Este pueblo medieval de Segovia parece detenido en el tiempo y casi nadie lo conoce: es tan bonito como Ayllón o Pedraza
Maderuelo, junto al embalse de Linares del Arroyo. Foto : iStock.

Este pueblo medieval de Segovia parece detenido en el tiempo y casi nadie lo conoce: es tan bonito como Ayllón o Pedraza

Sobre un cerro, tras una muralla, a orillas de un embalse precioso. El diminuto municipio de Maderuelo es el pueblo más bonito de Segovia y nosotros te contamos por qué.

Lucía Lorenzo | Octubre 29, 2025

Muy cerca de Madrid, aunque contrastando con su aire cosmopolita, la provincia de Segovia se despliega ante nosotros. Es una composición de paisajes naturales y monumentales que conviven en perfecta armonía. Uno de esos destinos llenos de rincones secretos que invitan a ser visitados y revisitados. Todo merece la pena, desde el archiconocido Alcázar hasta sus municipios más encantadores. Y entre las capas y capas de patrimonio histórico y artístico, Maderuelo brilla como un diamante esperando ser descubierto.

Esta localidad de apenas cien habitantes ha sido incluida en el listado de Los Pueblos Más Bonitos de España, junto con Ayllón, Pedraza y Sepúlveda. Y, aunque es menos conocido, no es por ello menos encantador. Flotando entre las aguas de un embalse y protegido por gruesos muros de piedra, es sin duda uno de los lugares más especiales del centro de España.

Descubre Maderuelo, el pueblo más encantador de Segovia

Coronando lo alto de un cerro, la belleza de Maderuelo se intuye incluso de lejos, con sus calles protegidas por el lienzo de la muralla medieval. El perfil de la villa se refleja en la superficie del embalse de Linares del Arroyo. En las horas en las que descansa iluminada por el sol, casi parece que el agua es la superficie sólida y plateada de un espejo, confeccionado tan solo para devolver su imagen. Entrar es como sumergirse en un libro antiguo, pues todo invita a explorar el pasado y bajar el ritmo.

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Vista aérea de Maderuelo junto al embalse. Foto: iStock.

Ya desde fuera parece sacado de otro tiempo, de algún siglo pasado. La sensación se acrecienta al traspasar el monumental Arco de la Villa, que da paso a una localidad de calles abigarradas, cuyo trazado irregular habla del esplendor de los tiempos pasados. Pero el brillo no se ha perdido del todo y a veces aún nos parece ver la sombra de los días de grandeza.

Ocurre, sobre todo, cuando el visitante se permite caminar sin rumbo fijo. Es entonces cuando la piedra nos habla de los días en los que el pueblo formó parte de la línea defensiva del Duero, en plena Reconquista. Y de la época en la que las iglesias se multiplicaban sin cesar, pues la población se encontraba en continuo crecimiento.

También de otros tiempos, no tan pasados, pero sí profundamente distintos. Momentos en los que las horas pasaban más lentas y la vida no llamaba a las puertas de la gente con la insistencia de quien tiene prisa por correr. Momentos que solo existen aquí, entre callejones tranquilos y plazas donde los vecinos se sientan a descansar, casi ajenos a un mundo que se transforma sin descanso.

Maderuelo es uno de los pueblos más bonitos de Segovia, sí. Pero, sobre todo, es un lugar distinto, donde es posible pararse a respirar profundamente. Así que, si buscas una escapada de fin de semana muy cerca de Madrid que te devuelva la calma, este es tu sitio.

Todo lo que debes saber antes de ir

Para llegar desde Madrid se tarda 1h 45min en coche por la A-1.
La mejor época para visitarlo es durante la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son más suaves.
Es ideal para practicar senderismo, hacer fotografía al atardecer y el turismo slow.
Los monumentos indispensables son la muralla medieval y el Arco de la Villa, la torre del castillo, la iglesia de San Miguel Arcángel y la iglesia de Santa María del Castillo.
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La iglesia de Santa María de Maderuelo. Foto: Ayuntamiento de Maderuelo.

Qué ver en Maderuelo

Si por algo destaca Maderuelo, además de por su belleza, es por su patrimonio histórico. Al fin y al cabo, se trata de una de las villas medievales mejor conservadas de la zona. Algo más que evidente, teniendo en cuenta que su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Lo primero que llama la atención nada más llegar es la muralla de Maderuelo. Una construcción militar, de carácter defensivo, que fue construida entre el siglo XI y el siglo XV con mampostería, sillería y sillarejo.

Aunque los tramos que se conservan no son muchos, bastan para hacerse una idea de la antigua grandeza del lugar. Hoy las puertas restantes son el Arco de la Villa, la Puerta del barrio y la Poterna del Ángel. Todas ellas permanecen abiertas, sabedoras de que nadie ha intentado atacarlas en mucho tiempo.

Mucha peor suerte corrió el castillo, del que no quedan más que restos. De aquella fortaleza, que data más o menos de la misma época de la muralla y que en el siglo XV fue entregado al condestable don Álvaro de Luna, solo queda el torreón de la plaza del Castillo, que apenas logra recortar su maltratada silueta contra el cielo.

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La iglesia de San Miguel Arcángel, del siglo XII. Foto: Ayuntamiento de Maderuelo.

Entre las iglesias, destaca la de San Miguel Arcángel. De origen románico, el cuerpo formaba parte de la muralla en sus orígenes, allá por el siglo XII. Sin embargo, la más especial es la iglesia de Santa María del Castillo, bella y misteriosa, pues fue reconstruida utilizando piedras procedentes de otros santuarios tras el incendio sufrido en el siglo XVI. Mezcla de estilo románico, gótico, renacentista, islámico y mudéjar, merece la pena visitarla tanto por dentro como por fuera.

TURIUM TIPS

La iglesia de San Miguel Arcángel solo puede visitarse acudiendo a la Oficina de turismo de Maderuelo, pues no se encuentra abierta al culto. De hecho, sus arcos góticos albergan diversos eventos culturales a lo largo del año: desde obras de teatro hasta conciertos.
Por su parte, la iglesia de Santa María del Castillo se encuentra en el punto de mayor altura de la localidad y, junto a ella, encontramos un mirador con vistas espectaculares del embalse de Linares del Arroyo.
Muy cerca de Maderuelo (a menos de veinte minutos en coche), se encuentra la preciosa localidad de Ayllón, donde te recomendamos hacer una parada para comer. Lo mejor es reservar mesa en El Parral de Ayllón, un restaurante especializado en gastronomía castellana del que no te puedes ir sin probar el cordero asado y el cochinillo. De entrante, te recomendamos la cecina ahumada de León y los pimientos del piquillo rellenos de perdiz.