Dicen que es el pueblo más bonito del norte de España: está en el País Vasco y es ideal para visitar en verano
El núcleo histórico de Lekeitio está salpicado por edificios que han visto pasar siglos. Foto : Expedia

Dicen que es el pueblo más bonito del norte de España: está en el País Vasco y es ideal para visitar en verano

En este pueblo pesquero vasco todo gira en torno al mar, desde sus bares hasta su peculiar isla, accesible solo cuando baja la marea. Y por eso Lekeitio es perfecto para el verano.

Aleks Gallardo | Agosto 4, 2025

Decir que Lekeitio es un pueblo vasco bonito sería quedarse corto. Algo así como afirmar que el marmitako es simplemente "pescado con patatas". Técnicamente es cierto, pero quien haya probado ese guiso marinero sabe que hay matices, secretos y sabores profundos difíciles de resumir en una frase. Algo parecido ocurre con este pequeño puerto vizcaíno que luce orgulloso su bahía, presidida por la sorprendente isla de San Nicolás, un islote al que puedes ir andando cuando baja la marea, como quien cruza la calle para ir al pan.

No es habitual tener delante un lugar que cambia de fisonomía cada seis horas. Aquí, cuando el mar se retira, aparece un camino pedregoso que conecta tierra firme con esta pequeña isla, cubierta de árboles y vegetación, con vistas espectaculares del pueblo y del Cantábrico. Un ritual cotidiano que los vecinos no dejan de aprovechar, aunque sea para echarse un paseo de ida y vuelta antes de que la subida del agua reclame lo que es suyo.

El encanto marinero del Casco Viejo de Lekeitio

Lo que ocurre con el islote de San Nicolás también sucede en la vida cotidiana del Casco Viejo de Lekeitio, que mantiene su esencia sin haber sucumbido al turismo. Esta localidad de apenas siete mil habitantes esconde un puñado de calles empedradas que desembocan en el puerto, auténtico corazón del pueblo. Allí, entre barcos pintados de azul, rojo y verde, se aprecia la esencia marinera.

El núcleo histórico está salpicado por edificios como la majestuosa Basílica de la Asunción de Santa María, de estilo gótico tardío vasco, con un interior sobrio y sereno, y un retablo imponente. También merece una parada el Palacio Uriarte, del siglo XVII, que nos recuerda la riqueza que generaba antaño el comercio marítimo, especialmente de la pesca y el intercambio de bienes con América.

En estas mismas calles, encontrarás tabernas tradicionales donde probar auténticos pintxos vascos, acompañados por el txakoli local, ese vino ligeramente ácido y fresco que aquí entra especialmente bien después de una caminata por la playa.

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El islote de San Nicolás en Lekeitio. Foto: Pixabay

Playas, faros y vistas al Cantábrico

El paseo marítimo de Lekeitio es probablemente uno de los más bonitos de todo el Cantábrico. Desde la playa de Isuntza, popular entre familias por sus aguas tranquilas, hasta la pequeña cala salvaje de Karraspio, situada frente a la isla y más frecuentada por surfistas y jóvenes, el paseo invita a recorrerlo lentamente.

Avanzando hacia el faro de Santa Catalina, construido en 1862, se llega hasta uno de los rincones más bonitos y menos conocidos del municipio: una antigua atalaya marinera reconvertida en un centro de interpretación marítima. Desde aquí las vistas sobre los acantilados y el mar abierto son espectaculares, especialmente al atardecer.

Un dato curioso sobre este faro es que es uno de los pocos en España abiertos al público, lo que permite subir a la linterna para admirar de cerca el mecanismo que antaño guiaba a los barcos a puerto seguro.

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Cae la tarde en Lekeitio. Foto: Alexandra Pena (Unsplash)

Una isla a pie: la aventura de San Nicolás

Pero volvamos a la isla, porque en realidad es la joya escondida de Lekeitio. Pocas veces se da la oportunidad de caminar por un lecho marino. Al bajar la marea, el camino de piedras y arena se convierte en un sendero improvisado, algo resbaladizo pero perfectamente practicable con calzado adecuado. Al llegar a la isla, lo habitual es recorrer su sendero principal, rodeado de vegetación atlántica. Desde el punto más alto del islote, el paisaje es excepcional.

Es conveniente, eso sí, consultar los horarios de las mareas, ya que el regreso solo puede realizarse por el mismo camino antes de que el agua vuelva a subir. 

Un destino auténtico y tranquilo, de esos en los que la prisa se queda aparcada al llegar. 

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El puerto pesquero de Lekeitio. Foto: Pixabay

TURIUM TIPS

Cruza a pie a la isla de San Nicolás (Garraitz): cuando baja la marea, aparece un camino de piedra que conecta la playa de Isuntza con esta isla. 
Visita la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora: este templo gótico del siglo XV alberga uno de los retablos más impresionantes del País Vasco, de estilo hispano-flamenco. 
Relájate en las playas de Isuntza y Karraspio: la playa de Isuntza, junto al centro, es perfecta para familias. Karraspio, más amplia y tranquila, se encuentra al otro lado del río Lea. 
Descubre el Faro de Santa Catalina: este faro alberga un centro de interpretación de navegación. Desde allí, las vistas del Cantábrico son impresionantes, especialmente al atardecer.