Ni Berlín ni  Praga, el barrio más alternativo de Europa está en Budapest lleno de bares secretos y diseño emergente
Budapest tiene un nuevo barrio de moda que querrás visitar. Foto : Unsplash.

Ni Berlín ni Praga, el barrio más alternativo de Europa está en Budapest lleno de bares secretos y diseño emergente

El Barrio Judío de Budapest ya no es solo historia: hoy respira arte urbano, diseño de vanguardia y una escena nocturna que no tiene nada que envidiar a otras ciudades europeas.

Aleks Gallardo | Junio 12, 2025

Muchos creativos, DJs y diseñadores alternativos están poniendo el GPS en dirección a Budapest. No para buscar alquileres más baratos ni para visitar sus termas y balnearios –aunque también–,  sino para explorar un ecosistema urbano con más capas que una cebolla y con menos postureo que otras ciudades que hace rato cruzaron la línea del hype. En el centro de ese renacimiento urbano late el Barrio Judío, también conocido como Distrito VII o Erzsébetváros: un entramado de calles estrechas, patios desvencijados, sinagogas majestuosas y arte callejero que no pide permiso.

A diferencia de otras ciudades, la capital de Hungría no necesita hacer esfuerzos titánicos por parecer auténtica.  Aquí todo se da con naturalidad. El cambio no vino en forma de gentrificación forzada sino como un proceso orgánico, impulsado por una generación joven que decidió convertir el pasado en cimientos y no en reliquia. Así, lo que fue durante décadas una zona abandonada y con heridas abiertas por la historia, hoy es un laboratorio urbano donde conviven clubes secretos, galerías emergentes, tiendas y alguna que otra sinagoga transformada en sala de conciertos.

Ruin pubs y bares escondidos: el alma del Distrito VII

El fenómeno que cambió las reglas del juego en el barrio tiene nombre: ruin pubs. Son bares improvisados en edificios semiabandonados, decorados con muebles de mercadillo y luces de feria. El más icónico es Szimpla Kert, abierto en 2002, pionero en transformar un inmueble derruido en un espacio multifuncional con conciertos, mercadillos, cine al aire libre y exposiciones. Pero no te quedes sólo con el más famoso. En las inmediaciones encontrarás joyas como Instant-Fogas, un laberinto de salas y pistas de baile, o Mazel Tov, donde el espíritu ruin se afina con cócteles de autor.

Parte del encanto es que no todos los bares tienen cartel ni dirección evidente. Hay que entrar en portales abiertos, cruzar patios interiores, bajar escaleras. Muchos locales mantienen el espíritu speakeasy, como si el acceso fuera una especie de recompensa por saber mirar. 

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La Gran Sinagoga de Budapest. Foto: Pexels

Un barrio de diseño

Lejos de los souvenirs previsibles de Váci utca, en el Barrio Judío florecen proyectos independientes que combinan artesanía, reciclaje, diseño gráfico y moda urbana. Es el caso de Printa, una tienda-taller-café especializada en serigrafía ecológica, donde puedes comprar desde pósters hasta camisetas hechas a mano. También destacan espacios como Rododendron, una concept store que mezcla ropa, objetos de autor y decoración húngara contemporánea, o Typo Showroom, para los amantes del diseño gráfico y la papelería con carácter.

El diseño aquí se produce en pequeña escala, con materiales locales y conciencia ecológica. Muchos de estos espacios nacen de colaboraciones entre diseñadores gráficos, arquitectos y artistas plásticos. El resultado es un circuito comercial donde no hay franquicias sino proyectos con alma y coherencia.

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Mazel Tov, uno de los ruin bars más conocidos. Foto: MazelTov

Arte urbano, memoria y futuro

Caminar por el Barrio Judío es también recorrer una especie de museo al aire libre. Las fachadas, muchas de ellas sin restaurar del todo, se convierten en lienzos para el arte callejero. Algunos murales rinden homenaje a figuras históricas como Hannah Szenes o a víctimas del Holocausto.

Aun así, el barrio no olvida. La Gran Sinagoga de la calle Dohány, la segunda más grande del mundo, sigue siendo un punto de referencia. Al lado, el museo judío y el Árbol de la Vida de Imre Varga —una escultura de acero con los nombres de víctimas del Holocausto grabados en sus hojas— recuerdan que la efervescencia actual del barrio convive con una memoria que no se puede ni debe borrar.

Hay también iniciativas como Auróra, una casa comunitaria que mezcla arte, activismo y cultura. En su programación caben desde exposiciones sobre diversidad hasta debates sobre política local y sesiones de música electrónica. Todo con entrada libre.

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Rododendron, una concept store que mezcla ropa, objetos de autor y decoración húngara contemporánea. Foto: Rododendron

Budapest ¿El nuevo Berlín?

Llamar al Barrio Judío el nuevo Berlín puede sonar pretencioso. Pero hay similitudes innegables: una escena alternativa sólida, un urbanismo de cicatrices visibles, y una juventud que ha hecho del reciclaje su bandera. La diferencia es que aquí el proceso aún no ha sido engullido del todo por la turistificación ni por los precios imposibles. Aunque cada vez llegan más visitantes, el barrio no ha perdido su ritmo. 

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Árbol de la Vida de Imre Varga. Foto: Linda Gerbec (Unsplash)

TURIUM TIPS

Relájate en los baños Széchenyi: termas históricas al aire libre, perfectas para invierno o verano.
Cruza el Puente de las Cadenas al atardecer: las vistas del Danubio y del Parlamento iluminado son espectaculares.
Explora el Castillo de Buda: historia, museos y miradores con las mejores panorámicas de la ciudad.
Haz una ruta por los ruin pubs: empezando por Szimpla Kert, descubre los bares más creativos del Barrio Judío.