
Este es el tren que lleva a los campos de lavanda más famosos: es la mejor forma de llegar a Brihuega desde Madrid
Los campos de lavanda de Brihuega están de moda, y llegar desde Madrid es más fácil que nunca gracias al tren que conecta la capital con la Alcarria.
Si el otoño pinta los bosques más bonitos de España de tonos ocres y dorados, durante el verano el campo se viste del rojo de los campos de amapolas en Castilla, y de morado en Extremadura. Allí, concretamente en Brihuega, los campos de lavanda se extienden durante kilómetros y kilómetros, rozan el horizonte con su aroma floral y empachan el alma con su belleza.
Este espectáculo tan propio de la Alcarria está más cerca de Madrid que nunca, y no es que haya cambiado de localización. Es gracias al Tren de la Lavanda, que los días 3 y 10 de julio conectará Madrid con Brihuega de forma directa. O casi. Los viajeros que se suban en la estación de Madrid Atocha tendrán una hora de trayecto hasta Guadalajara y, desde allí, llegarán en autobús a este destino de ensueño.
Así es el Tren de la Lavanda
Lo llaman el Tren de la Lavanda, pero es mucho más que un medio de transporte que conecta el calor de Madrid con la belleza de este rincón de la provincia de Guadalajara. Se trata de una experiencia completa, en la que los pasajeros tendrán la oportunidad de visitar los campos de lavanda en flor y la destilería Jardín de la Alcarria.
Se trata de la mejor forma de sumergirse de lleno en una zona que es mucho más que un paisaje bonito. Brihuega tiene pasado, pues ya los celtíberos caminaron por los rincones de esta tierra que hoy enamora a todo aquel que tiene la suerte de pasear entre sus calles.
Y es que, como dice el refrán, Roma no se construyó en un día, y la popularidad de Brihuega no es reciente, ni pasajera. La historia ha sido testigo de su belleza: el político Pascual Madoz escribió en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar que allí “en todas direcciones hay hermosos bosques poblados de encina y roble”.

Por suerte, la experiencia del Tren de la Lavanda incluye un recorrido guiado por el pueblo. La joya de la corona, nunca mejor dicho, es el Castillo de la Peña Bermeja: una fortaleza que data del siglo XI, y que fue la residencia de verano de los reyes taifas de Toledo.
El fuerte no fue construido con un propósito defensivo, a diferencia de lo que sucede con la Puerta de la Cadena, que se mantiene en pie como único testigo de la muralla que protegía el pueblo. Al traspasarla, los secretos del jardín de la Alcarria se desplegarán ante ti en forma de edificios históricos como la iglesia de Santa María o la Casona de los Gómez.
Cuándo ir a ver los campos de lavanda de Brihuega
Aunque su belleza campestre le ha hecho ganarse el sobrenombre de la Provenza española, la Alcarria es muy nuestra, y verse rodeado de sus flores es mucho más sencillo que coger un vuelo hasta Italia. La floración de los campos de lavanda de Brihuega comienza normalmente a finales de junio, aunque el mejor momento para verlo es durante la segunda y la tercera semana de julio.
Es entonces cuando las flores adquieren ese tono morado vibrante tan característico, y también cuando el aroma se hace más intenso. Si acudes antes, aún podrás encontrar resquicios del verde de los tallos manchando los campos, mientras que si acudes después, te arriesgas a que la cosecha haya comenzado a marchitarse y a volverse grisácea.

Aunque el Tren de la Lavanda es la forma más cómoda de llegar, pues te lleva directamente hasta el destino, también puedes ir fácilmente en coche. Desde el centro de Madrid, tan solo tienes que tomar la M-30, hasta llegar a la A-2. Continúa por la A-2 hasta llegar a la CM-2011, y ahí sigue las indicaciones hasta Brihuega. Una vez en Brihuega, pon rumbo a los campos de lavanda en tu GPS. Llegarás en cuestión de minutos.