Pasaje Lodares, en la ciudad de Albacete. Foto: Wikicommons

Pasaje Lodares, la curiosa calle de Albacete que te hace creer que estás en Italia

Si has estado en Albacete y no has pasado por esta calle, vas a tener que volver. Atravesar esta galería comercial de arquitectura modernista es como viajar en cuestión de minutos hasta Milán.

Aleks Gallardo | 30 May 2024

El escritor y crítico literario Azorín dijo de Albacete que era “la Nueva York de La Mancha” y, por supuesto, no seremos nosotros los que le quitemos la razón. Acuñó este término por su progreso y modernidad dentro de la comunidad, algo que no ha cambiado con el paso de los años. Pero además de la comparación con la ciudad que nunca duerme, Albacete también dialoga con un país más cercano. En concreto una de sus calles, un auténtico icono de la ciudad.

Oculta entre el bullicio del día a día y las prisas urbanas, Albacete esconde una joya arquitectónica que podría confundirse fácilmente con una calle sacada de una postal italiana. El Pasaje de Lodares es mucho más que un lugar de paso; es un destino en sí mismo, un pedazo de Italia en La Mancha, donde cada detalle tiene un porqué y que merece la pena visitar al menos una vez en la vida, como ocurre con el Panteón en un fin de semana en Roma.

La historia del Pasaje de Lodares

Construido entre 1925 y 1928 por el arquitecto valenciano Buenaventura Ferrando Castells, el Pasaje de Lodares es un edificio posmodernista que se configura como una de las pocas galerías de este estilo que podemos ver en España. Este pasaje comercial y residencial fue ideado por el empresario José Lodares, quien soñaba con transformar un simple espacio urbano en un microcosmos de elegancia y distinción al estilo de la tendencia europea de la Belle Époque y la tipología de las galerías comerciales italianas de finales del siglo XIX y principios del XX.

Al entrar en esta galería comercial y residencial, cuyas tres plantas superiores están destinadas a viviendas y oficinas, es imposible evitar sentirse transportado a otra época. Las vidrieras artísticas que adornan el techo filtran la luz solar creando un juego de colores que baña el suelo de mármol, mientras los balcones de forja y las esculturas que adornan sus paredes compiten por llamar tu atención. No es de extrañar que se le conozca como “el pequeño Milán manchego”.

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Entrada del Pasaje Lodares, en Albacete. Foto: Pexels/Jesús Marchante

Su estructura tiene una curiosa forma de U que conecta las calles Mayor y Tinte, haciendo que este encantador rincón sirva como el lugar ideal para una tarde de compras, pero también como un atajo muy pintoresco. A lo largo de su recorrido, tiendas de moda, cafeterías con encanto y pequeños negocios ofrecen al visitante una experiencia de compra única, envuelta en un ambiente que parece detenido en el tiempo.

Un reflejo de la historia europea en Albacete

La inspiración para el Pasaje Lodares provino de las grandes galerías europeas como la Galleria Vittorio Emanuele II en Milán (donde se encuentra uno de los pocos hoteles con 7 del mundo) o los Pasajes de París. Estos espacios buscaban ofrecer una experiencia de compra distinta y funcionar como lugares de encuentro social y centros de actividad cultural en el corazón de las ciudades. El pasaje fue diseñado para atraer a la creciente burguesía de Albacete, ofreciéndoles un espacio donde el lujo y la exclusividad estuvieran al alcance de su estilo de vida.

Detalles arquitectónicos y artísticos

Además de su impresionante techo de vidrieras, el Pasaje Lodares cuenta con una serie de detalles artísticos que merecen atención. Las estatuas que adornan sus entradas representan alegorías al Comercio y la Industria, resaltando la importancia económica del lugar. Los frisos y molduras en las fachadas interiores están cargados de simbolismo y reflejan una época en la que el detalle artístico era tan importante como la funcionalidad del espacio.

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Detalle de las plantas superiores y del techo de Pasaje Lodares. Foto: Wikicommons

El Pasaje de Lodares a día de hoy

Curiosamente, este pasaje también es testigo de la vida cotidiana de los albaceteños que habitan los apartamentos ubicados en sus pisos superiores. Desde abajo, es común ver cómo se asoman a sus balcones adornados con plantas, añadiendo un toque de vida doméstica al paisaje casi teatral de esta calle única.

A lo largo del año, el Pasaje de Lodares se convierte en escenario de diversas actividades culturales que van desde exposiciones de arte hasta conciertos de música clásica, reforzando su papel como centro cultural de la ciudad.

El Pasaje Lodares, declarado Bien de Interés Cultural, es un símbolo de la resiliencia y el orgullo de Albacete. Durante la Guerra Civil, sufrió daños considerables, pero como el ave Fénix, supo resurgir de sus cenizas para volver a mostrar todo su esplendor.

TURIUM TIPS

Teatro Circo de Albacete: Visita este histórico teatro, uno de los pocos teatros-circo que aún están en funcionamiento en el mundo, y disfruta de una función única en un espacio emblemático.

Restaurante Ababol: el chef Juan Monteagudo ofrece una propuesta culinaria con profundas raíces manchegas que te seducirá por la calidad de sus ingredientes, muchos provenientes de sus propias tierras. Mojar pan en sus salsas es obligatorio.

Feria de Albacete: Si visitas en septiembre, no te pierdas la Feria de Albacete, declarada de Interés Turístico Internacional. Disfruta de su animado ambiente, con casetas, música, danzas tradicionales y una amplia oferta gastronómica.