Santander, buen plan todo el año
El cabo Menor es una de las joyas naturales de la costa de Santander. FOTO : D.R.

Santander, buen plan todo el año

La bella capital cántabra se incorpora al proyecto Playas Sin Límites y despliega su numerosa propuesta para atraer visitantes más allá de la temporada de verano.

Gonzalo Varela | Noviembre 3, 2025

Por mucho que pase el tiempo, hay paisajes que conservan intacta su armonía. Ocurre en esta ciudad, que se asoma a su espectacular bahía con esa mezcla de elegancia serena y vitalidad que la vuelve única. Bajo su porte clásico, late una ambición moderna: la de convertirse en un destino inteligente, sostenible y ansiado todo el año. Y tiene todos los elementos para lograrlo. Aquí la innovación convive con la esencia local. El resultado es un modelo turístico que busca modelar su futuro sin perder su identidad, construyendo experiencias de calidad y largo recorrido los 365 días.

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El barrio de Puertochico. FOTO: D.R.

Un ADN que se ancla en su historia y su memoria. Esa que se estudia y se cataloga como parte de un proyecto que pretende poner en valor el patrimonio azul de la ciudad de Santander durante todo el año. Su objetivo es inventariar cada rincón con valor artístico, cultural o natural, desde el barrio Pesquero al Palacio de la Magdalena, desde el Sardinero a la Virgen del Mar, desde edificios de patrimonio naval a esculturas a pie de calle o fiestas tradicionales del mar. Todo se documenta, se digitaliza y muta en publicaciones y propuestas que invitan a redescubrir la urbe en cualquier momento.

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El Palacio de la Magdalena. FOTO: D.R.

Cuatro estaciones

Pero si hay algo que define a Santander es la presencia constante del mar: el rumor de las olas, el aire salino del Sardinero, la línea infinita que se abre hacia el Cantábrico. Por eso se ha unido a otros cuatro destinos (Almería, Costa del Sol, Rías Baixas y Lanzarote) en la iniciativa Playas Sin Límites, que, bajo el paraguas del programa Experiencias Turismo España, reimagina el litoral como un espacio activo y sostenible durante todo el año. ¿Cómo? Mediante el diseño de actividades de ocio, deportivas y de naturaleza fuera de los meses de verano: rutas de senderismo o en bicicleta, observación de las estrellas, talleres medioambientales, deportes náuticos, encuentros gastro…

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El Centro Botín. FOTO: D.R.

Bajo el marco de la Estrategia de Turismo Azul, se busca desestacionalizar el turismo, proteger el medio ambiente, mejorar la calidad de vida de los residentes y fortalecer el tejido local. Una declaración de principios que ya está dando sus frutos. La afluencia internacional crece, el visitante repite en otras épocas, el turismo de negocios genera riqueza (16 millones de euros en 2024) y el relato de Santander se consolida: innovación y belleza pueden caminar de la mano. 

Seis rutas pegadas a la costa

Santander ha diseñado nuevos itinerarios. Cuatro te sumergen en su riqueza natural y otros dos en la efervescencia de la urbe.

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La senda costera Mataleñas. FOTO: D.R.
Senda Mataleñas. Del Sardinero al cabo Mayor, este recorrido se asoma a preciosas calas y zonas verdes.
Paseo entre rocas. Monolitos, acantilados y muros de piedra presiden el camino del faro del cabo Mayor hasta la playa El Bocal.
Historia. Además de yacimientos, el trayecto hasta el estuario de La Maruca se corona con paradas gastro.
Desde La Maruca. Los cinco kilómetros hasta la playa de la Virgen del Mar atraviesan arenales increíbles.
Alma de la capital. Discurre entre fábricas, muelles, naves convertidas en bibliotecas, museos, como el Machichaco…
La cara más chic. El Palacio de la Magdalena y su antiguo balneario(hoy restaurante), el Real Club de Tenis…