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Japón para principiantes: las 10 cosas que necesitas saber si viajas a Tokio en 2024
Se ha convertido en uno de los destinos internacionales preferidos de los españoles. Es por esto que saber qué hacer allí y qué no puede marcar la diferencia entre unas buenas vacaciones y una de las mejores de tu vida.
Japón es un país inaccesible. El idioma es una gran barrera al igual que lo son sus culturas y tradiciones. Dado que estas tienen muy poco que ver con las Españolas, es fácil pasar por alto cosas importantes. En 24 horas en París estarás como en casa, pero Tokio, Kyoto y Osaka son otra historia.
Si planeas hacer en los próximos meses tu primer viaje a la tierra del sol naciente, es buena idea que tengas los siguientes consejos en mente, porque podrían ahorrarte quebraderos de cabeza (como saber qué hace durante una escala de 6 horas en Dubai).
No te pierdas los clichés. Hay sitios por los que pasan todos los turistas extranjeros en Japón, sobre todo en Tokio. Son una obviedad. Allí Shibuya (el paso de peatones más famoso del mundo), Akihabara (el templo de los juegos y el anime) y Shinjuku (el barrio cool, moderno y lleno de bares) son los lugares más visitados. La realidad es que son fascinantes, aunque no te interese lo más mínimo el anime, la fiesta o los pasos de peatones. Tienen un encanto particular, como el que entra en el Coliseo por primera vez. No los rehúyas.
App móvil para traducir. En cualquier viaje al extranjero es una herramienta muy útil. En el caso de Japón, en cambio, es esencial, porque casi nadie habla inglés. En la experiencia personal de este autor, tras media hora de entablamiento de la amistad mediante gestos, el descubrimiento de mi origen español desembocó en la única palabra que ambos conocíamos: ¡INIESTA! Del mismo modo (y al contrario que en el metro), casi ningún menú en ningún restaurante tiene los platos escritos en inglés. Un móvil, junto a una buena solvencia gestual, puede solucionar todos tus problemas.
Acceso a internet en todos lados con wifi personal. Va de la mano con el consejo anterior. Diversas compañías (y agencias de viajes en España) ofrecen el alquiler del conocido como Pocket WiFi. Se trata de un pequeño aparato que en su interior tiene una tarjeta SIM japonesa (con internet ilimitado) y que actúa como un repetidor. Si tú y tus compañeros vais juntos gran parte del tiempo, solo tendréis que conectaros todos a esa red y listo (internet, mapas, guías, traductores…).
Japan Rail Pass. Tal vez estés en Japón poco tiempo, o consideras que si vas a estar solo en Tokio, las pocas estaciones de metro de JR no merecen la pena. Sería lógico pensar tal cosa, pero eso no evitará que sea un error mayúsculo. Este abono es la libertad absoluta y te permitirá improvisar. ¿Una semana en Kioto y al quinto día ya estás harto de santuarios meiji? Pues un paseo hasta la estación de tren y en Shinkansen (tren bala) estarás en Osaka en 40 minutos. Con este abono, podrás celebrar el 60 aniversario del tren bala japonés.
Respeta sus costumbres. Los extranjeros (no asiáticos) son gaikokujin. En cambio, a los irrespetuosos se les llama gaijin. Aunque la palabra en sí no tiene connotaciones negativas, la realidad práctica es que es un término peyorativo. Para evitarlo no hace falta leerse una enorme guía o un manual de protocolo nipón. Si eres fumador enciende los cigarrillos solo en los sitios claramente señalizados (en Japón solo se puede fumar en la calle en espacios habilitados). Si en unas escaleras de una estación de metro todos suben por la izquierda, no intentes ir a contracorriente. Ninguna de estas reglas tiene ningún misterio, pero no son escasos los casos de occidentales que las incumplen.
Entender el dinero. 1000 yenes son la clave. El cambio en euro-yen está no había estado tan bien para los europeos desde 2008, pero eso no quita que sea difícil de calcular (como era el caso de la lira hace 30 años). Para hacerte una idea, aunque no sea la realidad, 10 euros son 1.000 yenes (el dato real son 1.600). La importancia de hacer esta arbitraria elección es que, dados los elevados precios de Japón, es mucho más fácil saber cuánto te estás gastando.
Llevar una reserva de efectivo. A pesar de ser un país tan avanzado tecnológicamente, en casi ningún sitio funcionarán las tarjetas occidentales. Del mismo modo, los puestos tradicionales ni siquiera tendrán un datáfono. Por el contrario, como es de esperar, el efectivo siempre será bienvenido. Nada más bajarte del avión, ya sea en Narita o en Aeropuerto Internacional de Tokio, habrá cajeros automáticos con este fin.
No visites este sitio en Tokio. La ciudad tiene un millón de atractivos turísticos, cada cual mejor que el anterior. A pesar de ello, puedes sentir la tentación de ir a Moto-Akasaka y a su Casa de Invitados del Estado. Esto es una pérdida de tiempo al tratarse de un edificio de estilo europeo que no destaca. Sus jardines tampoco tienen nada de especial, así que utiliza ese tiempo en algo que merezca más la pena.
Las distancias en el mapa engañan. Se trata de un país enorme, y su capital más. A pesar de ser términos municipales distintos, Yokohama, Kawasaki y Tokio han crecido tanto que se han convertido en una sola megalópolis con más de 37 millones de habitantes. Para que te hagas una idea, en esta área metropolitana vive más gente que en España si quitamos Andalucía y Canarias. Puedes sentir la tentación de abrir Google Maps y ver que estás cerca de un parque u otra atracción turística. No es el caso, coge el metro.
Los onigiris son un salvavidas. Japón está lleno de máquinas expendedoras. Esto permite que conseguir una botella de agua (o un extraño refresco en su defecto) sea muy sencillo. Pero cuando el estómago ruge después de un día de caminata turística, con la intención de verlo todo, y no es hora de comer, tienes un problema. Por suerte, los pequeños supermercados son casi tan comunes como las máquinas de refresco. En ellos se encuentra de todo: mochis, patatas fritas con té matcha, etc. Eso son remedios temporales. Lo mejor que puedes hacer es comprar unos onigiris prefabricados, que están por doquier. Son triángulos de arroz japonés con un relleno dulce o salado (desde pasta de arándanos a ternera teriyaki) y un poco de alga nori. A pesar de su pequeño tamaño, uno te saciará, y dos te darán energía para horas.
Situada en la localidad palentina de Baños de Cerrato, la iglesia de San Juan de Baños es considerada la más antigua de España, así como una de las más bonitas.