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Castillos medievales, galerías de arte y torres impresionantes: así es Cork, la ciudad más colorida de Irlanda
Cork es la segunda ciudad más grande de Irlanda: una pintoresca metrópolis llena de casas de colores con una historia llena de levantamientos.
Aunque a día de hoy Cork puede presumir de ser la segunda ciudad más poblada de Irlanda, no siempre ostentó este título. En el lugar en el que se levantan sus edificios, al suroeste del país, antaño no hubo nada. En el siglo VI, un monje católico se asentó en este rincón para fundar un monasterio, que con el paso del tiempo creció hasta convertirse en la explosión de colores que hoy conocemos. Pero las invasiones vikingas durante los siglos VIII y IX acabaron con la tranquilidad y dieron comienzo a una agitada historia que ha marcado su carácter. Te contamos qué ver en Cork, la ciudad más turbulenta y colorida de Irlanda.
Un paseo por la ciudad más colorida de Irlanda
Ni la tranquilidad de la vida monástica ni la agitación de su turbulento pasado pueden encontrarse hoy en Cork. Es extraño que el tranquilo núcleo de población que crece regado por el río Lee fue conocido en su día como la Ciudad Rebelde. El sobrenombre se lo otorgó el rey Enrique VII de Inglaterra, cuando la alta sociedad del condado se embarcó en un levantamiento para derrocarlo y colocar al duque de York en el trono.
Sin embargo, hoy en día nos encontramos con una ciudad encantadora, repleta de casas de colores y edificios de estilo gregoriano. Si te interesa conocer la faceta más rebelde del lugar, te recomendamos dar un paseo hasta el parque de Fitzgerald. Aquí se encuentra el Museo Público de Cork, ubicado en una antigua casa georgiana repleta de descubrimientos arqueológicos y objetos que te llevan por el pasado de la ciudad.

Las aguas del río bañan el parque, considerado uno de los pulmones verdes de la ciudad, haciendo que las copas de los árboles crezcan en una explosión de tonos de verde. Entre la maleza, despunta el campanario de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario: una preciosa construcción en piedra gris de estilo neogótico y rito católico.
Siguiendo el cauce del río, aunque en la orilla contraria al centro, te encontrarás con una imagen de postal. El barrio de Shandon, lleno de edificios con fachadas coloridas, es probablemente una de las escenas más emblemáticas de Cork. Sus calles empinadas serpentean, alejándose del río, entre tiendas llenas de historia y pequeños cafés, hasta la iglesia de St Ann’s Shandon. Desde lo alto de su torre podrás tocar las campanas del siglo XVIII y contemplar las vistas más espectaculares de la ciudad.
Qué ver en Cork
Cork es un lugar rebosante de vida, lleno de cosas que ver y planes por hacer. Cruzando el centro encontramos St Patrick's Street, una larga calle que en su día fue testigo de la expansión de la ciudad y donde a día de hoy aún puedes entrar en algunas de las tiendas más antiguas de la ciudad.
Guiado por edificios de ladrillo, pubs y tiendas de souvenirs, llegarás al Mercado Inglés, uno de los lugares indispensables que ver en Cork. Fundado en el siglo XVIII por vendedores protestantes, ha sobrevivido a las luchas contra los católicos, a las crisis y al terrible incendio que arrasó con todo, a excepción de la estructura del edificio. Bajo su techo victoriano, encontrarás puestos donde los comerciantes venden productos locales, como la morcilla drisheen, o el salmón ahumado irlandés, y restaurantes donde parar a comer.

También en el centro de la ciudad se encuentra la Galería de Arte Crawford, que guarda en su interior más de 3.500 piezas que van desde pinturas europeas del siglo XIII hasta obras de arte contemporáneo. Entre sus obras destacan una serie de bustos romanos y griegos, llevados desde los Museos Vaticanos de Roma en 1818.
Otra parada interesante es Cork City Gaol, una antigua prisión que se mantuvo activa hasta 1923 y que a día de hoy es el museo más visitado de la ciudad. Si te impresiona su aspecto por fuera, semejante al de un castillo medieval, no puedes dejar de visitar su interior, donde podrás descubrir las historias de presos como Constance Markievicz, la primera mujer que fue elegida para representar al pueblo en el parlamento de Reino Unido.
Y, por supuesto, no te vayas sin visitar dos de los edificios más importantes de Cork: la Catedral de St. Fin Barre’s, cuyos capiteles de estilo neogótico se ven prácticamente desde cualquier parte de la ciudad; y el castillo de Blackrock: una fortaleza construida en 1828 que ha dejado de ser una atalaya defensiva para convertirse en un observatorio astronómico.
TURIUM TIPS
En el interior del castillo de Blackrock se organiza Cosmos en el castillo, una actividad interactiva donde los más pequeños pueden sumergirse en el cielo nocturno y aprender sobre astronomía por solo 4,50 €.
Si te gusta el whisky, tienes que ir a la destilería Midleton. Situada a las afueras de Cork, ofrece una visita guiada que termina con una cata en el Bar Jameson, donde puedes conseguir tu título de catador de whisky irlandés.
Para disfrutar de una cerveza en un pub típico irlandés, te recomendamos acercarte a Sin É. Si te gusta su exterior pintoresco, te encantará el interior, con sus paredes cargadas de fotografías y su música en directo.
Prueba el desayuno tradicional irlandés: un plato compuesto por huevos fritos, salchichas, bacon, champiñones, puré de patata, tomate, alubias y tostadas que te mantendrá saciado mientras paseas por la ciudad.
Guía para ver Cork, la segunda ciudad más poblada de Irlanda
Cork es una de las ciudades más pobladas de Irlanda. Destaca por su ambiente agradable a orillas del río Lee y por su turbulenta historia. Te contamos todo lo que tienes que ver en Cork, la Ciudad Rebelde de Irlanda.