
Los cinco mejores paradores de España: palacios, fortalezas góticas y conventos espectaculares
Los hay en el interior de palacios, castillos y monasterios y todos ellos tienen algo especial, pero hoy te contamos cuáles son los cinco mejores paradores de España.
Con más de 98 alojamientos en la Península Ibérica, todos ellos situados en entornos espectaculares, o en el interior de construcciones que destacan por su riqueza histórica y patrimonial, no es sencillo elegir los cinco mejores paradores de España. Algunos de ellos están dentro de castillos espectaculares donde dormir como un rey, con pasillos de piedra y grandes alcobas.
Otros en antiguos conventos, lugares casi mágicos donde la realidad y la leyenda se entremezclan para dar como resultado experiencias dignas de un sueño. Todos ellos, sin excepción, cuentan con ese extra que los distingue de un hotel normal: siglos de historia, en algunos casos; un patrimonio artístico inigualable, en muchos otros. Unos pocos pueden presumir de tenerlo todo, y por eso precisamente lideran el ranking.
El Parador de León, una joya del plateresco en España
Muy pocos hoteles de la red de Paradores cuentan con cinco estrellas. De hecho, de los que están en España (97 de los 98 que componen el listado), tan solo tres han alcanzado la máxima distinción. Cuando uno se detiene frente a la fachada del Parador de León, oculto en el interior de un antiguo convento y hospital de peregrinos, comprende de súbito qué hace que este alojamiento sea tan especial.

De portada simétrica, con ese efecto de las decoraciones del plateresco que dan la sensación de estar ante un bordado de piedra, y absolutamente inmenso. Así es uno de los edificios más importantes de León, y uno de los más emblemáticos de todo su casco antiguo. Lleva en pie desde el siglo XII y, por fuera, da la sensación de que ha pasado los últimos nueve siglos nutriéndose de la belleza del centro de la ciudad.
En el interior, las habitaciones, sencillas y espaciosas, se caracterizan por el uso de las líneas rectas y los colores neutros. Aquí y allá podemos encontrar hasta 500 obras de arte, entre cuadros, esculturas, frescos y tapices, que nos llevan en un recorrido desde la época medieval hasta la actualidad. En algunos momentos, no sabrás si estás en un hotel o en un museo.
El Parador de El Saler, entre los mejores paradores de España
El Parque Natural de la Albufera de Valencia destaca no solo por su tamaño y belleza, sino también por ser el refugio de multitud de especies, como los flamencos que aterrizan aquí durante los primeros meses del año o los samarugos, en peligro de extinción. En este entorno único donde los atardeceres pintan el cielo con brochazos naranjas, se encuentra el Parador de El Saler.

Si tuviésemos que describir el lugar en unas pocas palabras, probablemente serían “naturaleza en estado puro”. Bañado por el mar Mediterráneo, rodeado de pinares y dunas, es como si todos los paisajes que caracterizan el entorno de la Comunidad Valenciana viniesen a encontrarse aquí.
Se trata de un alojamiento de cinco estrellas que rompe por completo con la estética de otros paradores gracias a su aspecto moderno. En el interior, los grandes ventanales dejan pasar la luz a borbotones, y las paredes blancas devuelven los reflejos, iluminándolo todo. En el exterior, piscina y campo de golf se convierten en los lugares perfectos para disfrutar y desconectar.
El Parador de Santiago de Compostela, con vistas a la catedral
El último parador de este listado en poder presumir de la distinción de cinco estrellas, el Parador de Santiago es uno de los más especiales, tanto por su historia como por su ubicación. Si un despertar con vistas a la Catedral de Santiago de Compostela no te resulta lo suficientemente atractivo, quizás te convenza las más de cien obras de arte que se exponen en su interior.

No es de extrañar que el Hostal de los Reyes Católicos se haya convertido casi en un museo, pues en su interior se respira una suerte de excelencia artística que te acompaña allá donde vayas. Desde su fachada, decorada en estilo plateresco y muy similar a la del Parador de León, hasta el patio interior, con sus arcos de medio punto, todo aquí es un tesoro esperando ser descubierto.
Además, si te gusta la cocina gallega (y a quién no), aquí encontrarás dos propuestas gastronómicas de alto nivel. El Restaurante dos Reis acompaña los platos más tradicionales con música de piano en directo, mientras que en el Restaurante Enxebre deja espacio para una experiencia más desenfadada sin renunciar a la calidad.
El Parador de Chinchón, en un pueblo precioso
Dicen que es el parador favorito de los madrileños, y no nos extraña. Al fin y al cabo se encuentra tremendamente cerca de la capital, en uno de los pueblos más bonitos de Madrid, y en el interior de un edificio con siglos de historia. Hablamos, como no podía ser de otra manera, del Parador de Chinchón, en el interior del Monasterio de Nuestra Señora del Paraíso.

El edificio fue construido en el siglo XV por orden de los primeros señores de Chinchón, y en 1940 fue uno de los primeros edificios en pasar a formar parte de la red de Paradores de España. Y, aunque a lo largo de su larguísima historia ha sido sometido a pequeñas reformas, aún es posible caminar bajo las mismas bóvedas que en su día vieron pasar a cientos de monjes silenciosos.
El Parador de Alarcón, un castillo espectacular
Desde fuera no creerías que es un parador. Sin embargo, esta fortaleza gótica en lo más alto del Pico de los Hidalgos oculta en su interior el Parador de Alarcón. Con las aguas turquesas del río Júcar fluyendo a sus pies y la monumental villa de Alarcón desplegándose a su alrededor, este hotel promete una experiencia única. Y te aseguramos que cumple con sus promesas.

El fuerte actual, con su exterior austero, data del siglo XII. Sin embargo, si excavamos un poco bajo sus cimientos nos encontraríamos con una construcción prerrománica, sobre la que se construyó la fortaleza posterior. Tras los gruesos muros, descubrimos un alojamiento exclusivo, con tan solo trece habitaciones que te harán sentir como si fueras un verdadero noble.