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Este pueblo del Valle de Arán es el más alto de la zona y está cubierto de flores todo el año
Este parador en lo alto de una colina está oculto en una fortaleza gótica donde puedes dormir como un rey
Situado en la provincia de Cuenca, el Parador de Alarcón destaca por varios motivos: es el más pequeño de España y se encuentra en una antigua fortaleza con más de trece siglos de historia.
Lo llaman el parador más pequeño de España, pero en realidad se podría decir que es el más exclusivo. Se trata de un hotel de lujo ubicado en una fortaleza de estilo gótico, cuyos orígenes se remontan a la época prerromana, el Parador de Alarcón cuenta con tan solo catorce habitaciones en las que los huéspedes pueden dormir a cuerpo de rey.
Situado en lo alto del Pico de los Hidalgos, se dice que las suites tienen las mejores vistas de toda la provincia de Cuenca. Antaño su situación en las alturas tuvo carácter defensivo. Sin embargo, hoy en día el castillo contempla, sumido en la más absoluta tranquilidad del paisaje que lo rodea, solo interrumpida por el fluir del río Júcar.
Así es el parador más pequeño de España
Muros de piedra y tres líneas de muralla separan a los huéspedes y al personal del hotel de la villa de Alarcón, que fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1981. Enclavado en la roca y rozando el cielo con sus almenas, este es el castillo mejor conservado de la provincia de Cuenca.
Pero no por ser un edificio extremadamente antiguo, cuyos cimientos datan de antes de la conquista romana de la Península Ibérica, obliga a quienes se hospedan a vivir como antaño. El parador cuenta con climatización, televisión, conexión wifi y hasta con la posibilidad de que el servicio lleve el desayuno a tu habitación. Además, en el Restaurante Parador de Alarcón puedes disfrutar de la gastronomía manchega.
No obstante, las habitaciones mantienen a la perfección el fino equilibrio entre la comodidad de los tiempos modernos y la elegancia de la época medieval. En las paredes blancas hay franjas que muestran la piedra del muro original del castillo. Las camas con toldo, las mantas de terciopelo rojo y los muebles de madera hacen que sea imposible olvidar que duermes en una fortaleza prerromana.
La historia del Castillo de Alarcón
Se dice que, cuando el Imperio Romano llegó a lo que ellos llamaron Hispania, ya existía el baluarte que hoy guarda en su interior el parador más pequeño de España. Más tarde, los musulmanes desembarcaron en Gibraltar y extendieron el emirato por toda la Península Ibérica. Cuando llegaron a lo que hoy es la villa de Alarcón, convirtieron el actual hotel en una ciudadela árabe.
Finalmente, en el siglo XII, el capitán de las tropas de Alfonso VIII se hizo con el control del lugar. En manos de los reyes de la Corona de Castilla, la fortaleza cambió y creció hasta llegar a convertirse en la joya gótica que a día de hoy domina esta villa conquense.
Por sus estancias han pasado personajes de todo tipo. Reyes y hombres de armas, sí. Condes y duques, pero también personajes ilustres como don Juan Manuel, autor de El conde Lucanor, que vivió y escribió entre los gruesos muros que un día detuvieron ataques y que en estos momentos observan a los huéspedes dormir tranquilos.
Qué ver en Alarcón
Si te gusta el arte, sin duda te gustará Alarcón. Aunque este pequeño pueblo no alcanza los doscientos habitantes, es sin duda un lugar en el que merece la pena quedarse. A simple vista este parece un pueblo normal y corriente, aunque de gran belleza. Las torres medievales se entremezclan con los senderos naturales, que cubren el entorno de verde.
Pero, más allá del paisaje y los castillos, las iglesias son la joya de la corona. Si lo que quieres es acudir a un oficio, tendrás que acudir a la iglesia de Santa María. Sin embargo, si quieres maravillarte con la riqueza arquitectónica de la villa, tienes que visitar las otras cuatro iglesias de la localidad.
La más especial de todas ellas es la iglesia de San Juan Bautista, que en su interior oculta una serie de pinturas al fresco realizadas por el artista Jesús Mateo. 1.500 metros cuadrados de mural lo cubren todo, desde el punto más bajo de las paredes hasta lo más alto de las arcadas. Mitos, constelaciones, hombres y bestias se dan cita en una historia contada en tonos ocres, rojizos y negros.
El autor comenzó a pintar la iglesia en 1994 y no terminó hasta 2002. Entre medias se enfrentó a curas y políticos que se oponían a su hazaña. Finalmente, la Pintura Mural de Alarcón salió adelante y en 1997 la UNESCO la declaró bien de interés artístico mundial.
TURIUM TIPS
Puedes alojarte en el parador más pequeño de España por tan solo 190 euros la noche, si eliges una habitación doble estándar.
Si no tienes tiempo para quedarte a dormir, te recomendamos comer en el Restaurante Parador de Alarcón, que se caracteriza por dominar con maestría los mejores platos de la cocina tradicional de la provincia de Cuenca. Aquí los apasionados de la carne no pueden irse sin probar platos como la perdiz en escabeche o el morteruelo, un guiso típico de Castilla-La Mancha.
Los huéspedes del hotel pueden disfrutar de su parking gratuito, que está situado en el antiguo patio de armas del castillo de Alarcón.
La Pintura Mural de Alarcón se puede visitar por tan solo 3 €, aunque la entrada tiene un precio de 1,50 € para los clientes del parador.
