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El municipio más grande de Cataluña no es Barcelona: naturaleza y arquitectura medieval con vistas a los Pirineos
La ciudad más grande de Cataluña no es Barcelona, sino Tremp. Además de por su tamaño, este municipio de Lleida destaca por su arquitectura medieval y por su entorno natural privilegiado.
Al este de España, entre la calma del mar Mediterráneo y los imponentes Pirineos, se encuentra una de las regiones más bonitas de España. En Cataluña hay calas vírgenes para quienes necesitan huir del ajetreo de las ciudades y fundirse con la naturaleza. También hay espacio para aquellos que se adentran en las grandes urbes en busca de los mejores restaurantes y los planes de ocio más divertidos. Si pensamos en estas enormes metrópolis, parece lógico pensar que Barcelona es la ciudad más grande de Cataluña, pero no. Se trata de Tremp.
Este municipio, situado entre los Pirineos y la Plana de Lleida, destaca por su tamaño. Con 302,47 kilómetros cuadrados y algo menos de 6.000 habitantes, la localidad se extiende por la meseta en un recorrido que parece no tener fin. Quizás no hayas oído hablar nunca de ella, pero sin duda te conquistará con sus calles estrellas, sus edificios medievales y su riquísimo entorno natural.
Qué ver en Tremp
La capital de la comarca del Pallars Jussà es una joya esperando a ser descubierta. A la sombra de los Pirineos, tan cerca de los montes nevados que los edificios casi parecen tocarlos, se oculta una región con más de doce siglos de historia.
Es mucho lo que se ha perdido, aunque la arquitectura medieval aún vista la ciudad de arcos y torreones de piedra. Centro de luchas entre cristianos y musulmanes durante largos periodos de tiempo, los habitantes comenzaron a reforzar la ciudad hasta convertirla en una villa defensiva rodeada de murallas.
De la arquitectura militar de aquella época solo quedan tres torres. La Torre del Mingo resiste, solitaria, en la Plaza de Capdevila. La Torre de los Padres, de planta circular, forma hoy parte del Centro de Cultura Josep Manyanet. También permanece en pie la Torre de la Sacristía, que se alza como un gigante decidido a custodiar eternamente la integridad de la basílica de la ciudad.
Es precisamente en el corazón de la ciudad, en plena Plaza de la Cruz, donde se encuentra la Basílica Mare de Déu de Valldeflors. La iglesia, de estilo románico, es producto de una sucesión de remodelaciones. Blanco de los ataques durante las luchas contra los musulmanes, al detenerse frente a ella es difícil no pensar que es un milagro que aún se mantenga en pie.
Vistas únicas y naturaleza en la ciudad más grande de Cataluña
Pero Tremp no es solo edificios medievales y calles estrechas, porque en la ciudad más grande de Cataluña hay espacio para mucha naturaleza. Su pulmón verde, el Parque del Pinell, se desparrama por el centro como un mar de árboles que tiñe de verde nada más y nada menos que cinco hectáreas. Sucesiones de plátanos, cipreses azules, abetos y pinos dan un respiro a todos aquellos que pasean sobre la hierba.
Sin embargo, los mejores paisajes están en las afueras. La sierra peina el horizonte de esta localidad y a los más aventureros sin duda les gustará perderse por el Espacio Natural Protegido de la Sierra del Montsec. Aquí, las paredes de roca caen sin piedad sobre las aguas del río Noguera Pallaresa y los senderistas se detienen, maravillados, a contemplar las preciosas vistas.
Muy cerca encontramos el embalse más grande de Cataluña, que parece extenderse sin fin entre las colinas verdosas. Mientras que muchos acuden a practicar piragüismo y un sinfín de deportes acuáticos, otros prefieren disfrutar del paisaje natural que decora las orillas del embalse de Sant Antoni.
TURIUM TIPS
El Museo Comarcal de Ciencias Naturales es la visita perfecta si viajas con niños. Abre de lunes a viernes en horario de 11:00 a 13:00 y de 18:00 a 20:00, y los domingos entre las 12:00 y las 14:00.
Si quieres probar la gastronomía local te recomendamos parar en el Restaurant de Gurp. Aunque la carta es sencilla, los sabores de los platos principales encantan a todo el que se sienta a comer en una de sus mesas. No te vayas sin probar el solomillo con reducción de colmenillas, nuestro plato favorito.
Para disfrutar del lujo silencioso, alójate en Casa Mauri, una casa rural con vistas a la naturaleza en la que en cada rincón se respira tranquilidad. El patio de piedra, las habitaciones con vistas a la sierra y el precioso jardín te harán sentir como si estuvieras durmiendo en un castillo medieval.
