Estos pueblos españoles compiten por un reconocimiento único: tienes que visitarlos antes de que se llenen
Vielha es uno de los pueblos candidatos a Capital de Turismo Rural en 2025. Foto : Pexels

Estos pueblos españoles compiten por un reconocimiento único: tienes que visitarlos antes de que se llenen

Cada año, EscapadaRural.com selecciona diez candidatos que luchan por ser la Capital del Turismo Rural. En 2025 la lista viene con sabores muy diversos: del Pirineo a Sierra Morena, pasando por Navarra o Vizcaya.

Aleks Gallardo | Octubre 28, 2025

El turismo rural en España vive un momento de auge discreto pero firme. En 2024, más de 4,77 millones de personas optaron por alojamientos rurales, lo que supone un incremento de un 2,71 % respecto al año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En meses más recientes, las cifras apuntan a un empuje mucho más intenso: por ejemplo, en julio de 2025 las noches en turismo rural crecieron un 5,6 % frente al mismo mes de 2024. 

Los viajeros buscan más calidad de vida, espacios abiertos y experiencias auténticas. Pero detrás de cada casa rural hay decisiones municipales, planes turísticos y asociaciones que buscan convertir lo local en atracción global. En ese escenario surge la idea de la Capital del Turismo Rural. Un reconocimiento que más que un título simbólico pretende ser palanca: promoción mediática, visibilidad en portales de reservas, estímulo para pequeñas empresas turísticas. EscapadaRural.com organizó el certamen en ocho ediciones anteriores, y este año, en su novena edición, el peso del reconocimiento es aún mayor. 

Con la convocatoria ya abierta y el interés del público creciente, los diez municipios elegidos entre los pueblos más bonitos de España ofrecen un mapa diverso de paisajes, historias y rincones por descubrir. No todos entran en la competencia por el título con las mismas armas, pero todos tienen elementos valiosos que los hacen atractivos ahora, en esta carrera previa al final del año.

Ágreda (Soria)

Ágreda se impone como uno de los grandes rivales gracias a su apelativo histórico: villa de las tres culturas. Un paseo por su casco urbano revela huellas árabes, judías y cristianas: la sinagoga medieval, pequeños restos del barrio judío, la iglesia de San Miguel o las murallas que aún rodean parte del trazado antiguo.

En torno al río Escalote hay senderos agradables, jardines históricos como los de la Dehesa, y rutas de interpretación patrimonial. La Semana Santa de Ágreda está declarada de Interés Turístico Nacional, lo que ya le confiere peso en la agenda viajera. Añade a eso la oferta de alojamientos boutique, rutas en bicicleta y alojamientos rurales restaurados en antiguas casas señoriales, y tienes un destino con contenido sólido.

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Ágreda (Soria). Foto: Escapadarural.com

Friol (Lugo)

Friol no es solo paisaje verde gallego: es memoria señorial. Con decenas de pazos y casas solariegas diseminadas entre pequeños montes y valles, Friol invita al viajero a perderse con calma. La Ruta del Queso y el Pan de Ousá es su argumento gastronómico fuerte: dos productos locales que elevan el sentido del viaje. A esos motivos se suman rutas fluviales en ríos como el Neira, bosques ribereños y senderos que conectan aldeas casi olvidadas. Sus fiestas locales, ferias de artesanía y mercados tradicionales suman atractivo. 

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Friol (Lugo). Foto: Escapadarural.com

Jerez de los Caballeros (Badajoz)

Jerez de los Caballeros lleva peso histórico: fue sede templaria, resistió guerras y conserva un castillo, murallas y palacios barrocos. Sus calles empedradas, portadas señoriales y la iglesia de San Bartolomé crean un conjunto urbano difícil de superar. Aquí nació Vasco Núñez de Balboa, y eso lo convierte en destino con narrativa. Se organizan rutas guiadas de arquitectura, visitas nocturnas más teatralizadas y recreaciones históricas. Además, está inmerso en una zona de naturaleza salpicada por dehesas, donde se puede incluir visita a ganaderías ecológicas, caza menor (controlada) o rutas micológicas.

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Jerez de los Caballeros (Badajoz). Foto: Escapadarural.com

Karrantza (Vizcaya)

Este valle vizcaíno, poco conocido comparado con otros destinos del País Vasco, está esperando ser descubierto (sin multitudes). Las cuevas de Pozalagua son su joya: destacan por sus formaciones excéntricas de estalactitas de apariencia caprichosa, que han sido ampliamente visitadas. Pero Karrantza no acaba ahí: el Parque Natural de Armañón y sus colinas boscosas, caseríos dispersos y senderos entre robledales compensan el aislamiento. Además, muy cerca, puedes visitar Karpin Abentura, un espacio de fauna salvaje adaptado al público familiar, que se suma como oferta complementaria.

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Valle de Carranza (Vizcaya). Foto: Escapadarural.com

Navahermosa (Toledo)

Navahermosa es puerta de entrada al Parque Nacional de Cabañeros, uno de los pocos bosques mediterráneos verdaderamente extensos en España. Desde este pueblo puedes emprender rutas de baja y media dificultad, observar fauna ibérica (ciervos, jabalíes, águilas), y aprovechar cielos oscuros para observación astronómica. En el casco urbano destacan su iglesia parroquial, casas con entramados tradicionales y talleres de forja y madera. 

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Navahermosa (Toledo). Foto: Escapadarural.com

Tibi (Alicante)

Tibi guarda una joya hidráulica: una de las presas más antiguas de Europa aún en uso, construida en el siglo XVI, que sirvió a sistemas agrícolas antiguos. La montaña del Maigmó y el valle del río Jijona son excelentes para senderismo y rutas MTB. En el municipio y sus alrededores se conservan casas rurales tradicionales con vistas panorámicas, pozos antiguos, caminos de herradura y minas abandonadas que, con guías locales, permiten exploraciones interesantes. 

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Tibi (Alicante). Foto: Escapadarural.com

Trasmoz (Zaragoza)

Trasmoz hace del mito una estrategia: es el único pueblo español oficialmente excomulgado —harás bien en leer la historia— y ha mantenido viva su leyenda de brujería. El castillo del Moncayo, las ferias mágicas y visitas nocturnas tematizadas (rituales, veladas esotéricas) son su sello. Pero las rutas naturales en el Parque Natural del Moncayo suman puntos: bosques, senderos de media montaña y valles menos transitados. Para quienes se interesen por la fotografía, la luz del otoño y la niebla del Moncayo permiten escenas espectaculares.

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Trasmoz (Zaragoza). Foto: Escapadarural.com

Valtierra (Navarra)

Valtierra aporta contraste de paisaje: el desierto de las Bardenas Reales está a tiro de piedra. Las casas-cueva reconvertidas en alojamientos rurales son uno de los atractivos más peculiares: dormir en una roca, con el silencio y la calma como protagonistas. No faltan tampoco viñedos navarros, olivares y gastronomía de temporada. 

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Valtierra (Navarra). Foto: Escapadarural.com

Vielha (Lleida)

Vielha es una puerta natural al Val d’Aran, con tradiciones propias, lengua aranesa, arquitectura de montaña y un ambiente vivo todo el año. En invierno atrae por las pistas de Baqueira-Beret; en verano, las rutas altas, lagos de montaña y senderos de altura dominan el paisaje. En el casco urbano merece la pena visitar la iglesia de Santa María de Arties, el Museu dera Val d’Aran, y caminar por calles de pizarra con comercios locales. Gozar de la gastronomía aranesa (platos de montaña, carnes de caza, setas) añade sabor al viaje.

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Vielha (Lleida). Foto: Unexpected Catalonia (Unsplash)

Zuheros (Córdoba)

Casas encaladas en un relieve abrupto, su castillo roquero dominando el paisaje y la famosa Cueva de los Murciélagos, con visitas guiadas que combinan arqueología y espeleología, la convierten en un destino muy potente. No dejes de probar el aceite de oliva virgen extra local, del que muchas almazaras organizan catas y talleres. También hay rutas de senderismo en la Sierra Subbética, miradores y caminos entre olivares centenarios.

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Zuheros (Córdoba). Foto: Johan Mouchet (Unsplash)

Si tienes la oportunidad de organizar una escapada con mapa en mano, visitar aunque solo sea unos pocos de estos pueblos antes de que acabe el año te pone un paso por delante. Los caminos menos transitados todavía guardan sorpresas: una iglesia olvidada, un sendero con vistas insospechadas, una cena casera con producto local. Y si al final alguno de esos pueblos se convierte en la Capital del Turismo Rural 2025, habrás estado allí de forma anticipada. 

TURIUM TIPS

Baños termales de alto nivel en Vielha: aprovecha las Termas de la Baronía de Les (muy próximas) para sumergirte en aguas termales elevadas de calidad, con servicios spa, circuito de aguas y tratamientos de bienestar.
Pide la experiencia gourmet en el Parador de Vielha: platos aranenses con vistas panorámicas al valle desde el restaurante Val d’Aran.
Alójate en el Hotel Vielha Val d’Arán by Meliá: un cuatro estrellas con spa completo y servicios wellness de primer nivel.
Paseo en helicóptero desde el helipuerto de Vielha: desde el helipuerto del Val d’Aran (Vielha) puedes organizar vuelos panorámicos sobre los picos pirenaicos y valles, para ver la escala y majestuosidad del paisaje desde otro nivel.