Canfranc Estación, el hotel del norte más sorprendente
Habitación de Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel. Foto: Grupo Barceló.

El hotel más original del norte de España está en una antigua estación de tren con vistas a los Pirineos

¿Sabías que puedes dormir en el interior de la antigua Estación Internacional de Ferrocarril de Canfranc? Se trata de Canfranc Estación, un hotel de cinco estrellas con vistas a los Pirineos.

Lucía Lorenzo | 5 Feb 2025

En la actualidad hay hoteles para todos los gustos. Entre los mejores encontramos propuestas clásicas, como alojamientos con vistas a la Gran Vía de Madrid, pero también otras más descabelladas, como un parador en el interior de un castillo medieval. Entre los más originales destaca Canfranc Estación, A Royal Hideaway Hotel, que ha recibido el Premio al Mejor Establecimiento Hotelero en la Nieve en los Best Hotel Awards 2024.

Canfranc Estación, el hotel más original de España

Situada a los pies de los Pirineos, la Estación Internacional de Ferrocarril de Canfranc fue en su día la puerta de entrada de multitud de viajeros procedentes de Europa. Este proyecto ferroviario, que unía Francia con España a través del túnel de Somport, se inauguró en los años 20. No obstante, sus años de actividad terminarían abruptamente tan solo cincuenta años más tarde.

Tendría que pasar medio siglo para que las multitudes volviesen a cruzar las puertas de la vieja estación. Sin embargo, los viajeros que visitan Canfranc Estación ya no buscan entrar ni salir de España, sino dormir en el interior de un hotel cinco estrellas, alojados debajo de los mismos techos bajo los que antaño solían descansar los trenes.

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El Canfranc Express es el primer restaurante de Huesca en recibir una Estrella Michelin. Foto: Grupo Barceló.

El edificio, de planta alargada, se extiende a lo largo de 240 metros, a los pies de la sierra. Desde muchas de las 104 habitaciones pueden verse las imponentes siluetas de Peña Collarada y del Pico Anayet, cubiertos de nieve. Levantada al estilo de la Gare d’Orsay de París, la construcción destaca por ser una joya de estilo neoclásico. Hecha de hierro, de cristal, de piedra y de hormigón, resulta imponente la primera vez que se ve, cerrando el paso los Pirineos como una suerte de muralla alargada.

Sin embargo, tras la primera impresión el lugar se torna acogedor, gracias a los tonos crema de su interior y al despliegue de servicios. Aquí puedes disfrutar de un masaje relajante en el spa, de un baño en la piscina climatizada, de una visita guiada por el pasado de la estación e incluso de un menú de Estrella Michelin, todo ello sin salir del hotel.

Qué ver en Canfranc, Huesca

Si la estación es un tesoro oculto entre los altísimos Pirineos, el pueblo de Canfranc, en Huesca, no puede ser descrito más que como un paisaje de postal. Se trata de una villa rodeada de árboles, tranquila y apacible, en la que apenas viven 600 personas. Al pasear por su casco antiguo, de origen medieval, la calma se convierte en una compañera de viaje más. Una que te encontrarás en cada esquina.

En el interior de la localidad, un puente de origen medieval cruza el río Aragón. El Camino de Santiago cruza esta calzada empedrada, que guía los pasos de los peregrinos por senderos verdes, rebosantes de naturaleza. Alrededor del pueblo, numerosas rutas de senderismo ascienden hasta la montaña y conquistan preciosos paisajes como el Valle de Igüer, el Valle de Aísa o Punta Magdalena.

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En el pueblo de Canfranc se oculta este hotel en el interior de una histórica estación de trenes. Foto: Grupo Barceló.

Los amantes de la naturaleza pueden perderse por el Parque Natural de los Valles Occidentales: 27.000 hectáreas coloreadas de verde, azul y gris, que se visten con la exuberancia de la Selva de Oza y serpentean junto a los arroyos de Aguas Tuertas. Desde lo alto de la cima del Castillo d’Archer, con Aragón a nuestros pies, te sentirás parte de algo más grande, formidable y casi mágico.

Además, los amantes de los deportes de riesgo pueden hacer una parada en la estación de esquí de Candanchú. Situada a quince minutos en coche desde Canfranc, sus lenguas nevadas son el lugar perfecto para conquistar los Pirineos a toda velocidad.

TURIUM TIPS

Te alojes o no en el hotel, tienes que acercarte a probar la cocina de Canfranc Express, que se ha convertido en el primer restaurante de Huesca en recibir una Estrella Michelin. Creada por Eduardo Salanova y Ana Acín, la carta de este local reinterpreta la gastronomía aragonesa tradicional con platos como La Trilogía del Ternasco, con la carne de cordero como protagonista. El precio del menú degustación es de 180 €.
Muy cerca de Canfranc se encuentra la gruta helada de los Lecherines, una impresionante cueva donde las columnas de hielo caen del techo y llegan hasta el suelo. La ruta desde el pueblo tiene cierta dificultad, y los expertos recomiendan llevar crampones para no resbalar a causa del suelo helado.