Maison Colbert: experiencias inolvidables en el mejor hotel de París cerca de la reconstruida Notre Dame
Fachada de Notre Dame, la catedral de París. FOTO : CLICKER HAPPY / PIXABAY.

Maison Colbert: experiencias inolvidables en el mejor hotel de París cerca de la reconstruida Notre Dame

El cinco estrellas más cercano a la catedral de la capital francesa, con el sello de The Meliá Collection, es un homenaje al artista español Joaquín Sorolla en un edificio imponente. Su ubicación, su oferta gastronómica y su agenda de actividades culturales y de ocio lo convierten en un lugar único.

Ángeles Castillo | Junio 11, 2025

Con Notre Dame ya abierta, después de años de trabajos de restauración, París vuelve a latir con fuerza como punto de encuentro y símbolo de Europa. Allí en pleno barrio Latino, se alza Maison Colbert, el hotel de cinco estrellas más próximo a la majestuosa catedral. Puede presumir de ubicación, rodeado de callejuelas empedradas y librerías centenarias, a tiro de piedra del Boulevard Saint-Germain y del Panteón, donde reposan Voltaire y Madame Curie. No es difícil imaginar caminando junto al Sena a Albert Camus, Pablo Picasso… y Joaquín Sorolla. 

De hecho, la trayectoria del artista valenciano es inseparable de la luz de la capital francesa. El autor de las obras Paseos a Orillas del Mar (1909), Mi Mujer y mis Hijas en el Jardín (1910) o la recién descubierta –ahora tan ilustrativa– Boulevard de París (1890) encontró inspiración y una enorme proyección en la ciudad. Ese vínculo está detrás de la reciente reforma de Maison Colbert, concebida por los arquitectos Álvaro Sans y su hija Adriana, del estudio ASAH.

El pintor de la luz… en la Ciudad de la Luz

El hotel, joya de The Meliá Collection, es un homenaje a Joaquín Sorolla; suyos son los cuadros que decoran las estancias (dos de ellas, bautizadas como sus hijas, María y Elena), en las que la atmósfera, luminosa, elegante y sofisticada, va muy a tono con el estilo y la filosofía del pintor. Tributo aparte, el edificio es un espectáculo en sí mismo: construido en el siglo XVI y hogar en su momento de Simone de Beauvoir, cuenta con 39 habitaciones y suites distribuidas alrededor de un patio y desde las que es posible contemplar Notre Dame.

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Detalle de una de las estancias del hotel. FOTO: THE MELIÁ COLLECTION.

El recuerdo a Sorolla se extiende hasta el rincón gastronómico de Maison Colbert, llamado Clotilde; lleva el nombre de la esposa y musa del artista –Clotilde García del Castillo–, y sus retratos cuelgan por doquier. Con alma de bistró, está especializado en alta cocina francesa y entregado a las bebidas innovadoras de autor, a la bohemia y a la clandestinidad de la noche local. 

Un concierto íntimo en Notre Dame o un tour en coche clásico

En el marco de las exquisitas experiencias de su Notre Dame Collection, el hotel propone a los huéspedes programas específicos para sumergirse de lleno en la vida parisina. Ocurre, por ejemplo, con el tour vintage por el Grand y el Petit Palais, la Place Vendôme, el mencionado Boulevard Saint-Germain y la Torre Eiffel, sin perder de vista el Sena, camino ya de la Normandía, donde el río formará estuario en el no menos inspirador Le Havre. En este menú de altos vuelos, no faltan Versalles ni la visita a los pueblos más pintorescos de la región de Île-de-France, desde Barbizon hasta Auvers-sur-Oise, pasando por Moret-sur-Loing o Vétheuil, a cual más artístico. Hasta el característico pícnic, que también figura como opción, es un derroche de creatividad. Y todo muy chic.

Maison Colbert, con servicio de mayordomo incluido, invita también al viajero a conocer los grandes nombres del impresionismo, uno de los movimientos pictóricos franceses por excelencia, de la mano de Pierre Gogois, cuyo estudio está junto a los populares y bellísimos Jardines de Luxemburgo.

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La pastelera Nina Métayer. FOTO: THE MELIÁ COLLECTION

El dulce final

Después de visitar la catedral con un guía de excepción (y de disfrutar de un concierto íntimo a cargo del célebre coro, Musique Sacrée), el visitante puede dejarse conquistar por las dulces tentaciones de Nina Métayer, nombrada mejor pastelera del mundo en 2024. Será la encargada de elaborar los helados artesanos que endulzarán el verano parisino desde el 20 de junio hasta el 15 de agosto, en un pop-up que, habida cuenta del escenario, resultará apoteósico. Se trata de una manera refrescante de celebrar que a la monumental Notre Dame ya se le han cerrado las heridas, tras el fatídico incendio de abril de 2019, y tiene abiertas de par en par sus puertas.