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Bath, la preciosa ciudad inglesa que sirvió de inspiración para Los Bridgerton
Bath, situada en el sur de Inglaterra, ha sido lugar de rodaje de Los Bridgerton e inspiración para grandes escritores, como Jane Austen.
Inglaterra está llena de paisajes idílicos. Destinos de cuento como Bibury, el lugar que aparece en los pasaportes ingleses y es ideal para los viajeros que buscan la tranquilidad sin renunciar a la belleza de los pueblos con encanto. Uno de estos destinos se encuentra en el sur, entre praderas verdes y edificios de piedra, y parece sacada de una serie de época. Se trata de Bath, la ciudad en la que se grabó Los Bridgerton y en la que discurren algunas de las obras de Jane Austen, como La abadía de Northanger.
A medida que se avanza por sus calles, la arquitectura georgiana se fusiona en una curiosa mezcla con el estilo de la posguerra. Al caminar por las aceras, uno tiene la sensación de oscilar entre dos mundos: aquí, la modernidad de las termas de lujo queda opacada por el esplendor de las iglesias, con sus altas torres, y los palacios, protagonistas indiscutibles en la pequeña pantalla.
Esta es la ciudad en la que se grabó Los Bridgerton
Ni decorados de cartón-piedra ni pantallas verdes, Bath no necesita añadidos para robarle el corazón a todos los que la visitan. No hay efectos especiales que puedan transmutar la belleza clásica de esta ciudad, que ha sabido conquistar a los fanáticos de Los Bridgerton.
Aunque todo es bonito en este rincón, situado a menos de una hora de Bristol, hay algunos lugares que son paradas obligadas para los seguidores de la serie. Aquí se encuentra el hogar de Penélope Featherington, protagonista de la tercera temporada gracias a su romance con Colin Bridgerton. El número 1 de Royal Crescent, con su exterior de piedra blanca y sus columnas coronadas con volutas no es, en realidad, una residencia, sino un museo donde se muestran retales de la vida en la época georgiana.
Este edificio, construido por John Wood en el siglo XVIII, cuenta con una fachada simétrica y un portón de estilo dórico. Se trata de un lugar de gran importancia histórica, motivo por el que lo protege y mantiene el Bath Preservation Trust. Además de los Bridgerton, aquí se ha grabado la adaptación de la BBC de La abadía de Northanger, de Jane Austen, y la serie de El conde de Monte Cristo de la misma cadena, entre otras producciones.
Lady Danbury, íntima amiga de la madre de la familia Bridgerton, también reside en Bath, más concretamente en el Museo Holburne. En esta galería de arte se expone una amplia colección de obras compradas por Sir William Holburne, como el José vendido por sus hermanos de la escuela pictórica italiana.
Los Bridgerton a menudo pasean sobre el adoquinado de Bath Street y Abbey Green, entre majestuosos edificios sostenidos por columnas de color blanco y rincones arbolados donde las boutiques se suceden una tras otra. Al mirar los escaparates, sin duda te sentirás como uno de los personajes de época que compran sus trajes a Madame Delacroix.
Un paseo por el Bath de Jane Austen
Ninguna producción moderna, por popular que sea, puede borrar las huellas de Jane Austen. El legado indeleble de la escritora inglesa más relevante de la historia de la literatura aparece en cada esquina de Bath, ciudad en la que residió durante su juventud.
Aquí se encuentra el Jane Austen Centre, un museo público situado en la misma calle donde ella vivió en 1805, en Gay Street. Con el objetivo de mostrar algún que otro pedazo de la forma de vida durante la Regencia, la exposición muestra objetos y trajes de época, al tiempo que narra la vida de la novelista.
Pero Bath no solo fue el hogar de Jane Austen. Aquí, la británica se sumergió de lleno en la compleja sociedad inglesa de la época, en las costumbres de la alta sociedad y en las dinámicas de poder que dominaban cada interacción. Aquí aprendió a comprender la naturaleza humana y cómo esta se regía por la presión de las clases sociales.
Y aquí, paseando por sus jardines, caminando sobre sus puentes y ocultándote del sol bajo los campanarios de sus monumentales iglesias, sin duda te sentirás como un personaje más de sus novelas.
Qué ver en Bath
Esta ciudad, que se hizo famosa por sus termas de origen romano, fue hogar de personajes ilustres como Charles Dickens. A día de hoy, está llena de lugares que merecen la pena.
El casco antiguo
Si lo que quieres es pasear entre palacetes y fachadas hechas de piedra amarillenta, te recomendamos dar un paseo por el centro histórico. Repleto de pubs, de museos y de tiendas vintage, es el mejor lugar para disfrutar de la mezcla de tradición y modernidad que reina en la ciudad.
Aquí encontrarás, entre otras cosas, Guildhall Market, el mercado más antiguo de Bath, con más de 800 años de historia a sus espaldas; y el Puente Pulteney, una obra de estilo neoclásico que muchos expertos en arquitectura comparan con el Ponte Vecchio de Florencia.
Las termas romanas de Bath
En el año 43 d.C., los romanos fundaron en lo que hoy es Bath el complejo termal Aquae Sulis. Sin embargo, siglos antes las fuentes de agua termal de la localidad ya habían llamado la atención de los britanos. Tanto es así que, según cuenta la leyenda, el legendario rey Blalud fundó Bath en el siglo IX a.C. Otras de las historias que rodean el lugar cuentan que el padre del rey Lear sobrevivió a la lepra gracias a las aguas medicinales de este lugar.
Si bien no sabemos hasta qué punto es cierto todo esto, la historia ha confirmado el origen romano de estos baños, que hoy día se pueden visitar a modo de museo. Aunque no puedes bañarte en sus aguas, sí que puedes probarlas mientras disfrutas de los restos de arquitectura romana expuestos.
La Abadía de Bath
Enorme e imponente, está considerada por muchos como una de las iglesias más bonitas de toda Inglaterra. Se trata de un edificio gótico, que deslumbra con sus arcos ojivales, sus enormes vidrieras y su altísima torre de 50 metros.
Aunque comenzó a construirse en el siglo VII, los trabajos no terminaron hasta siglo y medio después. Pese al arduo trabajo que supuso erigir este coloso, de 67 metros de largo y 22 metros de ancho, el templo sufrió varias reconstrucciones: primero en el siglo X y posteriormente en los siglos XII, XVI y XIX. Su precioso exterior hace que la visita valga la pena, pero te recomendamos visitar el interior y subir hasta la torre, que cuenta con una decena de campanas.
TURIUM TIPS
Si visitas Bath por sus aguas termales, entonces tienes que acudir al único balneario en funcionamiento de la ciudad. Se trata de Thermae Bath Spa, un moderno complejo de baño que abre todos los días de 9:00 a 21:00 y al que puedes acceder por tan solo 18 libras.
Para alojarte, te recomendamos que disfrutes del Bath más victoriano en un hotel boutique. Nuestro favorito es Apple Tree boutique, situado muy cerca de la Abadía de Bath y las Termas Romanas.
Las termas romanas de Bath abren todos los días de 9:00 a 18:00, a excepción del 25 y el 26 de diciembre. La entrada al museo cuesta 19 libras.
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