
De antigua ciudad fortificada a hotel de lujo: así es la isla llena de playas paradisíacas que podría desaparecer bajo el agua
En 1950, la curiosa isla de Sveti Stefan se convirtió en un hotel de lujo: situado en la costa de Montenegro, ha recibido a estrellas de la talla de Marilyn Monroe o Sophia Loren, pero parece destinado a desaparecer.
Los hoteles son una parte esencial de la experiencia de cualquier viajero. Los hay de todos los tamaños y para todos los gustos: desde resorts con todo incluido al estilo The White Lotus hasta palacios reconvertidos en alojamientos únicos que se encuentran entre los mejores hoteles de Sevilla. Sin embargo, muy pocos son tan singulares como Sveti Stefan.
Situado en la Riviera de Budva, puede presumir de ser el hotel de lujo más exclusivo de la costa de Montenegro. Para llegar a serlo, ha tenido que renunciar a muchas cosas: ha dejado de ser una isla, y ahora se encuentra unida al resto del país por medio de un istmo; también ha dejado de estar habitada, todo para convertirse en el refugio de los ricos y famosos, que solían encontrar aquí un oasis de tranquilidad lejos de los focos y los flashes.
La historia de Sveti Stefan
Ya en el siglo XV se conocía la existencia de esta isla, que por entonces aún permanecía separada de la costa de Montenegro y se describía, por aquella época, como un fuerte capaz de contener los ataques de las fuerzas bosnias. No obstante, un siglo después fue incapaz de hacer frente a la brutalidad de los ejércitos venecianos, que la arrasaron durante el transcurso de la cuarta guerra con el Imperio otomano.
Cien años. Eso fue lo que duró la destrucción de Sveti Stefan. En el siglo XVI, la República de Venecia se comprometió a levantar de nuevo el lugar que habían destruido, y que por aquel entonces servía de hogar para una docena de familias. De aquella época aún perviven las casas de piedra y las calles estrechas que serpentean desde la costa hasta el corazón de la isla.

En el siglo XIX, este curioso pueblo pesquero era hogar de unas cuatrocientas personas. Y durante las primeras décadas del siglo XX se erigió aquí Villa Miločer, que sirvió como residencia de verano para la reina consorte del rey Alejandro I de Yugoslavia, María de Rumanía, y que sería el comienzo de un ambicioso proyecto que encumbraría a Sveti Stefan a lo más alto, para luego dejarlo caer poco a poco.
De hotel de lujo a leyenda semi-olvidada
La reina María de Rumanía fue la primera en elegir Sveti Stefan como residencia de verano, pero no sería la última. En la década de los 50, el gobierno de Yugoslavia tomó la decisión de adquirir todos y cada uno de los edificios, expulsar a los vecinos y transformar la isla en un resort de lujo con vistas al mar Adriático.

Por sus enormes suites y sus exclusivas villas pasaron artistas como Marilyn Monroe, Monica Vitti o Sophia Loren. También multitud de políticos, y hasta los archiconocidos jugadores de ajedrez (y rivales) Bobby Fischer y Boris Spassky. Además de paisajes espectaculares y hoteles de cinco estrellas, el complejo prometía ser un lugar donde poder desconectar alejados de las miradas indiscretas y los paparazzis.
Sin embargo, el peso de la historia acabó hundiendo este complejo turístico, cuyo imparable declive ha llegado hasta nuestros días. Pero Sveti Stefan sigue perteneciendo a un importante grupo hotelero, y quizás esta península vuelva a recibir viajeros pronto. Al fin y al cabo, su belleza y su historia hacen que merezca la pena visitarlo.