, incluso Ámsterdam. Alrededor, el casco histórico despliega casas con fachadas inclinadas, librerías con encanto y una red de canales única en Europa: en lugar de simples paseos fluviales, los muelles acogen terrazas, bares y restaurantes al nivel del agua, lo que convierte cada esquina en un lugar con vida.

A esto se suma un ambiente universitario que rejuvenece la ciudad. La Universidad de Utrecht es una de las más antiguas del país y aporta una energía intelectual que se percibe en cafés, librerías y espacios culturales. No es raro asistir a charlas, exposiciones o conciertos improvisados en lugares que, en otras ciudades, serían simples bares

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Torre de la catedral de Utrecht. Foto: Domtorem.nl

De museos en bicicleta (y algún secreto más)

Utrecht no se entiende sin sus museos. El Centraal Museum reúne desde arte medieval hasta moda contemporánea. Otro imprescindible es la Casa Rietveld Schröder, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Diseñada en 1924 por el arquitecto Gerrit Rietveld, es el icono del movimiento De Stijl y una visita casi obligada para los amantes del diseño. Su juego de líneas rectas, planos móviles y uso del color sigue resultando radical un siglo después.

Moverse por la ciudad, claro, significa subirse a una bicicleta. Aquí la experiencia es distinta a la de Ámsterdam: menos agobio, más fluidez, más espacio para sentir que uno pedalea como un local. Basta recorrer el anillo de canales o acercarse hasta los parques y reservas naturales de las afueras para comprobar que Utrecht es ciudad y naturaleza en equilibrio.

Y para los que buscan planes diferentes, un consejo: perderse por el barrio de Lombok. Antiguo distrito de trabajadores, hoy reúne mercados de productos exóticos, panaderías turcas y cafeterías de especialidad. Es un retrato de la Utrecht multicultural, menos evidente para el turista ocasional.

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Utrecht se conoce en bicicleta. Foto: Martin Woortman (Unsplash)

Una escapada con sabor local

Parte del encanto de Utrecht reside en su gastronomía, que mezcla lo tradicional con lo internacional. El café y el brunch se han convertido en instituciones, con locales como Gys, que apuesta por la cocina orgánica, o The Village Coffee, donde el café de especialidad es religión. Para una cena más sofisticada, el restaurante Podium onder de Dom ofrece menús degustación mezclaro con diseño contemporáneo e historia del casco antiguo.

El Hotel Dom y el Mother Goose Hotel son dos ejemplos de hospitalidad de diseño que combinan comodidad con atmósfera local. Y si lo que apetece es relajarse, varios balnearios urbanos, como Thermen Maarssen, ofrecen experiencias wellness a la altura de los mejores destinos europeos, a pocos minutos en coche de la ciudad.

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Flores y bares en los canales de Utrecht. Foto: Unsplash

TURIUM TIPS

Sube a la Torre Dom: 465 escalones para la mejor panorámica de la ciudad y, con suerte, hasta Ámsterdam en el horizonte.
Pasea por los canales de dos niveles: reserva una mesa a pie de agua en Oudegracht y disfruta del encanto único de sus terrazas.
Visita la Casa Rietveld Schröder: un icono del diseño del siglo XX y Patrimonio de la Humanidad. Ideal para amantes de la arquitectura.