Este es el hotel de Asturias donde mejor se come: Palacio de Luces, el sabor de la excelencia
La gastronomía es uno de los ejes centrales de la experiencia en Palacio de Luces. Foto : Coolrooms.

Este es el hotel de Asturias donde mejor se come: Palacio de Luces, el sabor de la excelencia

Palacio de Luces es el secreto mejor guardado del Occidente asturiano, y asegura un maridaje de autenticidad, lujo slow y arraigo local.

Germán Jiménez | Mayo 29, 2025

Una formación de plataneros, perfectamente alineados, me dan la bienvenida con la promesa (aún desnuda) de lo que será, en pocas semanas, una frondosa cúpula de sombra natural. Son la calma personificada y la antesala perfecta de lo que te espera al otro lado del arco de piedra en el que desemboca el camino de acceso. Tras él y entre praderas de césped casi fluorescente emerge Palacio de Luces; un edificio de piedra, robusto y serio, con balcones de madera que no revela, a primera vista, los encantos que esconde.

Al cruzar su blasonado umbral descubres que el sello CoolRooms ha logrado, de nuevo, recuperar un bien histórico y convertirlo en el hogar de viajeros que buscan alojamientos singulares, con identidad propia y raíces en una historia que les seduce antes incluso de llegar.

Palacio de Luces: Asturias dentro de Asturias

Palacio de Luces es un homenaje a lo mejor de la tierra sobre la que levanta. Su interiorismo navega entre la elegancia clásica y la sofisticación contemporánea con guiños arty. Entre ellos: las instalaciones de Gabi Chillida, nieta del ilustre escultor vasco. Sus floridas luminarias e insectos de latón traen intramuros formas de vida singulares que dialogan con unas tapicerías que se mimetizan con los bosques y la fauna de la zona.

El conjunto, fabulosamente iluminado por María Covarrubias, crea una atmósfera envolvente y cálida en la que la esencia asturiana se despliega como tema central. Un bucle infinito sobre el que la artista Rocío de la Torre pone acentos florales de ultramar (en homenaje al exotismo del nuevo origen de la fortuna victorera) con sus hipnóticas ilustraciones blanquinegras.

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En el palacio encontramos las Coolsuites, con vistas increíbles. Foto: Coolrooms.

Dentro de los cuatro edificios que componen el conjunto, es el palacio el que acoge las alcobas más singulares de la propiedad: las CoolSuites. Aquí es posible dormir al abrigo de los Picos de Europa y despertar con vistas al mar de Lastres. Entre nuestras favoritas, la número uno y la tres; su orientación ofrece una vista panorámica que abarca de Este a Sur, en la que el esplendor natural de la zona rivaliza con sus pintorescas casonas de colores.

La gastronomía como destino

Crear un concepto gastronómico donde la única estrella que obsesiona es el comensal requiere un ejercicio de humildad poco común. El chef asturiano Francisco Ruiz, responsable de la propuesta culinaria, apuesta “por la auténtica cocina de proximidad en la que, si nuestro proveedor local no tiene puntualmente, por ejemplo, guisantes, no los ofrecemos en el menú”.

Este ejercicio de creatividad e ingeniería logística responde al férreo compromiso de crear una carta con lo que tienen en su entorno. Una labor que le ha valido la distinción “Mesas Asturianas” y que, a buen seguro, será la antesala de otros reconocimientos.

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Una propuesta culinaria centrada en el producto de proximidad. Foto: Coolrooms.

No te pierdas el gazpacho de lechuga asturiana, con gamba blanca marinada y caviar de arenque ahumado, las carrilleras de cerdo con crema de yuka y agridulce de sidra y manzana o sus ya famosos canelones de Pitu Caleya con espuma de queso ahumado Los Caserinos y setas de temporada. Asegúrate de dejar espacio para los postres porque si no te arrepentirás. Un must: la torrija Tella, caramelizada, con crumble de cítricos, helado de arroz con leche y su teja.

Lo único que distraerá la atención de tus papilas es la belleza de las vistas, pues el restaurante se ha concebido como un mirador a la sierra del Sueve. En La palmera, el gastrobar del hotel, se puede degustar una propuesta más sencilla, pero igualmente sabrosa.

Cómplices del paladar

Pachi, como familiarmente se conoce al chef en Palacio, apuesta por los productores locales, todos en un radio de unos 40 km. Estos son algunos sus secuaces en esa búsqueda honesta por una cocina de cercanía y lo más sostenible posible.

Una de las experiencias que proponen en el hotel es ir a conocerlos y disfrutar de su pasión por lo que hacen. Entre ellos destacan Pescadería La Chuca, de Lastres, Lyra Foods y Gastrogarden, agricultura ecológica de las vecinas poblaciones de Luces e Infiesto. Los Caserinos, con su excelente producción de lácteos ecológicos, en Villaviciosa. O Anchoas Hazas, con sus galardonadas anchoas y derivados, de Lastres.

El spa: hedonismo per aqua

Un viajero del siglo XXI alimenta cuerpo y el alma y realiza un viaje exterior e interior con la idea de volver reseteado de su escapada. Para lograrlo, el Spa del hotel ha sido concebido como un santuario de relajación en el que las cumbres nevadas de los Picos son el telón de fondo de la piscina y la sauna. Cuenta, además con hamman, sauna, duchas con aromaterapia y cromoterapia, tumbonas térmicas...

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El spa del hotel, un santuario de relajación. Foto: Coolrooms.

Si quieres un extra de relajación, no dudes en elegir un tratamiento de cabina. Puedes elegir entre un amplio menú de faciales y corporales que se realizan con la línea de productos de la exclusiva firma Alquimia. Las terapeutas personalizarán la fragancia a base de sus aceites esenciales para que el resultado sea lo que necesitas en función de tu estado de ánimo. Nuestros elegidos son: belleza esencial, el ritual Serenidad Cántabra y, por supuesto, el masaje profundo.

Experiencias personalizas, inmersión local

Otro de los reclamos que ofrecen en CoolRooms es un porfolio de experiencias que nos permiten bucear en su realidad identitaria y sus más arraigadas tradiciones. No puedes perderte la visita con guía al Santuario de Covadonga y los lagos, con un recorrido que descubre toda la belleza natural del Parque Nacional y el pasado minero de la zona.

También conocerás en profundidad la historia de este lugar sagrado de la cristiandad, orar ante la Santina y hasta beber el agua que emerge del Chorreón. Eso sí, hazlo solo si te quieres casar pronto, porque cuenta la leyenda que quien lo hace contrae matrimonio antes de un año.

Otra buena opción en tu escapada que pueden reservar para ti es comer en casa de una guisandera. Garantes de la mejor tradición de la cocina casera asturiana, las guisanderas (hoy quedan a penas una docena) ofrecen platos locales que han pasado de generación en generación. Nuestra favorita: Yvonne Corral, al frente de los fogones de Casa Telva. Junto a ella, su marido Juan y sus hijos se dedican a perpetuar esta forma de entender la cocina de aprovechamiento.

TURIUM TIPS

Un paseo guiado por Lastres. Piérdete por las escarpadas calles de uno de los pueblos más bellos de España. Entre el rumor de las olas y el salitre suspendido en el viento, Inés González, de Vente a Caleyar y guía oficial, rescata los ecos del pasado ballenero de esta preciosa villa, hogar de la familia Victorero.
Conoce a la última redera de Asturias. En el puerto de Lastres, al abrigo del espigón podrás visitar el taller de Teté, la última tejedora en activo de la zona. Como una Penélope asturiana cose y repara, desde hace décadas, las redes maltrechas. Sin relevo generacional previsto, con ella podría desaparecer este arte ancestral.
Atardecer en el faro. A poco más de 20 minutos a pie del hotel por un sinuoso camino entre prados encontrarás el faro de Lastres y su pequeño mirador, volcado sobre una costa que parece mordida por el Trasgu… Verás cómo el horizonte engulle el sol convirtiendo sus azules infinitos en trémulos tonos ambarinos.
Dos museos únicos. El primero 100% autóctono: el dedicado a la sidra, que en Asturias es mucho más que una bebida y es considerado patrimonio. Situado en el concejo de la Nava, propone un viaje experiencial por la historia y el proceso de elaboración de este elixir de manzana. El museo del Jurásico es otra parada interesante, sobre todo si viajas con niños. Visible desde el hotel, se encuentra en las boscosas inmediaciones del Concejo de Colunga. Su forma de huella de dinosaurio avanza lo que podremos encontrar… Te convertirás en un paleontólogo por unas horas y descubrirás los secretos que guarda la Costa de los dinosaurios.
Espichas en buena compañía. Una de las palabras en bable más queridas y que hace referencia a una reunión festiva en la que la sidra espichada directamente del tonel es la gran protagonista. Un buen sitio para vivirlo en primera persona es Sidra Cortina, en Amandi. Aunque requiere reserva en grupo, de forma individual puedes hacer una degustación de sidra y quesos.
Prerrománico en estado puro. En el valle de Boiges se encuentra el conjunto de Valdediós, un sorprendente ejemplo del mejor arte prerrománico asturiano. Junto a la magnífica iglesia de San Salvador, conocida como "El Conventín", se levanta el Monasterio de Santa María, fundado en el año 1200 y joya cisterciense.