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Estas son las piscinas de Madrid a las que tienes que ir si te quedas en la ciudad este agosto: están en las azoteas de los mejores hoteles
Del Emperador al Edition, estas son las piscinas de Madrid donde refrescarse con vistas, cócteles bien pensados y ese punto de evasión que convierte el calor en un planazo.
En verano, Madrid se convierte en una ciudad de extremos: terrazas llenas y planes por doquier, aceras que irradian calor y un cielo que no da tregua. No hay mar a la vista, y las piscinas públicas, aunque necesarias y queridas, se colapsan a la velocidad de un “se abren las puertas”. El frescor, entonces, se convierte en un privilegio solo apto para los que deciden acercarse hasta las piscinas naturales de los alrededores. Pero las piscinas de Madrid han encontrado un aliado en los hoteles y se han convertido en un pequeño lujo urbano que, por unas horas, cambia el ritmo del día, amortigua el asfalto y permite ver la ciudad desde otra perspectiva.
Porque sí, Madrid tiene historia, importantes museos, algunos de los mejores restaurantes y mucho, mucho carácter, pero en julio y agosto lo que más se valora es una buena sombra y una tumbona con vistas.
En los últimos años, muchas azoteas de hotel se han reconvertido en verdaderos refugios con piscina y cóctel incluido, algunas abiertas a todos mediante day pass, otras reservadas para huéspedes afortunados. Pero todas con algo en común: ofrecen una experiencia que va más allá del baño. Aquí, la piscina es paisaje, desconexión y hasta escapada exprés.
La piscina de Madrid por excelencia en el Hotel Emperador
Es la decana de las piscinas madrileñas y todavía reina con autoridad. En lo alto de la Gran Vía, el Hotel Emperador ofrece un beach club de más de 1.000 m² que parece sacado de otra latitud. Desde su apertura en 1947 hasta hoy ha llovido poco —porque Madrid es así—, pero ha evolucionado mucho. Música, cócteles, camas balinesas, más de 120 hamacas y la piscina más grande y profunda de hotel en la ciudad. Para acceder, basta con reservar y pagar el day pass (a partir de 50 €). Y si solo vas por las vistas, el Sky Bar se puede visitar sin necesidad de reserva.

Vistas icónicas en Pestana Plaza Mayor
Bañarse con vistas a una de las plazas más emblemáticas de Europa suena casi a licencia poética. Pero aquí es literal. El hotel Pestana, en la mismísima Plaza Mayor, ha abierto su rooftop y su piscina también al público general. Por la tarde y con cita previa puedes acceder a su bar en las alturas y darte un chapuzón con cúpulas barrocas de fondo. Si te cansas del agua, el spa interior (de pago y con encanto monacal) te espera.

Gran Meliá Palacio de los Duques, en pleno centro
Ubicada entre la Plaza de España y la Gran Vía, esta piscina es como una escena de novela decimonónica pasada por el filtro del lujo contemporáneo. La terraza, decorada con gusto sobrio, ofrece vistas sobre los tejados del Madrid antiguo y una zona de hidromasaje para redondear la experiencia. Este año está reservada exclusivamente para huéspedes, pero si tienes ocasión de alojarte, merece la pena: bañarse en lo alto de un palacio del siglo XIX, junto al Teatro Real, no es algo que ocurra todos los días.

The Madrid Edition, un lujo privado
Aquí las cosas no se hacen a medias. El sello Edition ya anticipa lujo urbano contemporáneo, y su piscina infinity, la más grande en altura de Madrid, no defrauda. Situada en una terraza ajardinada con más de 60 tumbonas y un pool bar de altura (en todos los sentidos), es perfecta para escapar del asfalto sin salir del centro. No está abierta a no huéspedes, pero si tienes la suerte (o el presupuesto) de alojarte, sabrás que es uno de esos privilegios por los que merece la pena el upgrade.

Arte y relax en VP Plaza España Design
Este cinco estrellas tiene la piscina más artística de todas. Desde el agua, se contempla The Waterfall, una escultura en caída libre firmada por Pere Gifre. Pero aquí lo interesante es que también puedes disfrutarla aunque no te alojes: su Day Pass (con reservas limitadas) incluye acceso a la piscina, un masaje, cócteles, menú y una habitación desde las 11:00 hasta las 19:00 para que no tengas que andar con la mochila mojada a cuestas. Puro lujo funcional.

Hard Rock Hotel Madrid, un icono de la ciudad
Sí, el Hard Rock tiene piscina, y no es solo para rockeros de corazón. En su Roxy Garden puedes sumergirte al ritmo de buena música y con el Reina Sofía como vecino ilustre. Está abierta al público con Day Pass desde 80 € entre semana (con 40 € de crédito para consumir), y hasta 150 € con cama balinesa los fines de semana. No es una piscina para nadar largos en silencio, sino para socializar, refrescarse y hacerse fan de sus cócteles.
